Vuelve a Señal Colombia la serie Malos pasos, una serie que reúne practicantes de deportes extremos que prefirieron dejar la rutina para dejar que la adrenalina se apodere de ellos. Te contamos quiénes son.
Basta ver cuando los celadores espantan a los skaters de los andenes o cuando los policías prohiben el uso de bicicletas BMX en las escaleras de los parques, así como no faltan quienes miran de lejos y catalogan a todos estos deportistas extremos como desadaptados sociales o jóvenes sin oficio.
Este estigma es un error social de acuerdo con Mauricio Serrato, coordinador de la especialización en Medicina del Deporte de la Universidad Nacional, quien destaca que “los deportes extremos son una alternativa para la juventud, tanto así que tienen más seguidores que los deportes tradicionales, puesto que tienen que esforzarse, arriesgarse más, generando así una disminución en el uso de drogas u otras adicciones como ver televisión todo el día”.
Siguiendo este discurso nace la serie documental Malos pasos, la cual llega a su segunda temporada para seguir rompiendo los paradigmas sobre la relación entre los deportes extremos y los conflictos sociales, demostrando que quienes los practican se someten a entrenamientos rigurosos y, de hecho, tienen un discurso positivo que aportar a sus seguidores.
Abierto el debate sobre estos deportes, te invitamos a conocer a continuación los personajes que hacen parte de esta nueva temporada y a contarnos en redes sociales si al verla cambió tu perspectiva sobre quienes se atreven a montar tabla, bici, surfear o correr por las montañas, entre otros deportes increíbles que vivirás por la pantalla de Señal Colombia.
Primeros pasos
Así como en la niñez se aprenda a caminar, también se aprende a practicar deportes que podrían determinar el futuro de la adultez.
Ese es el caso de un par de gemelas que practican BMX, un deporte extremo en la categoría del ciclismo.Ellas son Queensaray Villegas y Liz Zurley Villegas; ambas a sus 14 años buscan ser campeonas mundiales desde una pista de BMX hecha en Buga, Valle del Cauca, donde encontraron su pasión por los aires y los giros extremos.
A su vez, en Temuco (Chile) podrás conocer a Hardy Muñoz, joven apasionado por el motocross que empezó a dar sus primeros pasos en este deporte a los 17 años.
Deporte y entorno
Nadie aprendió a nadar en la ducha, es necesario arriesgarse y sumergirse en la profundidad del agua para comprender las dinámicas de las corrientes y las conexiones de los ríos.
Jules Domine ha dedicado gran parte de su tiempo en el río Samaná, ubicado en San Francisco, zona boscosa del nororiente antioqueño. Él, siendo un extranjero, ha conocido las entrañas de nuestro país a través del remo y el kayak. A punta de brazadas ha querido emprender con la comunidad en proyectos de ecoturismo, pues el río donde practica está siendo amenazado por la construcción de una hidroeléctrica.
Por otro lado en Matanzas (Chile), hay otro personaje apasionado por el agua y las olas del mar. Él es Felipe Wedeles, quien se convenció de salir del statu quo para buscar un lugar donde pudiera surfear y tener todo el día para él. Así se catapultó como surfista profesional, es premiado y respetado por sus vecinos, aplicó sus estudios de arquitectura y también pudo emprender en la creación de hoteles.
Estereotipos femeninos
Los deportes extremos no son una práctica exclusiva de los hombres pues las mujeres tienen un protagonismo fundamental, y quién mejor para hablarnos de eso que Greisy Barragán Elles, quien encontró en el skateboarding y las rampas la mejor forma de reivindicar el papel femenino en la sociedad a través del movimiento alternativo Skategirls en Medellín (Antioquia).
En Montañita (Ecuador) conocerás a Dominic Barona, una surfista profesional que lleva 14 años en el oficio, ha sido premiada internacionalmente por su talento y usa su voz para expresarse en contra de las marcas que prefieren patrocinar mujeres por su estética y no por su dominio de la tabla de surf.
En la calle
Las normas de tránsito son las que más complican la realización de deportes extremos, por lo menos eso es lo que piensa Andrés Marín, un veterano del stunt bike que lleva 20 años haciendo maniobras extremas en motocicletas de alto cilindraje.
En Guayaquil y Quito (Ecuador) la situación es similar para para quienes practican skate. Al menos eso expresa Napoleón Mata, un deportista que encuentra en las pistas de patinaje un lugar destinado para practicar, pero en la calle el escenario ideal para ejecutar trucos y desafiar los límites del cemento.
Huesos y fierros
A pesar de que su madre lo encerraba para que no saliera a la calle con su bicicleta de BMX, Jhonatan Camacho se las ingeniaba para volarse por la ventana o el techo de su casa y montar con sus amigos en la pista de General Villamil en Ecuador. Entre tantas locuras y terquedades llegó el momento en que se partió los meniscos por un truco mal ejecutado. Confiarse en exceso es un error fatal para los deportistas extremos, como le pasó también a Diego Urrieta, un chileno de 33 años que estuvo en vilo tras fracturar su cara, cuello, y hombro en una pista que ya conocía.
