Ilustración de Elver Mora.
Andrés Escobar, ilustración de Elver Mora.
30 / 10 / 2020

Un autogol y 6 tiros por un caballero


Por Juan Sebastián Rojas Moreno
Juan Sebastián Rojas Moreno
30 / 10 / 2020
Documental

El 2 que era el 1

Ilustración de Elver Mora.
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Uno de los episodios más dolorosos en la historia del deporte colombiano fue el asesinato del gran Andrés Escobar Saldarriaga.

Es duro empezar a escribir este cuento de horror y recordar ese triste 2 de julio de 1994 cuando la noticia sacudió los cimientos de un país intolerante y que desde siempre ha sido víctima de la violencia.

Esa triste noche de 1994 quedará en la memoria de muchos de los que nos consideramos fanáticos del fútbol. Una memoria que con mis escasos seis años ya tenía presente a Maradona en un Mundial, un 5-0 en Buenos Aires y una Copa del Mundo con la Selección Colombia, una memoria que no olvidará a Andrés Escobar.

Un breve recuento de un gran caballero

Para los que no recuerdan o no conocen, el 13 de marzo de 1967 nació en Medellín uno de los defensores más recordados del fútbol en Colombia.

Andrés Escobar Saldarriaga creció en el seno de una familia paisa de clase media, el hijo de don Darío y Doña Beatriz tenía talento y desde muy pequeño era cosa seria con el balón en los pies.

Cuentan quienes lo conocieron que Andrés fue un gran defensor, siempre jugó atrás y siempre le gustó salir jugando con la pelota. Nunca fue torpe, nunca fue de reventar un balón y siempre tuvo la esférica pegada a los pies.

Debutó con el Atlético Nacional el 31 de agosto de 1986, se puso el número 2 y desde ese día hasta su muerte fue amo y señor de la zaga central del equipo verdolaga de Medellín.

Su talento lo llevó rápidamente a la Selección Colombia. Su único gol con la tricolor lo hizo en 1988 frente a Inglaterra en el mítico estadio de Wembley.

Hizo parte de esa generación dorada que puso a soñar a todo el país con grandes triunfos. Con la Selección disputó dos eliminatorias y clasificó a dos Mundiales: Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

Un gol por una vida

La Selección Colombia llegó al Mundial del 94 con "aire" en la camiseta luego de la inolvidable victoria en Buenos Aires por 5 a 0 ante Argentina.

Aquel triunfo en el estadio Monumental de River Plate no solo marcó el paso de la albiceleste al repechaje, también le otorgó a Colombia el rótulo de favorito antes del inicio del Mundial.

Colombia estaba en boca de todo el mundo luego de derrotar a la selección que ganó el Mundial de 1986 y quedó subcampeona en 1990.

El equipo también llegó con el espaldarazo del rey Pelé (no se sabe si para bien o para mal) y con una campaña eliminatoria que lo dejó primero en el grupo A por encima de Argentina, Paraguay y Perú.

El Mundial comenzó y la fiebre amarilla se tomó el país, fue un equipo de lujo, encabezado por Andrés Escobar, quien saltó al campo de juego del Rose Bowl, en Pasadena (California).

Sin embargo, los rumanos en cabeza del gran George Hagi, dieron un repaso de buen fútbol y en 90 minutos nos aterrizaron de panza y sin espuma con un contundente 1-3.

El equipo no jugó bien. Ni Escobar, ni el Pibe, ni Leonel encontraron la oportunidad de dar vuelta al marcador. Golpe duro, pero era el primer partido. Colombia se veía obligada a sumar seis puntos de seis posibles para alcanzar la segunda ronda y repetir lo logrado en Italia 90.

El partido contra Estados Unidos era, como se dice popularmente en el fútbol, "de vida o muerte", aunque otros se hayan tomado eso de "a muerte" muy a pecho.

El 22 de junio de 1994 saltaron a la cancha los mejores de Colombia: Óscar Córdoba, Chonto Herrera, Andrés Escobar, Wilson Pérez, Luis Carlos Perea, "Carepa" Gaviria, Leonel Álvarez, El Pibe Valderrama, Fredy Rincón, Antony de Ávila y Faustino Asprilla, salieron en busca del triunfo.

