Para los Juegos Nacionales de 2015, Saskia Loretta van Erven García apenas tuvo tiempo de bajarse del avión que la traía desde París, y desplazarse hasta Ibagué, sede de esgrima. Venía de participar en un torneo a miles de kilómetros pero sabía que no podía incumplir la cita que tenía con la delegación del Valle del Cauca.
A pesar del cansancio con el que llegó hasta la capital del Tolima, y el temor que le generó este hecho al comienzo de la jornada, Saskia ejecutó una actuación contundente y se colgó la medalla de oro en la modalidad de espada luego de triunfar en todos sus combates.
Saskia nació en Róterdam, Holanda, el 29 de agosto de 1987 en un hogar conformado por esgrimistas. Su mamá, Gloria García Pacheco fue medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Cali en 1971 representando a Colombia, mientras que su papá defendió los colores de los Países Bajos en varios eventos.
El amor por este deporte le fue inculcado desde sus primeros años, y por eso cuando cumplió 5 empezó a practicarlo. Eso sí, no fue por obligación sino por iniciativa propia. Luego de hacer su carrera como esgrimista en Holanda, e incluso participar en competiciones internacionales bajo esa bandera, en 2011 decidió que era el momento de viajar a Colombia y vestir el uniforme amarillo, azul y rojo.
Ella tenía la doble nacionalidad y se dio cuenta que podría obtener más logros como deportista en el país de nacimiento de su mamá. Ya había sido campeona en florete y quería también aprender la modalidad de espada. Llegó dispuesta a aprender y también a entregar todo lo que sabía.
Saskia no se equivocó. En 8 años con el equipo colombiano de Esgrima ha obtenido títulos en Juegos Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe y una medalla de la plata en los Panamericanos de Toronto 2015. Con el Valle del Cauca se impuso en los Juegos Nacionales de 2012 y en 2015 revalidó su título.
Esta esgrimista holandesa con corazón colombiano espera seguir sumando títulos y entrenando junto a los mejores del mundo. Sabe que ahí está la clave para cumplir su sueño más grande: entregarle a Colombia una medalla olímpica en Tokio 2020.