Max Caimán fue una campaña publicitaria creada para impulsar el favoritismo de Colombia en el Mundial del 94
Max Caimán
18 / 06 / 2024

Mundial de 1994: escándalos, resultados y la muerte de Andrés Escobar


Por Álvaro Castellanos
Álvaro Castellanos
18 / 06 / 2024
Max Caimán fue una campaña publicitaria creada para impulsar el favoritismo de Colombia en el Mundial del 94
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El fútbol de Colombia acumula en su historia todo tipo de fracasos, pero si hay uno que sobresale por encima de los demás es el del Mundial de 1994, consumado precisamente hace 30 años.

Contexto previo al Mundial de 1994

La Selección de Pacho Maturana tenía grandes futbolistas que venían de jugar el Mundial de Italia 90 (El Pibe Valderrama, Leonel Álvarez, Freddy Rincón) y otras figuras jóvenes que enriquecían el equipo (Óscar Córdoba, Faustino Asprilla, El Tren Valencia). Producto de su calidad, terminó primera del Grupo A de la eliminatoria a Estados Unidos ‘94, sin perder un solo partido (fueron 4 victorias y 2 empates) y permitiendo apenas dos goles en contra.

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El 5 de septiembre de 1993, Colombia sellaría por todo lo alto la clasificación directa a su tercera copa del mundo. En la última fecha de la eliminatoria, goleó de visitante 5-0 a Argentina, que quedó con un pie por fuera del Mundial de 1994. La crisis de los argentinos se vio reflejada en una escandalosa portada de la revista El Gráfico y obligó al mismísimo Diego Maradona a volver del retiro para jugar el repechaje contra Australia.

La portada histórica de la Revista El Gráfico luego del 5-0
La portada histórica de la Revista El Gráfico, luego del imborrable 5-0 del 5 de septiembre de 1993

En ese contexto, apareció la voz del otro mejor futbolista de la historia. «No tengo la menor duda de que Colombia es el mejor equipo del mundo en la actualidad», sentenció Pele justo antes del Mundial. Mientras tanto, la Selección ganaría 13 amistosos rándom contra rivales de nóminas mixtas, como Irlanda del Norte, Eintracht Frankfurt, El Salvador y Palmeiras.

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Al final, el 5-0, los elogios de Pelé, los triunfos en los amistosos fantasmas y todo tipo de situaciones tragicómicas generaron un triunfalismo totalmente salido de control, que empujó a Colombia a ser la primera Selección eliminada del Mundial de 1994, a pesar de tener el talento para ganarlo.


«Los colombianos juegan al fútbol sin contexto alguno, para bien y para mal. Por el mismo motivo que Juánfer Quintero hace el gol en Madrid (final de Copa Libertadores 2018), Carrascal y Campuzano se hacen echar con un día de diferencia. ¿Por qué? ¡Qué se yo! Estaban enojados. Juegan sin contexto». El análisis hecho en 2021 por el streamer argentino Lucas Rodríguez indica que nuestros futbolistas, aún 30 años después, mantienen la misma probabilidad de ocupar el lugar del héroe que de ser devorados por el personaje del villano.

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El fracaso en el Mundial de 1994

La Selección Colombia en el álbum Panini del Mundial de 1994
La Selección Colombia en la versión internacional del álbum Panini de USA '94

La eliminación del Mundial de 1994 se consumó en Los Ángeles, en cuestión de cinco días. El 18 de junio, Colombia perdió 3-1 contra Rumania, con doblete del delantero Raducioiu y un golazo inolvidable de Gheorge Hagi casi de mitad de cancha. El descuento fue de Adolfo El Tren Valencia, que volvería a anotar para decorar la derrota 2-1 contra Estados Unidos.

Ese 22 de junio contra la Selección local, Colombia jugó quizá el partido más desgraciado de su historia, que incluyó el autogol de Andrés Escobar intentando desviar un centro rastrero al área, y el tanto del volante estadounidense Earnie Stewart, que penetró la defensa colombiana con una diagonal rápida y definió a media altura ante el cierre tardío de Óscar Córdoba. Ya eliminada, Colombia jugó su último partido el 26 de junio en San Francisco, con triunfo 2-0 sobre Suiza (Herman Carepa Gaviria y Harold Lozano anotaron los goles).

