El Festival Iberoamericano de Teatro es uno de los eventos culturales insignia del país, pues se ha consolidado como una de las muestras más completas del panorama de las artes escénicas en el siglo XXI y uno de los más grandes del mundo por su capacidad de convocatoria, su cantidad de funciones y su diversidad de géneros.
Su primera edición se dio cuando Bogotá cumplía 450 años desde su fundación, en 1988. El lema de aquella primera celebración de las artes escénicas fue "Un acto de fe en Colombia", bajo la batuta de Fanny Mikey y Ramiro Osorio, quienes empujaron por crear una fiesta cultural cuyo objetivo era la integración artística de los países latinoamericanos ante el mundo.
La importancia del Festival no es para menos, pues la organización, a veces contra viento y marea, logra cada dos años una fiesta cultural que se toma durante una quincena las calles y los teatros para presentar las compañías teatrales más importantes del planeta, así como los maestros que han renovado el lenguaje teatral. Su importancia es tal que el número de funciones que alberga el Festival Iberoamericano de Teatro no ha sido superado por ningún otro festival.
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De acuerdo con la organización, la historia del Festival ha tenido como compromiso primordial la diversidad, la pluralidad y la representatividad de los diferentes géneros y tendencias de las artes escénicas, con el fin de propiciar a través del teatro el entendimiento y la tolerancia entre los pueblos del mundo.
Décadas después de su inauguración, el Festival Iberoamericano de Teatro es todo un fenómeno social y una alternativa de paz en Colombia, pues se ha enfrentado a la violencia con el poder de las artes, y además ha formado culturalmente a muchos ciudadanos, convirtiéndose a su vez en un escenario para los grandes acuerdos sociales, desarrollo cultural, económico y social.
Hoy, el Festival Iberoamericano de Teatro es tal vez el evento cultural de mayor trascendencia en Colombia, así como uno de los festivales de teatro más importantes del mundo, alcanzando con el paso de los años importantes hitos que no son fáciles de alcanzar.
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Hitos del Festival Iberoamericano de Teatro
1988 - Primera edición: un reto frontal a los violentos
El primer festival se realizó del 25 de marzo al 1.° de abril de 1988, en medio del ambiente violento e inestable que vivía el país en la década de 1980. En aquella ocasión, en plena función de la obra Yepeto, presentada por una compañía de Argentina, el Festival fue interrumpido por un atentado con bomba en el Teatro Nacional de la calle 71.
El atentado resultó contrario a las intenciones de los violentos, pues no sólo no se registraron heridos, sino que en respuesta a este vergonzante hecho, el público salió a las fiesta cultural con valentía y al día siguiente del atentado llenó la sala que fue objetivo del ataque.
1992 - El encuentro del mundo a través del teatro
La tercera edición del Festival destacó porque logró reunir las artes escénicas de los cinco continentes, con 31 países y 69 compañías participantes. La celebración del Festival se unió a la conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América, y con esta alianza se recordó la peripecia de descubrir otros lugares y de unificar el arte por medio de la tolerancia y la diversidad a través del teatro.
1994 - el Festival Iberoamericano de Teatro y la Unesco
La cuarta edición del Festival Iberoamericano de Teatro despertó el interés del mundo con la noticia de que la Unesco eligió al festival como el evento sede del Premio Unesco para la Promoción de las Artes. Esta edición registró por primera vez una marca que antes parecía imposible: 103 compañías de 28 países se unieron al Festival, y asistieron a este encuentro cultural más de 1.500.000 espectadores.
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1998 - un año cargado de grandes estrellas
La sexta edición del Festival presentó una programación que sorprendió al público con algunos de los artistas más importantes del teatro internacional.
En aquella ocasión visitaron al país compañías invitadas de gran prestigio como la Royal Shakespeare Company (la primera compañía de teatro inglesa subvencionada por el estado), el Piccolo Teatro de Milán (la primera organización estable de la escena italiana siendo el primer teatro folclórico milanés), la Suzuki Company of Toga (compañía japonesa destacada como la vanguardia del teatro en Oriente) y el director Bob Wilson, un multipremiado dramaturgo estadounidense.
2006 - Mayor cantidad de países reunidos por el Festival
La décima edición del Festival, bajo el lema ‘Un mundo en escena’, contó con la poco despreciable participación de grupos de 45 países, la más alta en la historia de la organización.
Durante esta edición el público mostró su apoyo incondicional, dejando cifras récord, como la ocupación en salas del 90%, llenado nuevos espacios, nuevas salas, nuevas propuestas y nuevos artistas. Ese año también destacó el Teatro Juvenil, otro exclusivo para Marionetas, una Sala de Cine, un Ring de Lucha Libre, apariciones en los semáforos con 12 colectivos que reivindicaron el oficio del artista callejero y el encuentro de Cuenteros del Mundo.
Además, participaron 154 grupos colombianos que integraron la muestra nacional más grande y completa de toda la historia del Festival, con obras de sala, calle, niños, comparsas, grupos musicales, circos y cuenteros.
2008- El último Festival que contó con Fanny Mikey
Una de las últimas apariciones de Fanny Mikey en las tablas fue durante la obra Caídos del cielo, durante la edición número 11 del evento, en el que se celebraron 20 años de la creación del festival y se consolidó definitivamente por su destacada trayectoria artística y de organización.
El festival, además, fue descentralizado con la ayuda del Ministerio de Cultura de la época, y llevó obras locales e internacionales a otras ciudades del país, un hecho muy importante para la formación de públicos y el crecimiento del sector.
En aquella ocasión participaron 2.500 artistas de 43 países y fue una de las más celebradas ediciones del Festival. Sin embargo, este fue el último Festival Iberoamericano de Teatro en el que participó su fundadora, Fanny Mikey, pues falleció cinco meses después, el 16 de agosto del 2008.
2010 - la mayor asistencia hasta el momento
Según los registros históricos del festival, la edición con mayor asistencia fue la de la décimo segunda edición del Festival. Ese año tuvo como invitado a Cataluña, y se dijo en su momento que a la cita con el teatro acudieron casi cuatro millones de espectadores.
Bajo la dirección de Anamarta de Pizarro, en esta edición del Festival Iberoamericano de Teatro la programación fue ampliada 40%, y se presentaron 195 espectáculos gratuitos en plazas, parques y coliseos de la ciudad.
También, dicha edición realizó generosos descuentos en los precios, con el fin de incrementar la participación de las familias.
