Ciudades a Contraluz
09 / 01 / 2018

Un recorrido por cuatro 'Ciudades a contraluz'


Por Paola Arcila Perdomo
Paola Arcila Perdomo
09 / 01 / 2018
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El documental 'Ciudades a contraluz', dirigido por Francesc Relea, llega para mostrarnos el alma de cuatro ciudades cuyo nombre nos hace recordar la idea de destrucción y dolor que vivieron en la década de los 90. Hoy, estas mismas ciudades son ejemplo de un renacimiento de las cenizas y de reconstrucción de una nueva sociedad.

Los lugares que veremos en el documental si bien cargan una historia de sufrimientos inimaginables, también son admirables por recuperarse minuto a minuto mostrando una cara renovada y un mejor futuro en el ambiente, donde decenas de sentimientos entran en juego como el perdón, la resiliencia, la empatía y la lucha día a día.

Kigali, Sarajevo, Beirut y Medellín son ciudades que vivían en las tinieblas pero que hoy muestran una transformación en su estructura, planificación urbana y transporte público, entre otros tantos aspectos. Sin duda, un reflejo del espítitu de quienes habitan estos espacios, sujetos que son ejemplo de lucha, de diálogo, de conciliación y de optimismo que nos refleja en distinta medida los grandes desafíos que enfrentamos en el mundo.

 

 

Beirut (Líbano)

Beirut ha sido durante décadas un epicentro de los conflictos en Oriente Medio, un campo de batalla entre enemigos irreconciliables en donde sus habitantes siempre son los que aguantan la debacle de la guerra. Atrapados en esa esquizofrenia del combate, los habitantes de Beirut conforman una ciudad vibrante que es capaz de alejar el odio y la intolerancia en su diario vivir.

Y es que no hay mejor muestra de respeto y tolerancia por el otro que ejercer un deporte, es así como los beirutíes organizan año tras año una maratón por la paz, aquí escucharemos la historia de Hazim Al Ahmad de 22 años, atleta y refugiado sirio que huyó de la guerra para construir una nueva vida y veremos también el gran ejemplo de May El Khalil quien fundó la maratón en 2003 movilizando a miles de corredores por la paz y creando cientos de ilusiones cada año.

 

Kigali (Ruanda)

Los habitantes de Kigali fueron víctimas del genocidio en Ruanda, un intento de exterminio de la población tutsi por parte del gobierno hutu en el año de 1994, exterminio que eliminó de la faz de la tierra al 75% de la población tutsi. El resultado fue de un millón de personas muertas a machetazos y millones de dolorosas secuelas y heridas que aún están abiertas.

Es justo aquí cuando la población pedalea por recuperarse y el ciclismo es un bello ejemplo de reconciliación, así nace el Team Ruanda un grupo de ciclistas que se crea después del genocidio pero que hoy no solo muestran una imagen diferente del país sino que nos demuestran que sonreír de nuevo es posible.

 

Medellín (Colombia)

Medellín era calificada hace 20 años la ciudad más violenta del mundo y estaba atrapada en los años 90 en una espiral de violencia con distintos actores entre los que estaban los narcotraficantes, la guerrilla, los paramilitares y la policía. Un panorama bastante oscuro en aquel momento.

Pero ha sido la música y la cultura lo que ha cambiado la perspectiva y estructura social de la ciudad, como gran ejemplo está José David Medina, un hombre de 37 años y gestor cultural que asegura que el arte lo salvó de ser reclutado por los grupos armados, Henry Arteaga de 30 años quien es rapero del barrio Aranjuez y líder del grupo musical 'Crew peligrosos' o Jeison Castaño, rapero de la comuna 13 quien fue elegido uno de los 30 líderes locales más influyentes en 2012, todos ellos y muchos más son parte del renacimiento de la ciudad que ha sido crucial en la disminución de la violencia y la delincuencia a gran escala. Lugares en que los pandilleros siguen activos, pero que han dejado de ser los amos y señores del barrio.

 

Sarajevo (Bosnia-Herzegovina)

Sarajevo padeció el asedio más prolongado del siglo XX en la historia de la guerra moderna, dicho lugar fue cercado por las fuerzas de la autoproclamada República Srpska y el Ejército Popular Yugoslavo durante de la guerra de Bosnia entre el 5 de abril de 1992 hasta el 29 de febrero de 1996. El resultado, más de 10.000 personas muertas y aproximadamente 50.000 seres humanos heridos, en su mayoría y por sobrada diferencia, civiles.

Durante el asedio a Sarajevo la pista del Monte Igman fue la única via de acceso a la ciudad de personas, viveres y pertrechos militares. La guerra que estalló tras la desintegración de Yugoslavia nos mostró que en aquella época bosnios, serbios y croatas no pudieron subsistir juntos. Es así como nos lo relata Ines Tanovic de 51 años quien es directora de cine y quien nos presenta un enfoque bastante interesante de su renacimiento y el de su ciudad.

Sejla Lajlani de 20 años, por su parte, es una estudiante de cine que si bien no vivió la época de la guerra sí experimenta la consevación de la memoria y ve una ciudad naciente con mucha energía, un ejemplo claro de esto fue el nacimiento y mantenimiento del Festival de Cine de Sarajevo creado por Haris Pasovic. En esencia, declaraciones de varias personas que hablan del cine como curador de almas.