Aunque debido a la incursión militar de Rusia en Ucrania el mundo ha puesto los ojos en dicha región del globo, este conflicto ha tenido a las dos naciones enfrentadas desde hace varios años, pues existe una disputa entre ellos que se ha librado -incluso de manera interna en Ucrania- sobre si ese país debería o no anexarse a Rusia.
Más allá del horror del conflicto bélico, que se torna cada vez más tenso entre más actores del globo entran en el juego de la disputa geopolítica, estas dos naciones comparten estrechos lazos culturales que las unen pero que también las separan.
Esto se debe, entre otras razones, a que los dos países surgieron tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que existió cerca de 68 años antes de ser dividida, y que fue para muchos de esos países el primer Gobierno moderno después del Imperio Ruso.
Por eso, te contamos sobre algunos lazos culturales que comparten estas naciones que hoy en día están en la mirada del mundo, y que esperamos puedan resolver pronto sus diferencias por la vía pacífica.
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5 lazos culturales entre Rusia y Ucrania
La Rus de Kiev
Para comprender sus lazos culturales hay que empezar por el principio, los orígenes de las dos naciones.
Los actuales pueblos de Bielorrusia, Ucrania y Rusia, además de otros grupos étnicos eslavos, se identifican con la Rus de Kiev, una federación de tribus eslavas orientales que tuvo vigencia desde finales del siglo IX hasta mediados del XIII, como el origen de su legado cultural.
La Rus de Kiev tiene sus orígenes en la fundación de la dinastía rúrika, a la cual perteneció el príncipe Oleg, quien en el año extendió su control de Nóvgorod (hoy en día ubicada en Rusia) hacia el valle del río Dniéper que se extiende hasta lo que hoy es Ucrania, y que con el fin de proteger el comercio de incursiones enemigas en el este trasladó su capital a Kiev, la actual capital ucraniana.
Una vez empezaron “las cruzadas” (una serie de guerras religiosas que acaecieron durante la edad media), se provocó un cambio en las rutas comerciales europeas que aceleró el declive de Kiev.
Con el declive, la Rus de Kiev se escindió en varios principados y algunos grandes centros regionales como Nóvgorod, Vladímir-Súzdal, Rutenia, Pereyáslavl, entre otros. Los habitantes de estos centros regionales darían lugar con el tiempo a tres nacionalidades: la ucraniana en el sureste y suroeste, la bielorrusa en el noroeste y la rusa en el norte y noreste.
Así, Kiev, la actual capital ucraniana, era el centro del primer Estado eslavo, creado por un grupo de escandinavos que se hacían llamar Rus. Dicho gran Estado medieval fue el origen tanto de Ucrania como de Rusia.
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Bandera de Kiev
El idioma
Fue a partir de la gran cantidad de dialectos eslavos orientales que se hablaban en el territorio donde se ubican estas dos naciones que eventualmente se desarrollaron los idiomas ucraniano, bielorruso y ruso.
Aunque en la actualidad el idioma oficial de Ucrania es el ucraniano, una de la lenguas más habladas en ese país es el ruso. Por ejemplo, en Kiev, capital de Ucrania, el ruso es el segundo idioma con mayor popularidad.
Para quienes no dominamos dichas lenguas, los dos idiomas podrían parecer el mismo, pero lo cierto es que el ucraniano emplea una variante del alfabeto cirílico, mientras el ruso utiliza una variante distinta que los diferencia incluso en la forma en la que adoptaron dogmas religiosos.
Pero en 2019 este punto se tornó más importante para Ucrania, pues el Gobierno inició cambios legislativos para dar mayor importancia a su idioma natal, el ucraniano, como una medida de reconocimiento a sus raíces y para apartarse de Rusia.
En la actualidad, en Ucrania se promueve con vigor que las personas organicen eventos culturales en ucraniano, y se insta a las editoriales a publicar al menos 50% de sus textos en dicha lengua. Algo no muy diferente ocurre con los contenidos televisivos, y en fin, en muchos aspectos de la vida cotidiana donde el idioma refuerza una identidad separada de Rusia a pesar de sus raíces en común.
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Shamil Sabírov, campeón olímpico ruso de boxeo en la categoría minimosca en los olímpicos 1980.
El boxeo
De la misma manera que para América Latina el fútbol es un común denominador casi de orden cultural, el pugilismo cobra una especial importancia para estos países, los cuáles son considerados potencia en el mundo del boxeo.
