'Cesó la horrible noche' es un corto documental sobre el Bogotazo que recopila material fílmico de Roberto Restrepo, un médico bogotano cuyo pasatiempo era capturar imágenes con su cámara Bolex de 16mm. Más de 6 décadas después, su nieto Ricardo Restrepo desenterró esas memorias y realizó esta pieza audiovisual que muestra aquella fecha desde otra perspectiva.
Esta cinta, coproducida por Señal Colombia y Pathos Audiovisual, toma como punto de partida la historia del doctor Restrepo y su familia para relfexionar sobre un evento que partió en dos la historia de Colombia. Hace 68 años, el 9 de abril de 1948, el centro de Bogotá se convirtió en un verdadero infierno después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán quien se postulaba a la Presidencia de la República como candidato del Partido Liberal. Las imágenes inéditas que presenta el documental son un retrato perturbador a todo color de aquel acontecimiento.
Señal Colombia conversó con el director Ricardo Restrepo quien asegura que lo más difícil del proceso de hacer este documental fue confrontar los pensamientos de su abuelo.
Señal Colombia: La historia central de su documental es...
Ricardo Restrepo: 'Cesó la horrible noche' pretende establecer un puente generacional en la historia de Colombia a partir de uno de los momentos más significativos de la violencia como lo fue el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948. A partir de material fílmico inédito que realizara mi abuelo Roberto Restrepo extiendo una invitación al espectador a reflexionar sobre el futuro de nuestra nación.
SC: ¿Qué busca reflejar en este documental: la búsqueda de la paz, una reflexión, el deseo de un cambio?
RR: Básicamente 'Cesó la horrible noche' plantea una pregunta para las nuevas generaciones que quizás desconocen los antecedentes en la historia colombiana que nos ha llevado al desastre social y político que vivimos hoy. Es un llamado a la reflexión para que la historia no se repita. En este caso, el personaje principal en 'Cesó la horrible noche' es mi abuelo Roberto Restrepo, médico, filólogo, periodista y cineasta, quien en su diario, utilizado como eje narrativo del guión, plantea la necesidad de la justicia social para evitar la violencia.
SC: ¿Alguna anécdota sobre la creación, el desarrollo o la finalización del documental?
RR: Son varias anécdotas que rodean la realización del documental. Quizás la más relevante es que el material fílmico lo busqué durante 30 años y solo en el 2014, por absoluta casualidad, pude encontrarlo. Otro detalle interesante es que hasta el momento, son las únicas imágenes que se conocen de los hechos de abril de 1948 filmadas en color. Hace poco una gran amiga que se graduó conmigo de la universidad en 1984 me puso un correo electrónico. Estaba conmocionada porque pudo ver en la película a sus padres en una escena filmada en el Castillo de Marroquín. Fue el último baile para su padre, quien falleció a los pocos días del ágape.
SC: ¿Algún punto realmente difícil de enfrentar en la creación del documental?
RR: Lo más difícil es confrontar los pensamientos de mi abuelo con la cruda realidad actual. Han pasado 65 años desde que filmó esas devastadoras escenas en Bogotá y duele ver que nuestro país sigue hundido en un torbellino de contradicciones sociales, de intereses políticos mezquinos. Hay una luz al final del túnel aunque la paz no depende de un acuerdo, depende de que los colombianos tengamos igualdad de oportunidades reflejadas en la justicia social.