Corre el año de 1964 y soplan vientos de cambio en una fría escuela del Bronx en Nueva York, allí los estudiantes se debaten entre las incertidumbres que trae la juventud y la disciplina impuesta por la directora del claustro. La duda narra una historia en donde la confusión, la desconfianza y la controversia son el estandarte de una sociedad tan calumniosa como prejuiciosa.
Una cinta dramática que explora la riqueza del lenguaje cinematográfico que tan bien sabe usar su director John Patrick Shanley, quien junto a sus protagonistas Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis nos llevan de la mano a sumergirnos en un profundo relato que nos muestra los grandes prejuicios de la mente humana.
Esta historia sutil, en donde se combinan elementos como la enseñanza, la religión, la educación, la pederastia y el racismo, danzan de manera casi que teatral en una estricta escuela católica del Bronx, época en la que el Concilio Vaticano II comenzó a explorar la flexibilidad frente a la disciplina eclesiástica y que, indudablemente, afectó la docencia en escuelas religiosas, claustros como estos.
Y es justo en la profundidad de los diálogos de la cinta que se nos muestra esa dualidad entre los prototipos que hemos visto durante los últimos años en una sociedad cambiante y emergente. Una comparación entre la vida estricta, cargada de reglas y normas y los primeros pasos que se gestaron hacia una liberación de pensamiento y de acción y que le costó a sus pioneros estrictos juicios y señalamientos por cambiar su propia vida y la de otros.
La duda es una historia que se centra en la acusación al Padre Flynn de abusar de un alumno de la escuela. Flynn ejerce modernos métodos de enseñanza lo cual comienza a molestar la disciplina estricta del lugar generando desconfianza en las personas que están a su alrededor y que lo señalan de violar los reglamentos al acercarse demasiado al alumno, dicho rumor comienza a crecer como una bola de nieve y va afectando no solo su estadía en el claustro sino la vida del alumno, su familia y a sus compañeros de escuela.
Más allá de pensar a qué punto se puede llegar con los fanatismos y qué tan importante es seguir un cúmulo de normas o no hacerlo, es la reflexión sobre éste rumor lo que nos va llevando a ver las mentes retorcidas y enrevesadas de las personas que lo rodean, todo esto comparado con la indiferencia y la conveniencia de cada uno de los personajes sin importar los resultados, situaciones que nos dejan con ese sabor amargo de saber cómo se gesta la destrucción de un ser humano a través de una calumnia o un rumor.
Éste filme nos plantea que podemos cambiar la vida de alguien con tan solo un comentario, que el chisme, la calumnia y la destrucción de la imagen pública están al alcance de la mano cada día, para bien o para mal. Recordamos, por ejemplo, la película de Thomas Vinterberg, La cacería, una película que se acerca bastante a la misma polémica en donde se ejerce el efecto devastador que llevan los rumores. En La duda, cinta que llega a Señal Colombia, vemos un desastre que comienza con un rumor y que se adentra en los prejuicios y señalamientos humanos. Un filme que nos dejará con bastantes cuestionamientos y reflexiones.
