Andrea Olaya superó el estereotipo de la lucha
El amor por la lucha es una cuestión de familia. Esto le cae como anillo al dedo a Andrea Olaya, luchadora colombiana, que llegó al deporte por su hermano, Alfredo. La luchadora de 23 años esperaba a su hermano mayor y empezó haciendo calentamiento, aunque luego inició con trabajos específicos.
Andrea recuerda que al principio fue muy duro porque es la menor de cuatro hermanos y además, la única mujer: “Siempre fui muy delicada, la más consentida y muy lloroncita, y llegar era difícil porque es un deporte rudo por los golpes y los dolores de todos los días”.
Sin embargo, la deportista opita superó ese estereotipo y salió adelante. Tras sus primeros combates se motivó porque se dio cuenta que “tenía fuerza y podía hacer cosas que no sabía que podía hacer”. Se ganó su lugar en la lucha femenina gracias a un “trabajo bien hecho”, que la llevó a ser campeona.
Andrea piensa que en Colombia aún “hay personas todavía con pensamientos retrógrados o machistas, que creen que los deportes de combate son solo para hombres o que piensan que las mujeres perderemos nuestra feminidad por practicarlos, pero están errados”.
Sin embargo, Andrea y sus compañeros son una muestra de que durante los combates tienen la rudeza propia del deporte, pero fuera de ella son mujeres comunes y corrientes, en un deporte que tiene deportistas importantes tanto en la rama femenina como en la masculina.
La luchadora señala que “Colombia es un país muy machista en el que no existe igualdad a la hora de ver o practicar un deporte en modalidad femenina”. La huilense pone el ejemplo del fútbol y menciona que “a las jugadoras de fútbol les pagan muchisísisimo menos que a los jugadores de la selección Colombia”. Además, recalca, que “tienen menos difusión y menos popularidad” siendo la misma disciplina.
Andrea brilla en un deporte en el Jackeline Rentería es una de las figuras más reconocidas gracias a sus medallas olímpicas. Junto a ella, aparecen mujeres como Carolina Castillo o la campeona mundial Sandra Roa.