José Asunción Silva es tal vez uno de los poetas y escritores más destacados de Colombia, pionero del modernismo colombiano y latinoamericano, y una figura enigmática de las letras en el país.
Protagonista de una vida tormentosa, la cripta de José Asunción Silva reposa en el Cementerio Central de Bogotá junto a su hermana Elvira y algunos otros de los más grandes nombres de la historia de Colombia, y su rostro y obra hacen parte del billete de 5000 pesos desde 1995 incluyendo el de la generación actual.
Descubre detalles de la vida y obra de este magnífico artista colombiano del siglo XIX, la importancia de su obra y datos curiosos que tal vez no conocías.
Vida de José Asunción Silva
José Asunción Silva nació el 27 de noviembre de 1865 en Bogotá. Era hijo de Bartolomé Ricardo Silva Frade y María Josefa Feliciana Amelia Gómez Diago, siendo sus hermanos Elvira Inés, Julia, Andrés Guillermo, Alfonso e Inés Soledad Silva Gómez.
Era miembro de varios círculos aristocráticos de la capital colombiana, y su abuelo, el militar colombiano Pedro Fortoul Sánchez, fue héroe de la independencia de Colombia, quien a su vez era primo del expresidente colombiano Francisco de Paula Santander, por lo que su posición social le permitió acceder a una educación de élite y tuvo acceso a los más altos círculos sociales del momento.
José Asunción tuvo cinco hermanos: Alfredo, Inés, Guillermo, quienes murieron a muy temprana edad, y Elvira y Julia. Con Elvira, nacida en 1870, construyó una cercanía y una confidencia que, de acuerdo con el apartado cultural del Banco de la República, habría alimentado rumores sobre incesto que acompañaron al poeta incluso después de muerto.
Silva creció en un ambiente de alto capital cultural donde se hablaba con regularidad de política y literatura.
En su casa natal, ubicada al centro de Bogotá, pasaban a saludar y a debatir grandes personajes de la cultura colombiana como Rufino José Cuervo y Ángel Cuervo, el autor de La María Jorge Isaacs, Manuel Pombo,el escritor y expresidente José Manuel Marroquín, Ricardo Carrasquilla, José María Quijano Otero, José María Vergara y Vergara, Rafael Pombo y José María Samper.
De acuerdo con el Banco de la República, pese al afecto que le manifestaron sus profesores por su destacado desempeño escolar, Silva tenía problemas para socializar debido a su marcada sensibilidad.
Página del periódico colombiano El Espectador de 1924 dedicada a Silva.
“De esta época datan sus apodos de ‘el niño bonito’ y ‘José Presunción’: una especie de presagio de lo que padecería durante su adultez, cuando los esquemas culturales y morales de Bogotá lo arrinconaron”, agrega la publicación cultural.
Silva perdió en 1878 a su hermana Inés, quien falleció con tan solo seis años. Para entonces ya habían fallecido sus hermanos Guillermo y Alfonso, muertes que llevaron a José Asunción Silva a escribir Crisálidas, poema que luego se incluyó en el apartado Infancia de El libro de versos, y que parece hablar de ese episodio.
Ese mismo año, asediado por una situación económica cada vez más precaria debido a las medidas del gobierno radical, Silva abandonó sus estudios y comenzó a trabajar en el almacén de su padre, que desde entonces pasó a llamarse Ricardo Silva e Hijo.
En 1881 escribió piezas para Intimidades como Suspiro y Las arpas; reescribió La primera comunión, obra temprana de su producción literaria, y reprodujo El duelo, una pintura de Samuel Edmund Waller. También publicó poemas, crónicas, traducciones y artículos en el Papel Periódico Ilustrado de Bogotá, una de las publicaciones más importantes del siglo XIX en el país.
“Estos escritos luego pasaron a engrosar su obra y lo ubicaron como uno de los nombres clave de la escena literaria bogotana de finales del siglo XIX”, explica la publicación cultural del Banco de la República.
Posteriormente se fue a vivir a París, Francia, convirtiéndose así en agente cultural cosmopolita de su tiempo: “residió en París y Londres y pasó por Suiza, Holanda, Bélgica e Italia”, aseguran sus biografías.
José Asunción Silva es recordado como un visionario que revolucionó la literatura colombiana y latinoamericana. Su obra sigue siendo estudiada y admirada hasta hoy.
Reconocimiento literario
José Asunción Silva empezó a ser reconocido en el mundo de las letras bogotanas con su participación en la publicación de las antologías La Lira Nueva y el Parnaso Colombiano, y otras publicaciones de carácter nacional.
La antología La Lira Nueva, que representa un hito en la historia literaria del país considerada por algunos como la entrada del modernismo a Colombia, apareció en 1886 con ocho composiciones de Silva: Estrofas (Ars), Voz de marcha, Estrellas fijas, El recluta, Resurrecciones, Obra humana”, La calavera y A Diego Fallon (La musa eterna).
