Una historia inspiradora sobre abandonar la niñez y atreverse a vivir de manera independiente es Kiki, la hechicera, también conocida como Kiki: entregas a domicilios, la quinta película de la reconocida productora de cine de animación japonesa Studio Ghibli.
Escrita y dirigida por el mítico Hayao Miyazaki, Kiki, la hechicera cuenta las aventuras de la pequeña bruja Kiki, basadas en la novela infantil homónima de la escritora nipona Eiko Kadono.
En esta obra, Miyazaki muestra la transición que vive Kiki de la infancia hacia la vida adulta.
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Aventura y fantasía, el sello de Studio Ghibli con Kiki, la hechicera
Kiki, la hechicera, narra las aventuras de Kiki, quien debe abandonar por un año su hogar para buscar un nuevo lugar donde vivir en otra ciudad, de acuerdo con la tradición de las brujas.
En esta aventura Kiki tiene que vérselas por sí sola para sobrevivir al mundo, teniendo así que buscar alojamiento, ingresos para sus gastos y todo el trabajo que eso conlleva.
Con su escoba voladora y con apenas 13 años, Kiki se abre camino por los cielos en la búsqueda de una nueva ciudad para vivir, acompañada de su gato negro llamado Jiji.
La fantasía del estudio fundado por Miyazaki junto a Isao Takahata y Toshio Sozuki empieza a relucir desde el principio, pues la realidad se entremezcla con elementos de la fantasía, como la magia y la interacción con los animales como si se tratara de seres con características humanas como la capacidad para tener conversaciones o comprender situaciones humanas complejas.
Por avatares del destino Kiki llega a lo que ella consideraba su ciudad ideal, pero pronto cae en cuenta que sus habitantes no son las personas amables con las que se hubiera querido encontrar.
Su llegada a la ciudad no es fácil: Kiki siente que se encuentra en un lugar repleto de gente egoísta y vehículos circulando sin precaución, es maltratada por la policía, acosada por un muchacho que va en bici y que ha quedado fascinado con ella, y además no le permiten alojarse en un hotel.
Aunque el comienzo no ha sido fácil Kiki se las ingenia para conseguir un trabajo como repartidora que le va abriendo camino a las cosas buenas que ofrece su nueva ciudad, como la capacidad de hacer nuevos amigos como la panadera Osono, o Tombo, el pequeño de la bicicleta voladora y con quien hará fuertes lazos de amistad.
Todo cambiará cuando Kiki se ve abrumada por la experiencia y empieza a perder sus poderes. Sin embargo, descubre que muy pocas cosas en la vida no tienen solución y con la ayuda del azar y su corazón no sólo recuperará sus poderes sino que también se hará con el respeto de los habitantes de la ciudad.
No te pierdas por Señal Colombia la película Kiki, la hechicera, una historia con el sello de Hayao Miyazaki y Studio Ghibli.
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