Robert De Niro no necesita mucha presentación. Nacido en la ciudad de Nueva York, en 1943, De Niro es un referente del cine mundial, con dos premios Óscar de la academia estadounidense en su haber, y una decena más de galardones en otros prestigiosos festivales del séptimo arte como los Globos de Oro, los Bafta o el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
De acuerdo con sus biografías, De Niro era un chico introvertido y tímido que a pesar de ello descubrió rápidamente sus cualidades interpretativas, por lo que se decantó por la actuación incluso antes de terminar sus estudios básicos de bachillerato.
Sin saberlo, su nombre se convertiría en un referente obligado del cine, por su colaboración con algunos de los más destacados directores del séptimo arte, como Francis Ford Coppola, Bernardo Bertolucci, Elia Kazan, Michael Cimino, Sergio Leone, Neil Jordan, Roland Joffé, Ron Howard, Michael Mann, Quentin Tarantino, Tony Scott, Alfonso Cuarón, David O. Russell, entre muchísimos más, además de haber sido actor fetiche de Brian De Palma y Martin Scorsese, dos de los más destacados cineastas de Estados Unidos.
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El padrino: parte II (1974)
Sus rasgos duros, su propia descendencia italiana e irlandesa, su condición de hijo único en un matrimonio entre un padre gay y una madre bisexual, y su infancia en Hell´s Kitchen, un barrio obrero de la isla de Manhattan en Nueva York, lo han hecho destacar por sus papeles de gánster o de personajes conflictivos y turbulentos.
Sin embargo, a lo largo de su carrera, De Niro ha interpretado personajes de toda clase de géneros, que van desde el terror, hasta el drama e incluso la comedia. Pero entre las interpretaciones de su extensa carrera, en la que suma una centena de participaciones en el cine, las que hizo en dúo colaborativo con el director Martin Scorsese como Mean Streets (1973), Taxi Driver (1976), New York, New York (1977), Toro Salvaje (1980), El rey de la comedia (1982), Goodfellas (1990), Cape Fear (1991), Casino (1995) y El irlandés (2019) han sido de especial relevancia para su carrera.
Aunque su primer Óscar (a mejor actor de reparto) se debe a su participación en la película El padrino: Parte II (1974) de Brian de Palma, como el mafioso Vito Corleone en sus primeros años en el crimen, su papel en Toro Salvaje como el boxeador Jake LaMotta le dejó un Óscar a mejor papel protagónico, y su actuación en Taxi Driver como Travis Bickle le valió la fama mundial con el famoso monólogo You talkin' to me?
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El método De Niro
De acuerdo con diversas biografías del actor, De Niro no se conformó con su talento natural para la actuación, pues no sólo estudió interpretación en el Actors Studio, una legendaria asociación estadounidense para actores, directores y escritores profesionales con sede en Nueva York, sino que con los años desarrolló un método para lograr los mejores performances posibles.
En sus mejores épocas, dicen sus biografías, De Niro era reconocido por su compromiso en la interpretación de los papeles, reflejados en su técnica metódica de actuación, que incluía el intenso estudio de los antecedentes o rasgos físicos y psicológicos de los personajes a interpretar.
Por ejemplo, a pesar de ser zurdo, De Niro realizaba distintas actividades con la mano derecha, con el fin de encarnar personajes diestros. Para su interpretación como Jake LaMota, el actor subió 27 kilos de peso y aprendió a boxear, y también dicen los corredores cinéfilos que pasó meses en Sicilia, Italia, aprendiendo a hablar dialecto siciliano para interpretar a Don Vito Corleone en El padrino II, pues parte de los diálogos que su personaje habla en la película son en dicha lengua.
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Toro salvaje (1980)
Presente en la historia del cine
Más allá de la consistencia de sus personajes, es indiscutible que De Niro está relacionado directamente con la historia del cine estadounidense y el séptimo arte mundial, pues su rostro y su habilidades para la actuación lo llevaron a participar en muchas de las cintas memorables de la industria internacional desde mediados del siglo pasado.
En sus inicios como actor cinematográfico, Robert colaboró en varias ocasiones con Brian de Palma, quien le dirigió en su debut “Saludos” (1968) y más tarde en “The Wedding Party” (1969) y en “Hola, Mamá” (1970), películas que no fueron sólo de iniciación para el actor, sino para el mismo Brian De Palma.
En los años 80 y 90, De Niro continuó interviniendo en películas exitosas, muchas veces dirigido por Scorsese, como lo fue en El Rey De La Comedia (1982), pero también con míticos directores como el italiano Sergio Leone, con Érase Una Vez En América (1984), en adaptación de una novela de Harry Grey que también le valió elogios de la crítica.
Érase una vez en América (1984)
Otra participación con un destacado director europeo fue en la película La misión, donde el inglés Roland Joffé puso a De Niro como Rodrigo Mendoza en un impactante largometraje sobre evangelización y colonialismo en América La Misión (1986). Durante esta época, De Nioro también colaboró con Brian de Palma en la exitoso clásico gringo Los Intocables De Elliott Ness (1987), película en la que encarnó al mafioso Al Capone.
Durante aquella época, De Niro empieza a hacer trabajos diferentes y ocasionalmente papeles de comedia, en largometrajes como Huida a medianoche (1988) de Martin Brest, la comedia satírica de Barry Levinson La cortina de humo (1997).
Entrado el nuevo milenio, De Niro ya hacía parte recurrente del elenco en películas de comedia como Analízame (1999), La familia de mi novia (2000), La familia de mi esposo (2004), o en la voz de papeles animados y cómicos, como ocurrió con la producción de Dreamworks El Espantatiburones, donde De Niro interpretó al líder de una mafia criminal de tiburones.
En el 2019 acompañó al puertorriqueño Joaquin Phoenix en Joker (2019) interpretando a Murray Franklin, un presentador de televisión; y ese mismo año volvió a trabajar con Martin Scorsese en El Irlandés (2019), película en la que interpretó al sicario de un sindicato llamado Frank Sheeran.
Joker (2019)