5 canciones de Rubén Blades para cantar en el Festival Cordillera
12 / 05 / 2025

5 canciones de Rubén Blades que debes cantar en el Festival Cordillera


Por Lorena Rojas Sarmiento
Lorena Rojas Sarmiento
12 / 05 / 2025
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Ruben Blades no solo es un ícono de la salsa, con su voz y sus letras ha hecho historia al convertirse en un cronista del barrio, un poeta del Caribe y uno de los artistas más destacados de América Latina. Además de hacer música, es actor, abogado y político, su legado trasciende generaciones y su show en el Festival Cordillera será memorable.

El artista panameño Rubén Blades será uno de los headliners del Festival Cordillera 2025, evento que se realizará los próximos 13 y 14 de septiembre en el parque Simón Bolívar de Bogotá. 

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Rubén Blades: salsa, política y conciencia social

Ruben Blades nació en Ciudad de Panamá el 16 de julio de 1948, su padre era colombiano y su madre cubana y ambos compartían una importante historia con el arte, ella tocaba piano y cantaba y él era percusionista.

Ruben Blades creció entre discos de Benny Moré, películas de Hollywood y una fuerte conciencia social que le inculcaron sus padres en casa. Esa mezcla de arte, disciplina y raíces caribeñas sentó las bases de una prolífica carrera en la música.

De hecho, su abuela, Emma Blades, quien era espiritualista, rosacruz, pintora, poetisa y feminista le enseñó a leer y a estar en contacto con diversas formas de pensamiento, según el músico “ella me inculcó el sentido de la justicia donde todos podemos ser parte de la solución”.

Ruben Blades estudió Derecho en la Universidad de Panamá y luego obtuvo una maestría en Derecho Internacional en Harvard. Pero su verdadera revolución la ha hecho a través de la música.

Uno de los sucesos que más lo impactó en su juventud fue, a sus 15 años, el 9 de enero de 1964, cuando soldados estadounidenses y policías que resguardaban el Canal de Panamá asesinaron e hirieron a estudiantes y civiles.

“Hasta 1964 yo había sido totalmente proyanqui, en música, en gustos, en todo. Pero estos sucesos me hicieron abrir los ojos y muchos como yo, empezamos a hacernos preguntas de índole sociopolítica", mencionó Blades.

La revolución salsera con Fania

En 1969 participó en un disco con el grupo panameño Los Salvajes del Ritmo, pero su debut en la música fue en 1970 con el disco De Panamá a New York/From Panama to New York, ya que luego de culminar sus estudios en Panamá, se mudó a Miami y luego a Nueva York, donde buscó la forma de conectarse con la industria musical.

Cuando la compañía discográfica Fania lo contrató en el servicio de correas de la empresa, pudo tener contacto de primera mano con los artistas más importantes del sello en aquel entonces, como lo eran Richie Ray y Bobby Cruz, Ismael Miranda, Roberto Roena y Bobby Rodríguez, quienes cantaron canciones escritas por Blades.

Con el tiempo, se convirtió en una de las figuras clave del sello, ya que Ray Barreto estaba buscando un vocalista para su orquesta y luego de que hizo la audición Blades quedó elegido.

Su alianza con Willie Colón dio vida a Siembra (1978), uno de los discos más importantes de la salsa. De allí salieron clásicos como Plástico y Pedro Navaja, canciones que mezclaban ritmos bailables con letras cargadas de crítica social, ironía y narrativas dignas de una novela.

Tras su inconformidad con el trato que recibió por parte de Fania Records, inició su camino como solista bajo el sello Elektra Records y experimentó creando discos que combinaban salsa, jazz, rock latino y pop, que se caracterizaban por su fuerte contenido social y político.

Ruben Blades La Fania

Buscando América (1984): el inicio de una nueva era

Este disco marca un antes y un después. Fue el primero que grabó con su propia banda, Seis del Solar, y se convirtió en un manifiesto musical de conciencia latinoamericana. Canciones como Desapariciones y Decisiones abordan la represión política, los dilemas éticos y la desigualdad.

Durante las décadas de los 80 y 90, Rubén Blades exploró diversos géneros sin dejar de lado la salsa. Escenas (1985), Agua de Luna (1987), Nothing But the Truth (1988) o Caminando (1991) muestran su enorme rango creativo. En Caminando, Blades ya apuntaba hacia su sueño político y ético para América Latina, que más tarde cristalizaría en su candidatura presidencial en Panamá.

Amor y control (1992)

Este disco es uno de sus trabajos más emotivos. La canción que le da nombre narra la historia de una madre que despide a su hijo fallecido por VIH. Aquí toca temas de familia, enfermedad, perdón y amor con una sensibilidad única. Es un disco más introspectivo, pero igualmente poderoso.

