La miniserie El ciego de oro llega para darnos una lección sobre la magia de la voz, el amor por la música y la discapacidad visual.
Protagonizada por Jhonatan Rosero y dirigida por Luis Alberto Garavito, El ciego de oro cuenta la vida del reconocido locutor radial Libardo González Escobar.
La serie, interpretada por los actores invidentes Camilo Andrés Garnica, José Bandera y el mismo Rosero, y un reparto encabezado por Raúl Mora, María Patricia Cárdenas y la actriz infantil Danna Sofía Gil, narra a manera biográfica cómo González Escobar pasó de ser el hijo de un vendedor de lotería a una de las voces más reconocidas del país.
A lo largo de los capítulos de esta miniserie veremos cómo el famoso locutor se apasionó por la radio, pero también tuvo la firme convicción de que la falta de visión no era una limitante para alcanzar sus sueños.
Con el tiempo se convertiría no solo en conductor de reconocidos espacios como Recordando el ayer, Argentina canta, Mañanitas colombianas y Cantar campesino, sino también en uno de los más grandes coleccionistas de música colombiana y de tango en Colombia.
La producción, además de estar protagonizada por auténticos ciegos, también está hecha para público con discapacidad visual y cuenta con audiodescripción, es decir, una narración paralela que describe las imágenes que aparecen en pantalla.
¿Quién fue el "ciego de oro"?
Libardo González Escobar, conocido como el "ciego de oro", fue una de las voces legendarias de la época dorada de la radio colombiana. Nació en Concordia, Antioquia, en 1929, cuando el mundo sufría la primera gran recesión económica.
Desde temprano, cuando todavía era un niño, empezó su labor radial, principalmente orientada a la divulgación del tango, la música colombiana de cuerda y la música clásica.
Su audiencia le tenía especial aprecio porque daba a conocer detalles de la historia de estos géneros musicales tradicionales en aquel momento, así como de la producción discográfica relacionada.
La invidencia no era impedimento para que enriqueciera sus parlamentos, pues se dice que tenía una memoria prodigiosa.
De acuerdo con Señal Memoria, era habitual que los oyentes se enteraran, entre canción y canción, de datos de cada producción, información sobre una u otra versión y aspectos poco convencionales de la biografía de compositores e intérpretes.
De esta manera, González Escobar llegó a miles hogares colombianos con programas como Recordando el ayer, Argentina canta, Mañanitas colombianas o Cantar campesino, pero también promovió importantes campañas de servicio social para ayuda a comunidades de bajos recursos.
Pasó por importantes emisoras de radio colombianas, como Sonorama, Radio Metropolitana, Radio Cordillera, La Cachaca, Radio Santafé, Melodía, Orientación, Nuevo continente, Mariana y por último Radio Súper, donde dejaba a sus oyentes interesantes sesiones sobre la "música vieja" con música proveniente de su descomunal fonoteca personal.
Libardo González Escobar se atrevió a hacer algo que para algunos podría resultar insólito: proponer que la llamada música clásica también podía ser asunto de la radio popular e incluso podía llegar a ser del gusto popular.
