El miércoles 29 de mayo de 1985, Juventus se coronó campeón por primera vez de la Copa de Europa (hoy, UEFA Champions League) al vencer en la final 1-0 a Liverpool, con un gol de penal del francés Michel Platini. Sin embargo, esa noche el fútbol fue lo menos importante, porque justo antes del partido, en una tribuna del estadio, 39 hinchas murieron y 600 más quedaron heridos, en la llamada Tragedia de Heysel: una pesadilla de la vida real que cambió al fútbol para siempre.
Contexto previo a la Tragedia de Heysel
El estadio de Heysel, en Bruselas (Bélgica), con capacidad para 58,000 espectadores, había sido confirmado meses atrás como escenario de la final de la Copa de Europa, temporada 84-85. Juventus y Liverpool, dos de los equipos más grandes del mundo, llegaban a este enfrentamiento con argumentos suficientes para ganarlo.
Por un lado, los Reds eran los campeones vigentes del torneo y habían obtenido cuatro títulos europeos en las últimas siete ediciones. Además, contaban en su nómina con ídolos históricos como el galés Ian Rush y el escocés Kenny Dalglish, goleadores del equipo.
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La Vecchia Signora, en cambio, tenía a Michel Platini, mejor futbolista del planeta en ese momento, y a una base de campeones del mundo con la Selección de Italia en 1982, como el defensa Antonio Cabrini, el volante Marco Tardelli y el goleador Paolo Rossi.
Antecedentes a la Tragedia de Heysel
Aunque Juventus había vencido 2-0 a Liverpool en la definición de la Supercopa Europea de 1984, la rivalidad entre ingleses e italianos iba más allá de lo futbolero. Durante la final más reciente de Europa, hinchas del Liverpool fueron atacados por aficionados del AS Roma, de mayoría contundente en las tribunas pues su equipo jugaba de local en el Estadio Olímpico de la capital de Italia.
En días previos a la final de la Copa de Europa de 1985 y la correspondiente Tragedia de Heysel, la prensa sensacionalista inglesa recordaría los hostigamientos del partido del año anterior, ganado por Liverpool en los penales. Los tabloides alimentaban un ánimo revanchista en los hooligans ingleses, reconocidos en toda Europa por su alcoholismo, su abuso de sustancias, su comportamiento extremadamente violento y sus desmanes a gran escala.
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En este mismo contexto, el 11 de mayo de 1985 (18 días antes de la Tragedia de Heysel), habían muerto 56 personas en el estadio del Bradford City (de la tercera división inglesa) a causa del incendio de una tribuna de madera. Este incidente, conocido como la Tragedia de Valley Pride, dejó 265 heridos.
Cómo se consumó la Tragedia de Heysel
A las siete de la tarde del 29 de mayo de 1985, una hora antes de la final de la Copa de Europa, una estampida humana en la tribuna suroriental del estadio de Heysel hizo que 39 hinchas del equipo italiano murieran aplastados y asfixiados. El saldo definitivo de esta catástrofe registró 600 heridos.
Los culpables intelectuales de la Tragedia de Heysel fueron cientos de hooligans del Liverpool que, aprovechando fallos en la seguridad, se aproximaron por el costado sur del estadio hacia la tribuna suroriental, ocupada por hinchas de la Juventus que tenían un perfil familiar y no pertenecían a barras bravas, ya que los ultras estaban ubicados en la tribuna norte, al extremo opuesto del estadio.
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Acorralados por los ataques de los radicales ingleses, los seguidores de la Juventus se aglomeraron en un extremo de la tribuna y quedaron atrapados entre un muro gigante y una valla protectora que impedía el acceso a la cancha. En medio de la fricción, solamente algunos lograron saltar la valla hacia el campo de juego.
Sin embargo, y ante la falta de salidas de emergencia, decenas de aficionados colapsaron, unos asfixiados en el tumulto y otros aplastados por un pedazo del muro que cedió, mientras en el resto del estadio se producían otros hechos reaccionarios de violencia.
La seguridad, desplegada sobre todo fuera del estadio para evitar disturbios, volvió a equivocarse al tratar de evitar que los incidentes escalaran a otras tribunas, en lugar de ocupar con prioridad el sector suroriental con la eficacia necesaria para disuadir los ataques de los hooligans y proteger y auxiliar a los simpatizantes de la Juventus.
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La final se jugó a pesar de la tragedia
De manera insólita, las autoridades permitieron que la final se jugara y el partido comenzó 90 minutos después de la hora inicialmente pactada. Luego de retirar en ambulancia a cientos de cuerpos inconscientes y de apilar otros sin vida afuera de la cancha, la final de la Copa de Europa de 1985 se disputó como si nada hubiera pasado, en un hecho de indolencia sin precedentes para la historia del fútbol. Al respecto, una crónica de El País de España publicada en 2020 conmueve desde su título: «Heysel, la muerte en directo», en referencia a su transmisión en vivo por televisión.
