Los monumentos del ciclismo, las pruebas que también inmortalizan corredores
Todas iniciaron antes de la Primera Guerra Mundial (1914) cuando el ciclismo era lento, certero y profundo. Cuando además de pedalear por más de ocho horas, los corredores debían atravesar riachuelos y esquivar pequeñas rocas en carreteras tortuosas, todo esto con los neumáticos colgados en el pecho como bandas presidenciales. Una crueldad insoportable únicamente tolerable por el amor hacia la bicicleta.