Ingrid Jonker es quizás un nombre que no te suene familiar, pero que si eres apasionado por la literatura, te interesaría tener en el radar. Te contamos por qué.
Ingrid Jonker fue una escritora que nació al otro lado del mundo, cerca de Kimberley, capital de la Provincia Septentrional del Cabo, en la República Sudafricana. Una mujer que tuvo una corta pero apasionante vida que se refleja en la cinta holandesa de Paula van der Oest, 'Mariposas negras', filme que llega a nuestra pantalla para mostrar esa provocadora libertad de Jonker y para contar la complicada situación política que vivía en los años 60 el Sudáfrica del Apartheid.
Desde niña, Jonker tuvo la literatura como un camino para escapar de su soledad y de ese silencio abrumador que la rodeó después de perder a su madre y de haber sido trasladada, junto con su hermana Anna, a la casa de la tercera esposa de su indiferente padre. Dicha situación, que se fue saliendo de control, llevó a Jonker a un mundo de profunda tristeza, pero también la empujó al universo de letras desde sus seis años de edad.
A los 16 años ya Jonker se carteaba con el escritor Dirk Johannes Opperman, uno de los poetas sudafricanos en afrikáans más conocidos del mundo. Así es como comenzó a hablar no solo de sus temas personales, sino de la situación política de su país, cosa que la enfrentó fuertemente con su padre durante toda su vida ya que él, que, por cierto, es interpretado en la cinta por el actor Rutger Hauer, era miembro del parlamento responsable de la censura del Apartheid.
Los altibajos de Jonker
Las constantes depresiones y pérdidas de sentido de la realidad de Jonker, no solo la llevan a diversas clínicas psiquiátricas, sino que la trasladan de un drama a otro: entre el alcoholismo, sus errores amorosos e, incluso, los parciales abandonos a su pequeña hija, producto de su primer matrimonio fallido, van trazando el complejo camino de la escritora.
Sin embargo, Jonker es siempre alentada por la belleza de la naturaleza de Ciudad del Cabo y su eterno amor, Jack Cope, interpretado por Liam Cunningham, quien la alienta de diversas formas.
En la cinta, su poemario Rook en oker (Humo y ocre) - que finalmente gana el distinguido premio literario Afrikaanse Pers-Boekhandel - es organizado página tras página por él y su gran amigo y también escritor Uys Krige, quienes luchan por mantenerla arriba y por tenderle la mano en ése huracán sentimental que vive día tras día.
Ingrid es autodestructiva pero, a la vez, imparablemente libre, cosa que el espectador puede llegar a envidiar como resultado de la actuación impecable por parte de Carice Van Houten, quien interpreta a una mujer emotiva, pero muy fuerte.
Qué será de mí
las piedras angulares de mi corazón no sustentan ya nada
el paisaje se me ha endurecido
enconado amargado pero abiertoIngrid Jonker
El niño asesinado en Nyanga
El apartheid, que significa "separación" en afrikáans -lengua germánica derivada del neerlandés-, fue un sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia que estuvo en vigor hasta 1992 y que tenía un solo fin: conservar el poder para la minoría blanca, que correspondía al 21% de los habitantes de Sudáfrica, sobre el resto de población, que era en un 68% de raza negra y un 11% mestiza e indostana.
Desde 1953, por parte de los colonizadores británicos y holandeses, se establecieron zonas que segregaban a la población, lugares que incluían autobuses, hospitales, playas y hasta sillas en los parques que separaban los lugares que podían ser usados u ocupados por blancos y los que eran destinados para negros. Además, el tránsito de la raza negra se medía por un pase que los autorizaba a estar en uno u otro lugar.
Siendo Jonker de raza blanca, vivía desde el lado "acomodado" que le ofrecía la supuesta "superioridad de su raza", pero esto no le impedía sentirse indignada por dichas diferencias. Esto queda evidenciado en una de las escenas más fuertes del filme: el asesinato de un niño en Nyanga por dichas diferencias.
Tan fuerte fueron sus letras al respecto, que Nelson Mandela la mencionó en su primer discurso ante el Parlamento sudafricano en 1994. Aquí la voz del líder activista, político, filántropo y primer presidente sudafricano de raza negra:
El legado que dejó Jonker
* En materia musical se han creado diferentes canciones con sus poemas por parte de Laurika Rauch, Anneli van Rooyen y Chris Chameleon quien con su álbum Ek Herhaal Jou incluyó temas como Bitterbessie Dagbreek o Lied van die gebreekte Riete.
* Sus libros han sido traducidos a diferentes idiomas.
* En su honor fue creado el premio anual Ingrid Jonker en 1965 que premia al mejor escritor en inglés o afrikáans.
* Fue creada la obra de teatro Opdrag: Ingrid Jonker protagonizada por Jana Cilliers en 2002, además del documental realizado por la sudafricana Helena Nogueira llamado Ingrid Jonker, her lives and Time, además del filme Black butterflies, del que hablamos en este artículo.
* El gobierno sudafricano le otorgó la Orden de Ikhamanga por parte del presidente del país gracias a "su excelente contribución a la literatura y compromiso en la lucha por los derechos humanos en Sudáfrica".