Postales tomadas por reporteros gráficos inmortalizaron este tenebroso incidente. Decenas de cadáveres amontonados en el piso, como si fueran las víctimas de una masacre, entregaban a la UEFA un mensaje urgente. La organización del fútbol tenía que cambiar para evitar nuevos desenlaces mortales.
Reducido a anécdota quedó el penal mal sancionado a propósito por el árbitro suizo André Daina, tras una falta lejos del área contra el delantero polaco Boniek, que Michel Platini transformó en gol a los 57 minutos, para dar a la Juventus su primera Copa de Europa.
En el reporte oficial de las 39 víctimas mortales que dejó la Tragedia de Heysel, figuraron 32 hinchas italianos (incluidas dos mujeres), cuatro belgas, dos franceses y uno norirlandés. Como consecuencia del caos vivido, el Gobierno de Bélgica decretó esa noche Estado de Sitio en Bruselas.
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La Tragedia de Heysel es la octava más grave en la historia del fútbol en cuanto a cantidad de fallecimientos, en una lista que encabeza la llamada Tragedia del Estadio Nacional de Perú, en 1964. Fueron 318 hinchas los que murieron aplastados frente a las puertas cerradas del estadio de Lima y en medio de un enfrentamiento con la policía, durante un partido de la Selección nacional contra Argentina.
Consecuencias y sanciones por la tragedia de Heysel
En 1991, seis años después de la Tragedia de Heysel, 26 hooligans del Liverpool fueron juzgados en Bélgica y 14 de ellos pagaron condenas de cárcel por homicidio culposo. Sin embargo, sólo estuvieron en prisión durante un año y medio, luego de un intenso lobby político por parte de la autoridades del Reino Unido y de que la sentencia fuera suspendida.
La UEFA, en busca de impartir penas contundentes, suspendió al Liverpool de competiciones europeas durante seis años y a todos los equipos ingleses durante cinco. Estas sanciones generaron un colapso en el fútbol británico que, para completar, sufrió un desastre todavía peor en 1989: la Tragedia de Hillsborough, con 97 muertos por una avalancha de aficionados precisamente del Liverpool, durante un partido de la FA Cup contra Nottingham Forest.
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El caos institucional del fútbol británico escalaría a problema de Estado y generaría la intervención del Gobierno, presidido por la primera ministra, Margaret Thatcher. Las medidas autoritarias que se implementaron eventualmente generarían la erradicación de los hooligans de los estadios del fútbol inglés y la creación, en 1993, de la llamada Premier League, bajo un nuevo modelo deportivo y de negocio, que en un largo plazo la convirtió en la liga de fútbol más prestigiosa del mundo.
Por su parte, después de la Tragedia de Heysel, la UEFA aplicó al menos diez medidas contundentes para evitar nuevas calamidades dentro de los estadios, como la instalación de cámaras de seguridad, aplicación de controles más rigurosos para el acceso hinchas, prohibición de venta de alcohol y creación de protocolos para certificar la seguridad de los escenarios.
Bélgica sufrió la sanción simbólica de no volver a ser sede de ningún evento deportivo internacional, durante los diez años siguientes. Adicionalmente, el epicentro de la tragedia terminaría demoliéndose a mediados de los años 90 para remplazarse por el Estadio Rey Balduino, sede de la Eurocopa 2000 y de competencias polideportivas.
La Tragedia de Heysel en la cultura popular
Fever Pitch (1992), una de las obras literarias más reconocidas que se han escrito sobre fútbol, incluye referencias de la Tragedia de Heysel por parte de su autor, el británico Nick Hornby, que antes de la final se encontraba en Londres dando una conferencia frente a asistentes italianos. «Allí en la escuela no pude llorar. Tal vez supuse que sería un descaro que un inglés llorase delante de unos cuantos italianos la noche de Heysel».
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En La tragédie du Heysel (2022), miniserie documental producida en Bélgica, se explora en seis episodios de casi una hora los hechos que rodearon este desastre, antes, durante y después, mediante imágenes de archivo de la tragedia y testimonios de las partes involucradas. También aborda los juicios extraordinarios que tuvieron lugar en Bruselas en busca de justicia contra los victimarios. Y, finalmente, hace una retrospectiva, 37 años después, desde el punto de vista del recuerdo de las víctimas.
Otros derivados musicales, editoriales y audiovisuales sobre Heysel son: En la Turba (2006), novela testimonial del escritor francés Laurent Mauvignier sobre una pareja envuelta por casualidad en la tragedia; Appuntamento a Liverpool (1988), largometraje italiano de ficción dirigido por Marco Tullio Giordana; y las canciones Memorial (1985) del músico británico Michael Nyman y 38 (2014) de Revolting Cocks, grupo estadounidense de rock industrial.