Rigoberto Urán se excede a veces usando redes sociales y su novia Michel lo regaña. En 2014, por ejemplo, tuiteó más de 1.600 veces y subió 580 fotos con un factor recurrente: él montado sobre su bicicleta. El corredor antioqueño interactúa, rifa camisetas, organiza ciclo paseos, bromea, informa y agradece a los más de 400 mil seguidores. “Dicen que soy un rockstar de las redes”, asegura.
Su novia le reclama porque ya suficiente ocupación tiene con las rutinas diarias de entrenamientos: una hora de gimnasia, cinco de bicicleta por parajes de Medellín, siesta y recuperación en la piscina por 20 minutos. Y, aparte, actualiza el Twitter y el Facebook. “Ella me alega porque le dedico bastante tiempo a compartir con los seguidores. Y tiene toda la razón”, agrega Rigoberto.
Más allá del gusto por interactuar, Rigoberto utiliza las redes para promocionar a sus patrocinadores y a sí mismo. Antes de cada entrenamiento, empaca tres cámaras para registrar todo. Una la lleva en el casco, otra en la moto que lo acompaña en las rutas y el otro es el celular que ya luce con la pantalla rota por las caídas en movimiento. Su álbum personal es gigante.
Y una vez en casa, elige las mejores imágenes que, en su mayoría, las ha tomado su novia, y finalmente las comparte. En Bogotá, una agencia de comunicaciones está contratada para, entre otras cosas, seleccionar ese material y difundirlo, pero Urán no lo permite casi nunca. Prefiere hacerlo por sí mismo. ‘No importa si estoy en Urrao o en Alemania, pero que no me falte mi almuerzo en coca’, trinó un día y las respuestas y réplicas se produjeron inmediatamente.
“Es increíble la acogida de la gente”, continúa Rigoberto en la charla con Señal Deportes. “El 95% son mensajes bonitos, pero me alegro por ese 5% de críticos porque qué pereza todo color rosa. ¿Sí o qué?”. Por lo general, sus trinos y fotos producen risa. Y otros pocos son nostálgicos, como este: 'Esta es mi burrita para gaminiar en Urrao. Esta bici tiene un valor especial: era la del chance'.
La acogida en Twitter, sobre todo, es descomunal. En febrero del 2014 tenía 80.000 seguidores y ahora el próximo objetivo son los 500 mil. A las convocatorias de ciclo paseos que organiza acuden miles de personas. Y a diferencia de muchos deportistas colombianos de élite, Rigoberto maneja su propia cuenta. Siempre fue así, desde que vio hace años que en el equipo Sky todos fanfarroneaban con su Twitter y se animó. Y luego se obsesionó.
Es el escarabajo con más tuits. En este campo, Nairo Quintana no lo alcanzará nunca. “Es que él es tímido. Y yo creo que de tanto molestarlo, no le queda espacio para preguntarme cómo usar el Twitter”, agrega Urán, con ese humor tan espontáneo, que le sale así sin pretensiones.
Rigoberto se escucha feliz por liderar por segunda temporada el equipo Omega, con el que este año disputará el Giro de Italia y el Tour de Francia, que será transmitido por Señal Colombia. Lo que más le gusta son los colores de su licra y que en un costado tenga estampada su cuenta de Twitter: ‘@UranRigoberto’.