Imagen de la familia Botero en el documental 'Hacerse grande'
Foto familiar del director y realizador del documental 'Hacerse grande', compuestos por dos hermanas, la madre fallecida, su padre y el cineasta
10 / 09 / 2019

El duelo y sus etapas, según la psicología


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
10 / 09 / 2019
Documental

Hacerse grande

Imagen de la familia Botero en el documental 'Hacerse grande'
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Afrontar el duelo es un tema difícil, y mientras unos hacen películas, otros negocian con el tiempo para superarlo. El documental 'Hacerse grande' es una producción audiovisual que muestra las dificultades que plantea la partida de un ser querido, pues a lo largo del duelo se atraviesan diferentes momentos, de intenso dolor, de incredulidad e incluso de negociación.

En el conocimiento popular se habla de varias etapas del duelo que una persona atraviesa para poder superar el fallecimiento del ser amado. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, no es tan sencillo como atravesarlas una por una y en orden, sino que la experiencia del duelo es diferente en cada ser humano, precisamente por la individualidad de cada persona.


Un hombre y una mujer aparecen en un lugar de campo, de paseo, en blanco y negro. foto antigua

Imagen del documental 'Hacerse grande'


"El duelo es un estado que experimentan todos los seres humanos de cualquier cultura, e incluso de cualquier religión, en donde se experimenta por la pérdida de un ser querido o la ruptura de una relación una descompensación psicológica y física que interfieren en la conducta de una persona. Algunas personas al experimentar la ausencia de un ser querido que los marcó emocionalmente, cambian incluso su forma de pensar y de actuar frente a la vida", explicó Juan Camilo Ramírez, psicólogo y fundador de Medicina y psicología especializada, una empresa que ofrece servicios de psicología a domicilio.

De acuerdo con el experto, es común que las personas experimenten el duelo y sus diferentes etapas incluso sin ser conscientes y, además, no todos las experimentan de la misma manera y no todos las experimentan todas. Un duelo puede durar años, pero todo depende de cómo lo vive cada ser humano.


hombre de la tercera edad en la playa tomando una foto

Foto fija del protagonista del documental 'Hacerse grande'


En general, las etapas por la que atravesamos son la negación, en la que las personas se niegan a creer que efectivamente su ser amado ha muerto. La siguiente etapa es la ira, que se enfoca tanto en objetos sin vida como otras personas cercanas. "Es un momento donde la crisis emocional es fuerte y nuestro pensamiento está alterado y no podemos autorregularnos con facilidad", explicó Ramírez.

Otro momento del duelo es la negociación, en el que las personas sienten que pudieron haber hecho algo para evitar la tragedia. "Si hubiéramos ido a otra clínica quizás no estaría muerto, si hubiésemos buscado otra opinión tal vez se hubiera salvado”, afirmó Ramírez que son algunas de las frases que se escuchan durante esta etapa. Sin embargo, según el psicólogo, se trata de distorsiones del pensamiento que se viven en la etapa de negociación, pues en realidad tras el fallecimiento de una persona esos cuestionamientos ya no tienen relevancia.

La etapa de la depresión también se presenta con mucha frecuencia y, como explicamos con anterioridad, puede aparecer tanto desde el primer momento del duelo o incluso algunos meses después, pues depende de cómo lo experimenta cada persona. En esta etapa se sienten la tristeza, la angustia, la preocupación y los sentimientos de pesar. Sin embargo, esta etapa de depresión también puede llevarse hacia planos más personales, más privados.

"En este momento del duelo nos preparamos psicológica y físicamente para la despedida del ser querido o de la situación que ya no está", agregó Ramírez.

Por último, se habla de la etapa de la aceptación.

Para este momento ya estamos en un estado de adaptación a la realidad, asumiendo la pérdida, la lejanía y el distanciamiento de la pérdida para finalmente encontrar el equilibrio emocional. Incluso nuestros pensamientos se reestructuran de manera positiva para tomar las riendas naturales de la vida y seguir con nuestras actividades cotidianas.

Es muy importante subrayar que estas etapas no necesariamente se viven en orden y que tampoco se viven todas en el duelo. Todos somos seres humanos que pensamos, sentimos y nos comportamos distinto, pero esta experiencia hace parte de nuestro bienestar psicológico.

"Para llegar allí es vital trabajar en buscar soluciones y afrontar la pérdida, así como para adaptarnos a las nuevas condiciones”, concluyó el psicólogo.