Pausa musical y regreso

A finales de los 90 y comienzos de los 2000, Blades redujo su actividad musical para centrarse en su carrera política y luego en su gestión como Ministro de Turismo de Panamá (2004–2009). Sin embargo, volvió con fuerza con discos como Mundo (2002), nominado al Grammy, Cantares del Subdesarrollo (2009) y Salsa Big Band (2017), el cual le valió múltiples Latin Grammy.

Un legado que no se detiene

A lo largo de su carrera como solista, Rubén Blades ha sabido mantener la esencia de cronista social, sin dejar de reinventarse. Sus giras siguen siendo multitudinarias, y sus discos siguen desafiando lo que se espera de un salsero. En los últimos años, ha colaborado con artistas de nuevas generaciones como Residente y ha mantenido una relación muy viva con sus seguidores a través de sus escritos y redes sociales.

Rubén fue pionero en darle a la salsa una dimensión literaria y política. Si antes se hablaba solo de amor y desamor, él trajo al barrio, al trabajador explotado, al migrante, al político corrupto y al soñador.

Las múltiples facetas del artista: cine, televisión y política

Blades también ha brillado como actor. Ha trabajado con directores como Robert Redford, Ridley Scott y Spike Lee. Ha participado en películas como The Milagro Beanfield War, Safe House y Hands of Stone, además de series como Fear the Walking Dead.

Pero su compromiso con la realidad latinoamericana no se ha quedado en el arte. En 1994 se postuló a la presidencia de Panamá con el partido Papa Egoró, logrando un tercer lugar muy significativo. Años después, fue ministro de Turismo de su país. 

Más allá de su música, Rubén Blades es un intelectual. Ha escrito ensayos, tiene un blog activo donde reflexiona sobre política, cultura y ética, y ha sido conferencista en universidades de todo el mundo. Su obra busca una América Latina más justa, más libre y más despierta.

Premios y reconocimientos

Blades ha ganado múltiples premios Grammy y Latin Grammy, incluyendo el Grammy al Álbum del Año por Salsa Big Band (2017). En 2021 fue reconocido como Persona del Año por la Academia Latina de la Grabación. Su impacto ha sido tal que incluso Barack Obama lo nombró como uno de sus artistas favoritos.

Estas son las 5 canciones de Rubén Blades que debes cantar en el Cordillera

El legado de Ruben Blades trasciende géneros y generaciones, por eso, aquí te dejamos 5 canciones que deberías aprenderte para cantar a todo pulmón en el Festival Cordillera.

1. Pedro Navaja

Lanzada en 1978 como parte del disco Siembra (junto a Willie Colón), esta canción es una obra maestra del realismo urbano. Inspirada en Mack the Knife de Bertolt Brecht, Rubén Blades creó un personaje icónico del barrio latino: un ladrón con sombrero, navaja y una mala racha. La canción combina salsa con narración cinematográfica, y tiene un giro final que sigue sorprendiendo.

2. Plástico

Es la canción que abre Siembra y que arranca engañosamente con una crítica a “la rubia de plástico” y el “niño de papá”. Pero pronto se convierte en una arenga contra los estereotipos, el racismo, el clasismo y la pérdida de identidad. Es también un homenaje a América Latina, por eso Blades menciona: ¡Que viva la gente nuestra, la raza latina!.

3. Decisiones

Hace parte del álbum Buscando América (1984), Decisiones es un retrato ácido y sabroso de la vida cotidiana. Tres historias distintas con  tres dilemas morales y un estribillo inolvidable, con un ritmo contagioso, reflexión social y humor inteligente.

4. Todos vuelven

Si bien esta canción no es de su autoría, es original de César Miró, Rubén Blades la adoptó como propia y la convirtió en uno de sus momentos más emotivos en escena. La ha cantado con orquestas sinfónicas, con Seis del Solar. Es una oda a la nostalgia del regreso, a la memoria y al arraigo.

5. Patria

Compuesta por Blades y estrenada en el disco Caminando (1991), esta canción se volvió un símbolo de identidad y resistencia en varios países de Latinoamérica. Habla de una patria no idealizada, sino real, con sus dolores y su esperanza. En conciertos, suele dedicarla a quienes luchan por mejorar sus países. Es una de las canciones más sentidas de su repertorio y tiene un lugar asegurado en cualquier encuentro de corazones latinoamericanos como el Cordillera.

¿Por qué Rubén Blades es imperdible en el Festival Cordillera 2025?

El Festival Cordillera se ha convertido en un espacio clave para celebrar la música y la identidad latinoamericana. Rubén Blades, con su salsa pensante, sus letras comprometidas y su talento escénico, representa como pocos ese espíritu. Su presentación será un viaje por la historia musical de nuestra región, cargado de ritmo, reflexión y emoción.