De sal y dulce es una miniserie de 8 capítulos ganadora de la convocatoria Abre Cámara del MinTic que cuenta la historia de una chica afrocolombiana y una del pueblo Wayúu que toman la decisión de dejar su tierra natal en busca de la libertad.
Dirigida por Obeida Rosa Benavides Nieves, y escrita por la directora junto a Pedro Luis Domínguez Díaz, De sal y dulce deja ver una problemática de la juventud en general: las protagonistas quieren decidir sobre su futuro pese a las imposiciones de sus comunidades.
Grabada en lugares como Manaure (Guajira), el centro histórico y barrios populares de Barranquilla, la desembocadura del Río Magdalena y las playas Puerto Mocho, esta serie contó con la producción de Leonor Maria Manotas Garcia.
Dos chicas escapan del matrimonio temprano en De sal y dulce
De sal y dulce es protagonizada por Gema y Walékerü, dos jovencitas que viven en Manaure, en el departamento de la Guajira, y quienes se enfrentan al matrimonio temprano en cumplimiento de las costumbres de sus familias.
Sus vidas como niñas se acercan a un final prematuro, pues han sido prometidas en matrimonio a dos enamorados inoportunos. Como si fuera poco, el momento coincide con el fin del ritual de encierro de Walékerü, tras dos años de aislamiento, acortando así el tiempo de las chicas para disfrutar su juventud.
Gema y un colega de su padre, 15 años mayor, se casarán en lo que se prevé será una gran fiesta, a la par que su amiga Walékerü está por concluir su periodo de encierro, por lo que las dos toman una decisión que las alejará de sus familias y sus comunidades.
Buscando defender su amistad, Gema y Walékerü aprovechan la visita de la abuela arijuna (ajena al pueblo Wayúu) y escapan hacia Barranquilla, en un intento por encontrar las aventuras que sus corazones ansían.
Pero las cosas no salen tan bien como lo han planeado, y cuando son descubiertas por la abuela, sus vidas giran completamente al extraviarse en las calles de la capital del Atlántico y una ciudad de más de un millón de habitantes donde el peligro es una constante.
Por fortuna, las chicas se encuentran con Alonso, dueño de “La última lágrima” un estanco ubicado frente al Cementerio Central, quien les da trabajo, empezando así una nueva vida.
Sin embargo, poco tiempo dura su estabilidad, pues la dignidad de las jóvenes es agredida mientras laboran debido a la discriminación de los trabajadores vecinos al negocio, y se enfrascan en una pelea provocando su despido.
Sin trabajo ni cobijo, Gema y Walékerü regresan a habitar la calle donde subsisten del rebusque gracias a sus talentos y conocimientos ancestrales bajo el amparo de una mujer de la calle, hasta que nuevamente el carácter volátil de Gema las enfrenta a la soledad y el abandono.
Pero hasta ese momento las chicas solamente han encontrado problemas, por lo que sus experiencias las dos encontrarán el camino que las llevará a la madurez y el crecimiento en lo que desean hacer con sus vidas, procurando que se les respete más allá del destino establecido del matrimonio.
No te pierdas por Señal Colombia De sal y dulce, una historia donde un par de chicas llegan a comprender que el camino para recuperar la estabilidad y la seguridad es reconocer sus errores y reparar sus consecuencias sin ceder a sus deseos de libertad.
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