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El intempestivo fracaso de Colombia en el Mundial de 1994 hizo que retumbaran fuerte las palabras del seleccionador nacional al inicio del torneo. Con la arrogancia que poseía a todo el país, Maturana había afirmado que no era necesario estudiar a los rivales, ya que eran los rivales quienes debían estudiar a Colombia.

El autogol de Andrés Escobar contra Estados Unidos, el 22 de junio de 1994 en Los Ángeles
El autogol de Andrés Escobar el 22 de junio de 1994, en el Rose Bowl de Los Ángeles

Los escándalos del Mundial de 1994

La eliminación prematura del Mundial de 1994 no se explica solamente desde el triunfalismo, la indisciplina y el bajo nivel futbolístico. Diferentes motivos externos generaron un ambiente nocivo para cocinar este fracaso que, como se sabe, trascendió lo deportivo.

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«Era una Selección de acuerdo con lo que era el país. El país del narcotráfico». El testimonio de la leyenda del comentario deportivo, Iván Mejía, en el documental 1994: el primer año del resto de nuestras vidas (2023), lo amplía Mauricio Silva Guzmán, periodista y autor del libro investigativo El 5-0, a propósito de la influencia ascendente del Cartel de Cali en el país tras la muerte de Pablo Escobar a finales de 1993.


«La Selección estaba concentrada porque iba a jugar contra el Parma. Allá llegan unos tipos y les dicen: nos vamos ya para una casa-finca a las afueras de Cali. Los vendaron y en esa casa-finca estaba la cúpula del cartel de Cali (…) Miguel Rodríguez Orejuela, alias El Señor, les dice a los jugadores: si llegan a la final, la cifra es esta. Y uno de ellos me dijo: con esa plata me hubiera comprado el mundo».

Bavaria, patrocinador oficial de la Selección, también fue un distractor dañino en las concentraciones y los partidos previos al Mundial. «Siempre que hacíamos un gol, corríamos a hacer con los dedos un ‘número 1’ para recibir un millón de pesos», recuerda Harold Lozano, volante de Colombia, en el documental 1994.

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«La concentración se convirtió en una especie de bazar, porque ahí entraban empresarios y les proponían a jugadores: vení, ponete esta cachucha y yo te tomo esta foto y te doy mil dólares. Se volvió algo incontrolable», complementa Javier Hernández Bonnet, que en 1994 trabajaba como jefe de prensa de la Selección.

Max Caimán: la insólita mascota del Mundial de 1994

Max Caimán le da instrucciones técnicas a Maturana y la Selección
Max Caimán da instrucciones técnicas a Pacho Maturana y a la Selección Colombia

Proveniente del planeta Saurópolis, un lagarto con gorra y guayabera llamado Max Caimán llegó a la Tierra con una misión muy concreta: encontrar un equipo de fútbol capaz de vencer a las «Bestias Cibernéticas» (unos monstruos grises liderados por el malvado Nikolái Líos) y evitar la destrucción del universo.

Escuchando la canción que dice Se va el caimán, se va el caimán, Max llegó a Barranquilla e hizo contacto con Valderrama y Maturana para convencerlos de viajar a Saurópolis a jugar el partido de fútbol más trascendental en la historia del cosmos. Pronto, este enfrentamiento se volvió noticia mundial y los futbolistas colombianos se convirtieron en celebridades. De ahí que John Jairo Tréllez tuviera amoríos con Madonna y Luis Fernando Chonto Herrera con Claudia Schiffer.

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Para fortuna del universo y de la especie humana, un gol del Tren Valencia en el último minuto del partido le dio la victoria 21-20 a Colombia sobre las Bestias Cibernéticas y el malvado Nikolái Líos fue derrotado a punta de toque-toque y contundencia ofensiva.

El álbum de figuritas de Max Caimán da cuenta de los amoríos de Tréllez con Madonna y el Chonto Herrera con Claudia Schiffer
Los amoríos de Tréllez con Madonna y el Chonto Herrera con Claudia Schiffer

El culpable de este disparate publicitario fue Bavaria, que mandó crear a Max Caimán para reforzar el favoritismo de Colombia en Estados Unidos. El lagarto extraterrestre tuvo un álbum de figuritas, un muñeco coleccionable y también fue personificado por Julio Correal. El empresario de conciertos se metió dentro de un enorme disfraz verde con cola de espuma y se arrastró por los amistosos fantasmas que jugó la Selección antes del Mundial de 1994.