Deporte y familia
En Paraná (Argentina) cuatro hermanos de apellido Navarro se volvieron expertos en motocross estilo libre. Conocidos como “Los hermanos Navarro”, todos ellos fueron pioneros en este deporte, al punto que se volvieron el centro de atracción del pueblo con shows extremos que entretenían y desafiaban a más de uno con sus hazañas.
Otra familia bastante particular es la familia Carrera, en la que lapasión de dos hijos y su padre es el aire como practicantes de parapente en Manabí (Ecuador).
Deportes extremos y medios de comunicación
Juan Alfonso Reece se hartó de que los medios de comunicación ecuatorianos centraran sus ediciones deportivas en el fútbol y otros deportes tradicionales, así es que con mucho esfuerzo compró una cámara y empezó a grabar todos los trucos en las pistas hechos por sus amigos, creando un grandioso archivo audiovisual.
Algo similar estaba sucediendo en Santiago de Chile, donde Eduardo Solminihac quiso trascender de grabar y compartir videos para crear un sitio web que potenció la escena del ciclismo de montaña en su ciudad, creando convenios con grandes marcas y ayudando a comercio local.
Deporte y legado
Acrobacias y hazañas apenas duran unos segundos, luego se necesitan muchas de estas y una disciplina constante para dejar algo más que una impresión de valentía. Aquí se trata de dejar un legado, una enseñanza a todos los que te rodean.
La mayor enseñanza que dejó a sus compañeros Felipe Acosta, practicante de bungee jumping, fue aprender a volar. Más allá de sus cualidades como deportista, enseñó a sus amigos el respeto por la naturaleza y la necesidad de equilibrar cuerpo y espíritu.
Otra persona que dejó un gran legado en este mundo de los deportes extremos fue Carlo de Gavardo Prohens, un piloto chileno de motocross. Aunque murió a los 45 años, el mejor legado que dejó a su hijo Tomás de Gavardo fue la pasión, al punto que pudo participar en el mundial de motrocross de París Dakar a pesar de no tener recursos económicos.
La competencia
Para gana es necesario romper los propios límites. Esta es una de las grandes moralejas de Juan Esteban Vásquez, un Colombiano de Medellín que se convirtió en uno de los referentes internacionales en materia de Muay Thai, un arte marcial que más allá de luchar y vencer al oponente, se trata equilibrar dos fuerzas para liberar el espíritu.
Otra forma de canalizar energías y ganar competencias la encuentra Zulema Chilgue, una peruana que hace 5 años hace descenso peligroso en longboard y, a pesar de ganar muchas veces, sigue con la convicción de que perder, caerse y lastimarse, es la mejor inspiración para ganar en una próxima ocasión.
El deporte y los sueños
Perder o ganar, levantarse o seguir caído, son algunas de las dualidades que vive Daniela Sandoval, una mujer de 27 años que es apasionada por correr en las montañas del Aconcagua. Ella sueña con batir record mundial, para eso tiene que sacrificar muchas cosas de su vida profesional y adaptarse a condiciones climáticas adversas.
Y es que abandonar la trivialidad de la vida es tema complicado para los deportistas extremos, pues la peruana María Fernanda Reyes tomó la convicción de dejar las fiestas y aprender a viajar sola para concretar su sueño de ser mundialmente reconocida como profesional en longboard y surf.
Deportes e inclusión
Juan David Molina de Colombia y Adolfo Melipilla de Chile tienen algo en común: ambos tienen una discapacidad que les cambió la vida para bien, pues hallaron en la bicicleta una extensión del cuerpo.
El chileno perdió ambas piernas y el colombiano una y, aunque usan prótesis, es la bicicleta la que les ha dado títulos mundiales tras aprender que los límites están en la mente, no en el cuerpo. “Yo perdí mi pierna, pero reencarnó en bicicleta”, sentenció Molina.
Récords y campeones del mundo
Crecer como persona es mucho más importante que un título o medalla, lo demás viene por añadidura y méritos. Una idea con la que comulga Fabio Agustín Sattler, un argentino campeón mundial de ciclismo en BMX, quien asegura que; “Siempre hay que preguntarse, en qué quiero ser el mejor, sino nunca lograrás nada, todo será producto del azar”.
Igualmente, en Chimborazo (Ecuador), Karl Egloff de 37 años da lo mejor de sí mismo en un deporte bastante riesgoso: el speed climbing, el cual trata de tomar velocidad en terrenos de alta montaña.
El retiro y las nuevas generaciones
Tras una larga trayectoria, conseguir premios y recorrer el mundo a punta de riesgos, lesiones y recuperaciones, llega el momento de reinventarse para que a la hora de retirarse se sienta el legado de tanto esfuerzo.
Al menos eso hicieron Peter Henningsen de Perú y Alejandro Caro de Buga, Valle del Cauca; Por ejemplo, el peruano a pesar de ser un experimentado en BMX, skate y patinaje de línea, llegó a sus 32 años y empezó a construir pistas para practicar cada uno de estos deportes, para lo cual vió necesario hacer una protesta al alcalde y construir un entorno ideal para cada uno de los deportistas.
El colombiano no se quedó atrás, pues al sentirse bien remunerado por sus triunfos de BMX en el exterior, pudo comprarse una finca cafetera y volverse un empresario de fertilizantes. Inclusive, al volver ayudó en la construcción de la pista BMX en Buga, lugar donde aprendió sobre tierra negra, a punta de pala y zapateo.