En el atletismo todos somos iguales / Maratón de Boston oficial
En el atletismo todos somos iguales / Maratón de Boston oficial
22 / 06 / 2018

En el atletismo todos somos iguales


Por Julián David Bernal Pulido
Julián David Bernal Pulido
22 / 06 / 2018
En el atletismo todos somos iguales / Maratón de Boston oficial
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El atletismo es un punto de encuentro entre los deportistas profesionales y los aficionados, allí todos somos iguales y cada uno compite contra sí mismo, en busca de mejor su tiempo. Una muestra de esto es la victoria del japonés Yuki Kawauchi, un conserje en una escuela de la localidad de Saitama (Japón), en la Maratón de Boston, una de las llamadas “Grandes del Maratón Mundial”.

En la línea de partida, todos los atletas son iguales. No importa si entrenas profesionalmente o si eres un corredor aficionado, que tiene como pasatiempo salir a trotar en el parque del barrio. Todos están ahí, todos pueden participar y cualquiera, con la preparación necesaria, puede alzar los brazos en la meta.

Mario Mesa es un atleta aficionado colombiano que ha estado en las maratones más importantes del mundo. Mario hace un símil y explica que “en el Mundial de fútbol, hay 40 mil personas quietas viendo a 22 jugadores entre los que está Neymar, mientras que en una carrera como la media maratón de Bogotá están 45 mil personas corriendo al tiempo con las figuras del atletismo de la talla de Kellys Arias -récord nacional de maratón-, Dickson Chumba -ganador de las maratones de Tokio y Chicago- y Feyisa Lilesa -medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016-. Van atrás, pero hacen el mismo recorrido”.

Precisamente, Kellys Arias cree que los corredores aficionados son los que hacen “la gran fiesta del maratón” porque la minoría son los atletas profesionales. La atleta añade que tantos unos -los aficionados- como los otros - los profesionales- se inspiran entre sí.

Otro corredor aficionado, Pablo Rodríguez, cuenta que cuando está corriendo no se fija mucho en quién está al lado porque lo que le gusta de estas pruebas es superarse a sí mismo: “Uno siempre se va poniendo objetivos propios. Corro porque me gusta, porque me hace no pensar tanto en los problemas del día a día. En las carreras no me fijo si me pasan o si paso a alguien, compito contra mí mismo mirando el reloj”.

Kellys coincide con Pablo porque también cree que en el maratón se enfrenta cada uno contra sí mismo. Cada quien se corre contra su registro.

Mario, por su parte, ve al atletismo como un “deporte incluyente en donde no importa la condición social, racial, económica o en qué crees porque todos son iguales al momento de la carrera y todos pueden participar en la carrera”.

Pablo añade que el maratón tiene puntos positivos como poder competir con personas muy buenas en lo que hacen: “Es como si jugaras fútbol con Messi. Corro porque me gusta, pero lo hago con un tipo que vive de esto y que es muy bueno. Eso revaloriza lo que haces”.

Sin embargo, ninguno de los dos, ni Mario ni Pablo, ha pensado en competir como profesional.

Mario no lo ha contemplado y señala que disfruta mucho del deporte porque le permite llevar una vida saludable y recalca que más que el día de la carrera, que es el resultado del proceso, lo motiva es la preparación que lleva desde meses y días previos.

Aunque a Pablo le han sugerido varias veces dedicarse de lleno al atletismo, él no lo piensa porque lo hace de manera recreativa: “Tengo otras prioridades. Me gusta hacer otros deportes incompatibles como ir al gimnasio, que te quita velocidad; jugar el fútbol, que te da más pierna; o el tenis. No me centraría tanto, prefiero hacerlo así, superándome a mí mismo”.

Kellys, finalmente, ve la presencia de los aficionados como un punto que la motiva y no cree que alguien interfiera con la prueba del otro. “Somos parte de la inspiración y me encantaría que siga siendo así”, apunta.