Diciembre llega con las tradiciones que en muchos de los hogares colombianos se celebran para celebrar la navidad. Desde las poderosas cenas con buñuelo y natilla hasta la lectura de la novena de aguinaldos frente al árbol de navidad y el pesebre son algunos de los acontecimientos que se ven sin falta todos los años.
La novena de aguinaldos, por ejemplo, reúne a grandes y chicos para hacer un ritual de espera a la llegada de la noche buena, o como se llama en la cultura popular colombiana, a la llegada del “Niño Dios” (la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, una de las manifestaciones de la Santísima trinidad del Dios católico).
Aunque se lee año a año muchas de las frases de sus “gozos” están cargados de frases crípticas que, a la luz del entendimiento, pueden quitarnos el sueño. Muchos las repiten, pero tal vez pocos están seguros de su significado.
Como no es de sabios repetir palabras sin comprenderlas, hoy traemos una breve traducción simultánea de algunas de las frases más complicadas de gozos de la tradicional novena navideña.
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Significado de los gozos en la novena de aguinaldos
- ¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro!
Esta frase celebra que la sabiduría del Dios católico, por inconmensurable y santa que pueda ser, ha sido llevada a la aparente pequeñez de un niño recién nacido.
- ¡Oh, Adonaí potente que a Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos!, ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte brazo!
Adonaí es uno de los nombres propios de Dios en el judaísmo. Aquí se recuerda que Dios le dejó los 10 mandamientos a Moisés, otro gran profeta en el Antiguo Testamento. El gozo exhorta a Dios para que vuelva pronto a rescatar a la humanidad de sus pecados, aunque sea en forma de un pequeño niño que será muy poderoso.
- ¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado lirio de los valles, bella flor del campo!
Jesé fue el padre del Rey David, un eslabón en la línea genealógica desde Abrahán hasta Jesús en el antiguo testamento. De él y sus precursores es la raíz del pueblo judío, del cual hizo parte Jesucristo, y por eso se le considera “raíz sagrada”.
Jesé, desde lo alto presenta a la tierra el fruto de su descendencia, la cual adorna el ambiente con la fragancia del nardo, una codiciada planta de cuyas raíces se confeccionaba un perfume muy apreciado en el Oriente y que es mencionada con frecuencia en la biblia. Jesús, de esta manera, es exaltado como uno de los frutos más exquisitos de la creación.
- ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
En este apartado, los gozos se refieren al Niño Dios como la llave del Rey David para que la humanidad pueda ser perdonada y pueda acceder al Edén (el paraíso), de donde fueron desterrados Adán y Eva por el pecado original.
- ¡Oh lumbre de oriente, Sol de eternos rayos, que entre las tinieblas, tu esplendor veamos! ¡Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios!
La lumbre del oriente alude al sol. Aquí el primogénito de Dios es quién representa la luz en medio de las tinieblas. Jesús es una luz tan potente como la del sol, el cual en la antigüedad era muy bien valorado especialmente durante el solsticio de invierno, momento que marca el comienzo del verano, época en la que los días son más largos y el sol ilumina por más tiempo.
- ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas, con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
En este apartado de los gozos se exalta a Jesús como Rey de las naciones, el anhelo del pueblo de Israel y de quien fue avisado a la Virgen María de su designio divino como madre de Jesús por el ángel Emmanuel.
Jesús es el máximo pastor de pastores, y la humanidad su rebaño, sin distinción entre quienes se resisten y quienes no. El cayado es el bastón largo, curvo en la parte superior, con el que eran conducidos los animales que cuidaban aquellos que se dedicaban a oficio pastoril, y que hace una parte importante de la simbología bíblica.
- ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto, bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven, hermoso Niño, ven, Dios humanado luce, hermosa estrella, brota, flor del campo!
Esta frase hace referencia a una profecía de Isaías, según la cual del cielo descendería el Mesías. Jesús es el rocío que hace bien a la tierra y la hace florecer.
- ¡Ven, que ya María, previene sus brazos, do su Niño vean en tiempo cercano! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
Es importante empezar por entender de qué va el “do” de la primera parte de este fragmento. “Do” es el apócope (supresión o pérdida de uno o más sonidos en posición final de palabra) de “donde”, por lo que el gozo aclama al niño Dios para que tan pronto como sea posible llegue a los brazos de María y al cuidado de su padre putativo José.
- ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!
Este gozo continúa la alabanza a los dotes de Jesús como salvador del débil y el desvalido.