"¿Cómo no les vamos a ganar a los gringos?", decían muchos. Incluso mi papá repetía "allá no saben qué es eso" y, muy a su pesar, Colombia terminó con una derrota ante un equipo subvalorado.

Al minuto 34 de ese partido llegó el autogol de Andrés, un hecho que dolió porque ponía "de pa’rriba" la clasificación y más cuando el autor había sido el 2 de Nacional, el caballero del fútbol.

Sí, Andresito Escobar, en un rechazo infortunado terminó metiendo en portería propia el balón ¿y el marcador? 1-0 a favor de Estados Unidos. Su cara lo decía todo.

Imagen de Andrés Escobar justo después de meter el autogol en el Mundial de 1994.

"El gol es lo máximo que tiene el fútbol", dijo alguna vez Andrés Escobar. Lastimosamente ese gol en contra terminaría por costarle la vida.

Como dirían los narradores de otros tiempos: "se derrumbó la estantería" y sí, Colombia perdió los papeles, poco aparecieron los llamados a tener el balón y al minuto 52 una salida precipitada del arquero Óscar Córdoba, tras un mal cierre de la zaga, ponía el segundo tanto en el marcador. Gol de los EE. UU. y adiós al Mundial.

Para qué decir mentiras, el triunfo 2-0 frente a los suizos en la última fecha ya poco o nada importaría en ese momento.

De vuelta por orgullo y corazón

El regreso de la Selección al país no fue fácil. El supuesto favorito al título, el equipo al que Pelé dio por campeón, estaba afuera en primera ronda.

Aunque el golpe fue duro para toda la delegación, el más afectado sin duda fue Andrés, según cuentan allegados y familiares en entrevistas recogidas por los medios de comunicación colombianos.

Andrés, a pesar de los consejos de su hermano Santiago Escobar, quien le había pedido quedarse en Estados Unidos para descansar y olvidar lo sucedido, volvió a Colombia con un objetivo claro, dar la cara, explicar y hacer frente a lo sucedido.

Ya en Medellín, durante la tarde del jueves, 1 de julio de 1994, Andrés Escobar y su gran amigo JJ Galeano decidieron irse de fiesta, tomarse unos tragos, divertirse y dejar atrás lo ocurrido.

6 tiros por 1 caballero

La noche llegó y con ella el licor y la rumba. Andrés gozaba de un buen rato con amigos cuando dos hombres empezaron a increparlo dentro del sitio.

Cuenta su familia, en declaraciones entregadas a la Revista Semana y publicadas en su edición escrita el 31 de julio de 1995, que los comentarios fueron: "Sos un negro igual a Asprilla"... "Señor autogol".

Cuentan que Andrés Escobar, al escuchar las provocaciones, decidió salir del sitio con el ánimo de buscar su carro e irse.

Sin embargo, en el parqueadero del lugar fue alcanzado por tres hombres: Juan Gallón, Pedro Gallón y Humberto Muñoz. Los Gallón, reconocidos narcotraficantes, se acercaron al carro de Andrés para seguir la pelea.

En las mismas declaraciones hechas a Semana, la familia aseguró que uno de ellos se subió al carro, discutió con él y luego se bajó, en el mismo momento Muñoz, escolta de los Gallón, se ubicó frente al carro de Escobar y sin reparo alguno le propinó seis tiros. Seis tiros que por un autogol se llevaron la vida de un caballero.

Andrés murió pidiendo respeto, pidiendo que entendieran el terrible momento por el que estaba pasando, este tremendo defensa quedó sin defensa y dejó su vida por un error futbolero en un país donde aún rige la ley del más fuerte y donde las balas gobiernan por encima de muchos.

Un autogol y 6 tiros por un caballero del fútbol. Adiós eterno, querido Andrés Escobar, quienes nos deleitamos con su fútbol esperamos que las generaciones futuras conozcan su legado y su talento por siempre.

¿Qué perdió el fútbol con la muerte de Andrés Escobar? Alexis García, DT de la Equidad, excompañero de Andrés y uno de sus grandes amigos nos cuenta.