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2/12/2021

¿Qué harías si no pudieras recordar la mitad de tu vida por el alcohol?


Por David Jáuregui Sarmiento

De acuerdo a informes* del Ministerio de Salud, el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en Colombia. No en vano aparecen documentales como Yo, Lucas (2018) que se estrenará este jueves 20 de septiembre y que cuenta las peripecias, y desencantos, que genera estar acompañados de un borracho.

Borrachos como Lucas Maldonado, director y protagonista del documental Yo, Lucas (2018) hay muchos en Colombia, o por lo menos así lo indica el propio Ministerio de Salud Colombiano.

Según el informe de la autoridad de salud, 35% del total de consumidores entre 12 y 65 años, una tercera parte de estos, presenta consumo altamente prejudicial. Esto quiere decir que uno de cada tres consumidores de licor llegan a tocar fondo como lo describe Maldonado en su ópera prima y, según nos explicó, es uno de los motivos por el que inició la producción del filme.

Pero eso no es todo. Según la información recopilada por el Ministerio de Salud, la mayor prevalencia de consumo de alcohol se presenta entre los jóvenes de 18 a 24 años (46%), seguidos por los adultos jóvenes con edades entre 25 y 34 años (43%), es decir que la mitad de los consumidores de alcohol son ciudadanos jóvenes que no superan los 34 años, lo que convierte a este producto legal en una de las drogas más consumidas entre la juventud colombiana.

Justamente, el largometraje no deja duda de que este fenómeno puede llegar a puntos en los que los jóvenes pueden arriesgar su integridad tanto que, como en el caso del director de Yo, Lucas, pueden ignorar qué ha pasado durante la mitad de su vida por estar frecuentemente borrachos.

Uno se da cuenta que tiene problemas con el alcohol cuando hace unos desbarajustes en su vida que ya uno dice no, no puedo seguir así.

Lucas Maldonado, director de Yo, Lucas.

Precisamente, la película, que llega a las pantallas de Señal Colombia, aborda esta temática y cuenta, de principio a fin y con humor, cómo ha vivido -y sobrevivido- uno de los borrachos más aclamados del momento: Lucas Maldonado.

En este largometraje, el director se tomó el trabajo de reconstruir su historia perdida entre las mieles -a veces oscuras- del trago y las drogas, a partir de entrevistas con sus exnovias y otros allegados que vivieron con él algunos de los momentos más locos, así como dolorosos, de una persona entregada al alcohol como estilo de vida y su posterior proceso de recuperación.

Tal vez sea un loco, un enfermo. Quise ser brutalmente sincero. Con mi mamá, con mi papá muerto y conmigo. Logré volver a meter a mis exnovias entre la cama para que hablaran de mí. Hice una película sobre lo prohibido y sobre mi mejor amigo muerto y logré difamarme. Hice una película, lo logré. ¿Vale la pena hacer películas?

Sinopsis de Yo Lucas, según su director, Lucas Maldonado.

Para la cinta, Lucas no recurrió a las mejores cámaras y logró realizarla con un presupuesto muy bajo para su producción. Siguiendo su propio instinto y con la guía del productor Erwin Goggel, quien también ha participado en grandes cintas del cine colombiano como La vendedora de rosas y La mujer del animal, solo necesitó una cámara, micrófono, un colchón para dialogar con sus exparejas y sus manos para narrar con animación todos esos episodios de rumba extrema y malas decisiones.

Tras siete años de entrevistas y un proceso en alcohólicos anónimos, Yo, Lucas está lista para salir a la luz.

El largometraje cobra relevancia en tanto es una manifestación artística sobre un problema que afecta en muy buena medida a los colombianos, mostrando con humor el alcance de abuso de sustancias en las relaciones familiares y de pareja.

No podemos ignorar que el estudio de Minsalud evidenció, además, que la mayor proporción de consumidores de riesgo o perjudicial de alcohol se encuentra en estos mismos grupos de edad, con casi 673 mil jóvenes de 18 a 24 años (19% de la población total en esa franja), y 645 mil personas de 25 a 34 años (15% de la población en esa franja), aunque resulta preocupante que cerca de 20% de la población entre 12 y 17 años de edad consume alcohol; y, peor aún, que uno de cada tres consumidores en esta franja presenta un consumo de riesgo o perjudicial.

Pero toda la seriedad de la discusión, planteada en cifras, tal vez no tiene el mismo efecto que cuando el arte deja ver a sus espectadores en lo que puede terminar el consumo de alcohol riesgoso y la película Yo, Lucas es una muestra de ello.

Descarado autorretrato de un borracho.

Yo, Lucas.

