Nelson Soto, el barranquillero que entrenó por toda Colombia para ser ciclista
Nelson Soto, el barranquillero que entrenó por toda Colombia para ser ciclista
14 / 02 / 2018

Nelson Soto, el barranquillero que entrenó por toda Colombia para ser ciclista


Por Julián David Bernal Pulido
Julián David Bernal Pulido
14 / 02 / 2018
Nelson Soto, el barranquillero que entrenó por toda Colombia para ser ciclista
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En los últimos tiempos, el ciclismo colombiano no ha tenido muchos hijos en la costa Caribe. Pocos son los nombres de pedalistas que han nacido en la región caribeña y que han deslumbrado por su capacidad sobre la bicicleta.

Tal vez recuerdas nombres como el de José Serpa o el de Álvaro Hodeg, la nueva figura del Quick Step-Floors. Sin embargo, Nelson Soto aparece como uno de los herederos de la sangre barranquillera que quiere escribir su nombre en las letras gloriosas de este deporte.

Nelson Soto es ciclista, pero por los golpes de la vida parece que hubiese sido boxeador, como lo son la mayoría de deportistas reconocidos de su región, Soledad (Atlántico. Este costeño se hizo a pulso desde pequeño y nunca se rindió ante las inclemencias del destino frente a su sueño de ser ciclista.

 

La iniciación

La historia de Nelson Soto comenzó cuando su padre, Luis Soto, lo llevó a unas competencias de los Juegos Nacionales en el velódromo de Barranquilla. Estando allí, a través del altoparlante, se escuchó un llamado diciendo que los interesados en practicar ciclismo de velocidad debían presentarse el martes siguiente con una bicicleta.

Ese martes se presentó y el ciclismo empezó a ser parte de su vida. Nelson estaba cerca de los 16 años y, poco a poco, le fue tomando cariño y amor al deporte en el que su mentor fue el entrenador José ‘Pepe’ Caballero, hombre al que considera su padrino. Don Luis recuerda que fue el mismo técnico Caballero quien dijo que, el ahora corredor del Caja Rural “era un talento”, le ayudó a conseguir una buena bicicleta para entrenar y también le ayudó a conseguir los pasajes para ir a las diferentes cidades.

Pepe una vez me dijo: “Yo no descanso hasta no verlo en un equipo grande” y hace un año dijo: “en dos años lo veo en Europa”. Nelson se fue un año antes. Él ha sido un maestro rígido, pero con la ayuda necesaria. No le ha alcahueteado, pero tampoco lo ha subvalorado.

El embalador se ganó su primer computador en el año 2010 cuando se quedó con todas las medallas de los Juegos Intercolegiados con una bicicleta prestada. Luego, se graduó del colegio e hizo un curso en el Sena de soldadura fina. El padre del caribeño rememora que el exciclista del Coldeportes Claro “trabajaba de día y, en la noche, con los ojos rojos de tanto soldar, venía a entrenar. Terminó el curso, hizo algunos trabajos y ahí dijo que lo de él era lo del ciclismo”.

Nelson nunca tuvo dudas de que debía sacrificarse para cumplir su sueño de ir estar en un equipo World Tour luchando por el triunfo en las principales carreras del ciclismo mundial. Por esta razón, pasó un mes entrenando en Medellín y luego fue a Duitama en donde un primo lo recibió con los brazos abiertos y le abrió las puertas de su finca.

“Vivía en una finca cerca y ahí estuve uno o dos meses. No había tantos recursos entonces era lo que podía, pero tenía ganas de ver el ciclismo fuera de la región Caribe, donde había ciclismo de verdad. Salía algunos días con el profesor Rafael Acevedo y estaba Miguel Ángel López todavía. Con él estuve entrenando en Sogamoso”, cuenta con tranquilidad desde España el ganador de tres etapas en la Vuelta a Colombia 2017.

El embalador no la tuvo fácil en Duitama y su padre recuerda que “se fue a Duitama a aprender, solo y prácticamente sin plata”. Alguna vez estaba almorzando luego de entrenar y se le acercó un hombre a preguntarle de dónde era; al saber de dónde era se le hizo extraño ver a un costeño entrenando en el pueblo y lo invitó a participar en la Clásica de Cómbita, en donde era juez.

