"O te callas o te mato", dice el cineasta colombiano Felipe Aljure al describir la situación en la que se encontró Mauricio Lezama en mayo de 2019, cuando fue asesinado en Arauca.
Mauricio Lezama le dedicó su vida al oficio de contar historias y le apostó a la transformación social a través del cine. Su asesinato generó un shock generalizado en la instustria audiovisual colombiana.
Lezama fue gestor cultural, productor, consejero departamental, cinematógrafo, actor, director y maestro. Cuando fue asesinado realizaba un casting para narrar la historia de "Mayo", una película sobre los sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica.
Aljure, entre muchos otros amigos y familiares de Lezama, le rinden un sentido homenaje en el documental Lez-Ama, Vivir Filmando y reflexionan sobre qué es el cine, por qué hacerlo y la diferencia entre narrar en las ciudades y las periferias de un país donde cada tres días es asesinado un líder social.
Vivir soñando también es un homenaje a todos aquellos que trabajan anónimamente desde el cine popular en un país donde hacer cine se puede considerar un lujo, pero muchos se empeñan en vivir filmando.
Lez-Ama, Vivir Filmando es una coproducción de Yagé Producciones con Señal Colombia dirigido por la cineasta española Mónica Moya. Ella y su equipo lograron recopilar materiales inéditos para reconstruir un conmovedor relato que adquiere un gran valor y significado para nuestras presentes y futuras generaciones de cineastas.
El documental incluyó grabaciones personales, entrevistas con familiares, amigos y testimonios de directores de cine de tan diversos orígenes, que permitió reconstruir su historia desde distintos puntos de vista, contextos y perspectivas.
Pero, además, este proyecto incluye un componente multiplataforma de documental expandido, es decir, pone a disposición del público un conjunto de contenidos adicionales y recursos interactivos en la web vivir-filmando.com