Los países no democráticos como la antigua Unión Soviética o Cuba dieron una especial importancia a los deportes Olímpicos, entre ellos al boxeo, pues los deportes de combate y los logros Olímpicos eran considerados por estas naciones como una forma de propaganda que resaltaban las excelencias de sus regímenes.
El boxeo soviético fue, sin duda alguna, uno de los deportes más destacados del bloque socialista. Cada país del bloque desarrolló estilos propios, así como la escuela cubana, que destaca en el medallero pugilístico de los olímpicos incluso por encima de países como México, donde por poco es considerado un deporte nacional.
En la actualidad, las antiguas repúblicas soviéticas, reinan en el medallero olímpico, incluyendo a Ucrania y Kazakhstan, dos países que han producido algunos de los boxeadores más destacados de la historia y aún en la actualidad, como, Serik Sapiev, Wladimir Klitschko, Oleksandr Usyk o Gennadi Golovkin.
La importancia del boxeo en estos países es tal que, por ejemplo en 2013 un pleito de boxeo en Rusia fue la transmisión más vista por televisión ese año, superando al desfile del Día de la Victoria que tiene lugar en Moscú o cualquier partido de fútbol clasificatorio al mundial.
En aquella ocasión el combate entre el ucraniano Wladimir Klitschko y el ruso Alexander Povetkin significaba mucho más que un simple combate de boxeo, como sucedió con el encuentro en los cuartos de final del Mundial de Fútbol México 1986 entre Argentina e Inglaterra, que fue también una especie de encuentro entre dos naciones que apenas cuatro años atrás había estado en guerra por Las Malvinas.
No es de extrañarse que alguno de los pugilistas de Rusia y Ucrania se hayan pronunciado a favor de sus países, sino que en el caso de Ucrania cuatro de los más destacados boxeadores de su historia decidieron unirse a las fuerzas armadas ucranianas tras la invasión rusa.
Así mientras Povetkin ha expresado públicamente su apoyo a la incursión rusa, los hermanos Klitschko, Vasyl Lomachenko y Oleksandr Usyk, los dos últimos campeones del mundo en su respectiva categoría, hicieron noticia porque regresaron a su país para empuñar un rifle.
El Borsch
La gastronomía es un punto infaltable en las expresiones culturales de cualquier nación. Por eso, de la misma forma es que en Latinoamérica varias naciones tienen en común preparaciones gastronómicas como las arepas o las empanadas, Rusia y Ucrania comparten raíces culinarias.
El plato más importante en Ucrania es el borscht, tanto que lo consideran patrimonio inmaterial del país. Sin embargo, Rusia también ha querido hacerse con el crédito por el borscht, una abundante sopa con carne, remolacha y verduras servidos con bollos de ajo llamados pampushky.
De origen campesino, el ‘borsch’ hizo camino hasta la corte imperial rusa, siendo uno de los platos favoritos de algunos zares, y según se dice, hasta el espacio se servía entubada como parte de la dieta de los tripulantes rusos de la Estación Espacial Internacional.
Ucrania alega que han sido los emigrantes ucranianos los que la han dado a conocer en el mundo, pero desde Rusia se alega que que cuando se creó no existían ni Rusia ni Ucrania, sino el reino eslavo de la Rus de Kiev, por lo que por lo mínimo vendría siendo de los dos países.
No obstante, Ucrania pidió en 2021 a la Unesco su reconocimiento como patrimonio cultural inmaterial para poner punto final al debate.
Museo del Vodka, Rusia. Wikimedia Commons.
El Vodka
Desde luego, las bebidas espirituosas y su inclinación popular hacia alguna de ellas es una característica cultural, y en este caso no es la excepción. Rusia y Ucrania hacen parte de los países que se debaten el origen del vodka, aunque en ucraniano se conoce como horilka.
Esta bebida destilada se produce a través de la fermentación de granos y otras plantas ricas en almidón, y normalmente el contenido de alcohol del vodka se encuentra entre 37 y 50 grados de alcohol; pero el vodka lituano, ucraniano, ruso y polaco clásico contiene 40 grados de alcohol.
En Bielorrusia, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia, Rusia, Suecia y Ucrania, la bebida se toma sola y sin mezclar, sirviéndose en vasos bien fríos y acompañada a menudo de comida.
El vodka goza de gran popularidad y prestigio en los países escandinavos, pero se ha expandido por el mundo, siendo la compañía sueca Absolut, la finlandesa Finlandia y la ucraniana Nemiroff, algunas de las marcas más prestigiosas para muchos degustadores de esta bebida.