En el Parnaso colombiano, publicada por Julio Añez entre 1886 y 1887, José Asunción Silva participó con Las crisálidas y Las golondrinas.
“Simultáneamente, expande sus espacios de publicación y empieza a publicar en La Miscelánea de Medellín con el seudónimo de José Luis Ríos. A Silva le queda voluntad para iniciar otra empresa: escribir una novela que titulará De sobremesa” explica la publicación del banco de la República.
Al finalizar 1894, José Asunción solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores una licencia para pasar un mes en Bogotá. Para su regreso se embarcó en el vapor Amérique, de la Compañía General Trasatlántica de Francia, el 21 de enero de 1895, nave que encalló en un banco de arena cerca de Bocas de Ceniza.
Tristemente el equipaje de Silva se perdió, así como el primer borrador de la novela De sobremesa junto con otros textos, así como gran parte de su obra poética, lo que le sumó a su ya debilitado estado emocional otra razón de profundo pesar.
Pese a su condición, Silva emprendió la reescritura de De sobremesa, y en 1895 publicó Paisaje tropical en Repertorio Colombiano y Sus dos mesas apareció en El Telegrama.
El Heraldo también publicó Crepúsculo, otro de sus poemas célebres.
Muerte de Jose Asunción Silva: un fulminante disparo al corazón
El 24 de mayo de 1896 José Asunción Silva se suicidó con un disparo en el corazón, a la corta edad de 30 años. Sin embargo, la causa exacta de su muerte es aún debatida, de acuerdo con sus biografías, pero se atribuye a su lucha contra la depresión y la desesperanza.
Tal parece que, acorralado por sus deudas y acreedores, destruído por el dolor acumulado y los duelos constantes en su familia, y frustrado por el hundimiento de su obra en el el mar, Silva atravesó por aquella época sus peores días.
Según sus biografías, el 24 de mayo Silva habría visitado a su amigo, el médico Juan Evangelista Manrique, y le pidió que le dibujara con un lápiz el punto exacto del corazón.
Más tarde, luego de un evento social, Silva se retiró a su habitación para acabar con su vida, no sin antes dejar listos El libro de versos y De sobremesa.
Sin embargo, otras teorías aseguran que su muerte no fue producto de un suicidio, sino un homicidio por líos políticos y enredos con la falsificación de papel moneda.
Legado
A pesar de su corta estancia en esta vida, José Asunción Silva dejó un legado literario significativo, con el cual se posicionó como uno de los principales exponentes del modernismo en América Latina.
La obra de José Asunción Silva comprende alrededor de 150 poemas, una novela titulada De sobremesa y una serie de prosas, cartas y notas críticas.
Los poemas están distribuidos en cuatro conjuntos. El principal es El libro de versos, el único que Silva organizó y dejó listo para publicar. Su obra fue compilada por el escritor Camilo de Brigard Silva.
Su primera obra, escrita entre los 14 y 18 años de edad, estuvo inédita hasta 1977, fecha en que se halló en la Biblioteca Nacional de Colombia un libro manuscrito el cual se publicó bajo el título de Intimidades.
“Los últimos dos conjuntos de su poesía se han reproducido como capítulos de la obra completa. Uno corresponde a un grupo de poemas que se suele publicar con el título de Poesías varias y el otro a una serie de versos satíricos, conocido como Gotas amargas”, explica el Banco de la República.
El primer libro de Silva se publicó en Barcelona en 1908, por la editorial Maucci, con un calificado prólogo de Miguel de Unamuno.
Aparición en el billete de cinco mil pesos
En 1996, cien años después de que el cuerpo de Silva apareció sin vida, Colombia consagró definitivamente su figura y su obra con todo tipo de actividades.
“Lecturas, esculturas, instalaciones, pendones, calles en su honor, reediciones de sus poemas, billetes con su rostro y su última casa convertida en una institución cultural”, destaca el Banco de la República.
Como aporte, el Banco de la República emitió en 1995 el billete de $5000 en su honor, diseñado por el artista Juan Cárdenas, el cual estuvo en circulación desde septiembre de 1995 hasta su nueva versión de la familia moderna de billetes de la moneda colombiana.
El 9 de noviembre de 2016 el Banco de la República de Colombia puso a circular el nuevo billete de 5.000 pesos Billete de 5.000 pesos de la nueva familia de billetes, el cual alcanzó a circular simultáneamente con los anteriores.
En el anverso se aprecia la imagen del poeta José Asunción Silva junto con una planta de puya y un abejorro. En el reverso se resaltan los páramos colombianos, el oso de anteojos, el cóndor de Los Andes y el poema Melancolía de José Asunción Silva.
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