El subtítulo del filme desde el principio nos hace sospechar cómo se aborda la temática, pues un “descarado retrato de un borracho” nos dice que lo hace con gracia, pero que deja un mensaje claro: el exceso no es solo perjudicial para la salud del individuo que lo consume, sino también para los que le rodean, como con cualquier droga.

“Uno se da cuenta que tiene problemas con el alcohol cuando empieza a cometer errores cada vez más graves una y otra vez, hasta que uno mismo reconoce que la situación se salió de control, que tal vez ha tocado fondo. A mí y la gente que conozco le ha pasado así: hacen unos desbarajustes en su vida tremendos que ya uno dice, no, no puedo seguir así. En mi caso, decidí hacer una película”, explicó Lucas Maldonado, director y protagonista.

Estoy orgulloso de ella porque es una película muy honesta pero ayer que la ví, juepucha... es una boleta.

Lucas Maldonado en Entrevistas FICCI.

Pero más preocupante resulta que, según el mismo informe, es precisamente el consumo nocivo de alcohol el que ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial.

“Se estima que anualmente mueren en todo el mundo unas 2,5 millones de personas, incluidos más de 300 mil jóvenes de 15 a 29 años, por causas relacionadas con el alcohol. Casi 4% de todas las muertes en el mundo son atribuibles al alcohol, más que las muertes causadas por el VIH/SIDA, la violencia o la tuberculosis. El alcohol es un factor causal en 60 tipos de enfermedades y lesiones, y un componente de causa en otras 200. El alcohol también está asociado a muchos problemas sociales graves, incluyendo la violencia, el abandono o el abuso infantil, y el ausentismo laboral”, sentencia el informe.

¿Qué harías si no pudieras recordar la mitad de tu vida?

En su ópera prima, Lucas Maldonado, tras la muerte de Blas Jaramillo, tal vez su amistad más cercana, decidió recordar muchos de los pasajes de su vida a través del relato de sus exnovias, quienes lo acompañaron en extravagantes borracheras desde cuando apenas el director era un niño.

A lo largo de la narración, los espectadores descubrirán que el alcoholismo es algo más cercano a la cotidianidad de lo que muchos piensan, que toca a cualquier tipo de persona y que la cara de la drogadicción no siempre viene escondida en los prejuicios tradicionales sobre dicha condición, sino a la vista de todos, e incluso con una sonrisa para deslumbrar a quien se atreva a juzgar.

En la película, el director y protagonista de la cinta no tiene reparo en aceptar que incluso llegó a frecuentar parajes de la indigencia cuando tocaba fondo, o que si quisiera recordar muchos de los acontecimientos de su vida estarían nublados porque en muchos de ellos las borracheras eran el motor de la gran mayoría de sus días.

En su autorretrato, veremos también que algunas consecuencias de no recordar la mitad de una vida ahogada en alcohol no solo pueden llegar a herir a quién está consumido por el licor, sino también a sus allegados, y muchos de ellos algunos de los más queridos.

Ahora bien, no está demás hacer énfasis en que, como lo describe el estudio del Ministerio de Salud, cerca de una de cada tres personas que consumen alcohol lo hacen de forma riesgosa, y como Lucas, bien pueden hacer parte del grupo de los que no recuerdan una buena parte de su vida por su elevado consumo de alcohol.

Al respecto, Maldonado comentó que con esta película no está aleccionando sobre el consumo, sino que se trata de su manera de hacer un recuento de todo lo que lo llevó a reconocer el exceso como un síntoma problemático en su vida, aunque eso no implica que tenga arrepentimiento alguno, y comenta que no solamente es consumidor de alcohol, sino también de cocaína.

El desconocimiento de las sustancias puede llevar a problemas mayores. No hace falta recordar que la prohibición del alcohol en Estados Unidos resultó en consecuencias más graves que el mismo consumo actual, y lo mismo puede suceder con otros productos que son ilegales en la actualidad, a pesar de que es el alcohol, droga legal, el que genera más muertes y tiene más consumo.

Lucas Maldonado

Por eso, ejercicios como el que se podrá ver en Yo, Lucas pueden resultar como una forma de poner “los puntos sobre las íes” de un fenómeno que abarca todas las edades y a todas las esferas sociales y que está en el top tres de las conductas que más llevan a muertes prematuras, solo que amparado por la “legalidad” de su distribución y consumo.

Tras ver la historia de Yo, Lucas y conocer estas cifras, ¿crees que el alcohol debe seguir siendo una droga legal?

* Informe de Estrategia Nacional de Respuesta Integral frente al consumo de alcohol en Colombia.

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