Con una gran fortaleza mental, esa que caracteriza a los triunfadores, Fernando Gaviria se repuso de las frustraciones de las dos primeras etapas del Giro de Italia, que en palabras de él no fueron buenas, y se impuso en el ‘sprint’ de la etapa entre Tortolì y Cagliari, ganando la etapa. Dicha victoria le entregó la camisa rosada que identifica al líder de la clasificación general y la camiseta blanca del mejor joven.
“Queríamos el ‘maillot’ rosado, que desde el primer día lo veníamos buscando, pero los demás corredores estaban muy fuertes. Hoy fuimos nosotros y nos vamos al descanso con la malla rosa”, manifestó el pedalista colombiano.
“Estaba muy aburrido porque las piernas no me respondían. Me costó mucho subir, a pesar de que tengo unos kilos menos, entonces estaba bastante preocupado por eso y no quería hablar con nadie. Ya hoy, todo eso ha quedado en el pasado. Siento una felicidad enorme, fue un gran trabajo del equipo. Queríamos obtener una victoria y mañana podemos descansar tranquilos”, añadió el ciclista nacido en La Ceja, Antioquia.
Sobre los vientos que soplaron sobre el final del recorrido y que generaron algún desorden en las filas, el antioqueño de 22 años expresó: “Todos sabíamos que el viento iba a soplar fuerte, entonces nosotros decidimos estar adelante para cuidar cualquier ataque. Cuando vimos que teníamos las piernas fuertes decidimos ir a tope para marcar una diferencia. El pelotón aceleró y esa ventaja se redujo, pensamos que no nos iba a alcanzar para llegar hasta la meta, pero nunca desistimos porque queríamos la victoria”.
Sueño hecho realidad
Es común que cada niño y joven que practican algún deporte, arte o afición sueñen con llegar al lugar más alto de eso que tanto los ilusiona, el caso de Fernando Gaviria no es diferente, por eso manifestó que vestir la camisa rosa era un anhelo: “Es el sueño de niño, es el sueño de grande. He soñado con esta camiseta, me sacrifiqué mucho en casa, me cuidé mucho en la alimentación y a veces pensaba que ese era el error porque no sentía bien las piernas. Los dos primeros días fueron malos, pero hoy ha sido el día perfecto”.
En esa aspiración el corredor del Quick-Step Floors siempre estuvo apoyado por su familia: “Gracias a ellos hoy estoy acá y hago parte de uno de los mejores equipos del mundo. Por ellos doy lo mejor de mí todos los días. Yo les quería regalar algo en este Giro y se pueden llevar una camisa rosa y otra blanca. Es un plus ver a mi familia acá. Los traje para regalarles una etapa y me siento muy bien de que la hayan podido disfrutar en vivo y en directo”.
Gaviria no se conforma con vestirse de rosado, en su mente está la idea de ganar otra etapa: “Creo que la camiseta la entregaré en la siguiente etapa, pero mientras la tenga la disfrutaré al máximo. Solo queda descansar y ayudarle a mi equipo en lo que más pueda para en las etapas planas volver a intentarlo”.
Colombia también es tierra de ‘sprinters’
En Cagliari quedará el registro histórico para el ciclismo colombiano de que un nacional se impuso en el ‘sprint’ de una etapa de la segunda carrera ciclística más importante del mundo. Nuestro país empieza a mostrar que el talento no solo está en los escaladores, ahora también nuestros compatriotas figuran en las carreras planas.
Gaviria, que es el cuarto colombiano en ser líder del Giro de Italia en toda su historia, explicó que lo hizo de una forma novedosa frente a sus antecesores (Quintana, Urán y Chaves): “Es una manera diferente, ‘Rigo’ y Nairo lo habían hecho como escaladores, pero ningún colombiano lo había hecho en el ‘sprint’ y marcar una diferencia es excelente. Hoy nos vemos como corredores fuertes, no solo como escaladores sino como una Colombia diferente que puede pelear en cualquier carrera de las grandes”.