Los resultados no fueron los mejores. Disputó la primera etapa, una cronoescalada que ganó Miguel Ángel ‘Superman’ López, y al siguiente día sufrió un accidente en el que se le rompió el sillín de la bicicleta, lo que lo obligó a retirarse. Nelson no tenía cómo devolverse a Duitama y después de varias horas de intentar parar carros y camiones, tuvo que pararse en pedales y recorrer cerca de 50 kilómetros para volver a su casa.

El pedalista barranquillero regresó a Barranquilla luego de su periplo de dos meses por la cuna del ciclismo de ruta. Entrenó para unos Campeonatos Nacionales, en donde terminó 13 en la categoría sub 23 y ahí decidió sumergirse en la ruta.

Tuvo una buena presentación y empezó a entrenar para el Clásico RCN 2014 junto a un amigo, Miguel Ángel Cendales. El escenario fue Facatativa y las carreras de fogueo fueron la clásica de este municipio y la Clásica de Soacha. Nelson llegó con ritmo y consiguió hacer una gran presentación al ser líder sub 23 varios días.

Cendales fue, precisamente, quien lo llevó a México a un equipo que se estaba constituyendo, el Metropolitan Green Planet. Aunque empezó la temporada allí, la escuadra se disolvió y terminó en el Tenis Star.

Nelson Soto, en su etapa en el Coldeportes Claro Zenú

La consolidación

En 2015, Nelson llegó al Coldeportes Claro. Allí arribó gracias a una recomendación que le hicieron al entrenador Carlos Mario Jaramillo:

“Vi que iba bastante bien en el embalaje y se defendía muy bien en el terreno plano. Necesitábamos un corredor así para que le ayudara a Álvaro Hodeg. Llegó y encajó demasiado bien porque es una persona muy fácil de manejar, muy tranquila y muy sencilla. Tiene una gran ventaja y es que es un sprinter que se defiende en la media montaña”.

Nelson venía de la pista y la velocidad era un tema que había trabajado y que potenció de la mano del profesor Jorge Arbeláez. El entrenador afirma que “Nelson es un ciclista muy combativo y que ha sabido sortear diferentes dificultades en su vida, desde la muerte de su madre. Desde ahí, empezó a demostrar la fortaleza mental y física que tiene como corredor y se ha consolidado como uno de los mejores embaladores de nuestro país. Es un corredor que se hizo con las dificultades y por eso valora cada situación”.

El pedalista barranquillero llegó con 19 años al Coldeportes Claro y corrió dos Vueltas de la Juventud en donde se perfiló como un buen embalador. Esto hizo que los entrenadores notaran que tenía condiciones y lo llevarán al equipo élite, en donde fue el sprinter número 1 en 2018.

Arbeláez afirma que “Nelson ha sido un corredor muy introvertido y reservado. No es adulador ni hablador” y que “siempre es un hombre muy comprometido y profesional”.

Jaramillo, por su parte, menciona que “el proceso de crecimiento fue bastante rápido” y destaca que el embalador “sabe hacer muy bien las cosas que uno le dice” y es fácil de guiar.

El paso a las Grandes Ligas

Nelson Soto llegó en 2018 al Caja Rural, un equipo español de categoría Profesional Continental. El pedalista costeño afirma estar muy contento y alegre ahora que su sueño de estar corriendo junto a los mejores del mundo es una realidad. Por esto su compromiso y su meta es seguir trabajando con más ganas para adaptarse a la forma en que se corre y al nivel de los equipos World Tour.

Nelson es un luchador incansable, de esos que reciben los golpes de la vida y se mantienen de pie, pedaleando contra viento y marea, sin desfallecer:

“He tenido que sacrificar muchas cosas, pero ha tenido sus recompensas. Estoy haciendo lo que me gusta. Mi familia me apoya y eso me da confianza y motivación para seguir intentando lograr los sueños y metas que tengo”.