Escuela para hombres

Mimita, (70 años), vive sola desde que murió su esposo Manuel. Quedó a cargo de la carpintería, negocio que le prometió no acabar hasta recibir una señal de su parte. Manuel envía las señales, pero no las entiende. Compartió con su esposo el mundo de la carpintería, mientras que Manuel aprendió y ejerció las labores del hogar, algo vanguardista para su generación. A su puerta llegarán Alejandro, Jonathan, Eduardo y Julián quienes se convertirán en “pupilos” capaces de escribir una nueva historia entre delantales, ollas, lava loza, escobas y traperos. Mimita los llevará de la mano por los espacios privados, los internará en la responsabilidad de ser cuidadores de otros y les mostrará que las labores del hogar también son para hombres; ellos por su parte, le enseñaran que las nuevas tecnologías también están al acceso de personas mayores, y pueden impactar de manera positiva el manejo del
tiempo, la calidad de vida y en general las carreras que exige la vida cotidiana. Esto transformará sus realidades de todos.