Sin mover los labios (2017) es una película dramática dirigida por el cineasta bogotano Carlos Osuna, ganadora de tres reconocimientos en los Premios Macondo, otorgados por la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Protagonizada por Giancarlo Chiappe, Álvaro Bayona, Consuelo Luzardo, Marcela Benjumea, Margarita Ortega y Álvaro Rodríguez, Sin mover los labios también fue ganadora del premio nacional a la Producción de Largometrajes de Ficción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico.
Sin mover los labios, ambientada con música de Marius Lange, cuenta la historia de un hombre que trabaja en un call center durante el día y que por las noches ejerce como ventrílocuo, un oficio que practica obligado por su madre desde pequeño y en el que es bastante deficiente.
Carlos, un ventrílocuo que pierde el control de sí mismo en Sin mover los labios
Sin mover los labios es protagonizada por Carlos, un hombre de 45 años que vive con su madre, con quien tiene una extraña relación de fuerte dependencia y con quien pasa sus días viendo telenovelas de baja factura.
De día trabaja en un call center, pero en la noche se transforma en uno de los peores ventrílocuos que ha visto la historia del entretenimiento.
A su vez, mantiene una relación amorosa con una mujer profundamente aburrida, con la cual parece estar más por inercia que por verdadera voluntad. Su vida parece un espiral sin fin que lo tiene atrapado sin remedio.
Pero su vida sufre un giro dramático cuando un día, de repente, su madre muere y lo deja solo.
La partida de su madre parece significar para él una especie de liberación, la cual lejos de transformarlo en una mejor persona, en realidad ahonda su profunda degradación hasta el punto del desvarío.
Tras la muerte de su madre, Carlos empieza a frecuentar el bar de su mejor amigo, donde para sobrellevar su aburrida vida busca refugio en la cocaína y la compañía de trabajadoras sexuales.
Rápidamente, Sin mover los labios pasa de ser una película sobre la aburrida vida de un pésimo ventrílocuo a un viaje psicotrópico que raya con el delirio y la violencia audiovisual.
La película, presentada a blanco y negro, muestra cómo Carlos, intentando deshacerse de su pasado se ve atrapado en un frenesí surreal que lo llevará a convertirse en un hombre pollo.
No te pierdas por Señal Colombia Sin mover los labios, una película que hizo parte de la selección de encuentros cinematográficos como el Festival Internacional de Cine de Cartagena FICCI, el Festival de Cine de Estocolmo, Suecia, y Festival Internacional de Cine en Guadalajara, México.