«Yo me sentía parte de la Selección. Viajaba en el bus de la Selección, estaba en el hotel de la Selección, en el camerino de la Selección. Y Maturana llegó y me dijo ¿y esta vaina qué es? Profe, yo soy la mascota de la Selección. ¡Max Caimán!», revive Julio Correal en el documental 1994.

Para muchos, Max Caimán fue la sal de la Selección en el Mundial de 1994
Muñeco coleccionable de Max Caimán: para muchos, la sal de la Selección en 1994

Indisciplina y amenazas de muerte durante el Mundial de 1994

Dos factores concretos terminaron de quebrar a la Selección durante el Mundial de 1994. Versiones de prensa hablaban de que Faustino Asprilla, Antony De Ávila e incluso El Pibe Valderrama se habrían escapado del hotel Marriot de Los Ángeles, antes del partido definitivo contra Estados Unidos. Este hecho demostraba anticipadamente la pérdida de compromiso por parte de los referentes de la Selección para recuperarse de la derrota contra Rumania.

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Fue justamente antes del juego contra la Selección local cuando se supo que la familia de Gabriel Jaime Barrabás Gómez recibió amenazas de muerte por teléfono de supuestos mafiosos caleños quienes exigieron su retiro de la alineación titular. Hernán Darío Bolillo Gómez, asistente técnico y hermano de Barrabás, también recibió intimidaciones, lo cual generó pánico dentro del equipo y marginó al volante de marca de jugar el segundo y tercer partido del Mundial de 1994.

Colombia concentró en el Hotel Marriot de Los Ángeles entre hinchas y desorden
Colombia se concentró en el Hotel Marriot de Los Ángeles entre narcotraficantes e hinchas borrachos

Por eso, se cree que al saltar al estadio Rose Bowl para enfrentar al equipo que le dice soccer al fútbol, la Selección Colombia ya estaba rota por dentro. Para completar, jugadores y otros testigos aseguran que dentro del camerino del partido había una nevera con naranjas «envenenadas» que los hicieron cansarse en exceso durante el partido.

El nivel de desconcierto y confusión durante la corta experiencia mundialista de Colombia llegó a niveles insospechados. Entre muchas cosas, se dijo por ejemplo que el «brujo» personalizado de Freddy Rincón le profetizó una fractura grave y por eso el volante de Buenaventura fallecido en 2022 habría jugado esos partidos con escasa intensidad.

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El regreso del Mundial de 1994 y la muerte de Andrés Escobar

Cuando la Selección volvía al país luego de ser la primera eliminada del Mundial de 1994, Pacho Maturana invitó a sus futbolistas a llevar un bajo perfil para evitar calamidades. Paradójicamente, fue el jugador reconocido por tener el mejor comportamiento del equipo quien terminaría asesinado.

Portada del diario El Colombiano de Medellín luego del asesinato de Andrés Escobar
Portada del diario El Colombiano de Medellín, luego del asesinato de Andrés Escobar

En 1994, Colombia vivía un año fuertemente convulso en lo político y lo social por culpa de la guerra contra el narcotráfico y del «Proceso 8000», que señalaba a Ernesto Samper de ser elegido presidente con financiación del Cartel de Cali. Narcos violentos y poderosos buscaban penetrar en la sociedad mientras el país lapidaba a los futbolistas de su Selección con la misma fuerza con que la que días atrás los idolatraban.

El asesinato de Andrés Escobar Saldarriaga (1967-1994) ocurrió en la noche del sábado 2 de julio en el parqueadero del restaurante El Indio, a las afueras de Medellín. El defensa de Atlético Nacional fue insultado por los hermanos Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, vinculados con el narcotráfico y el paramilitarismo.

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Luego de que uno de ellos le dijera al jugador «usted no sabe con quién se está metiendo», Humberto Muñoz Castro, chofer de los mafiosos, bajó de la camioneta y le disparó seis veces a Escobar, que murió 45 minutos después en un hospital cercano. Según la prensa deportiva, Escobar, de 27 años, estaba a una firma de convertirse en jugador del AC Milan, el mejor equipo del mundo en ese momento.

Andrés Escobar fue asesinado a los 27 años cuando estaba a punto de fichar por el AC Milan de Italia
Andrés Escobar tenía 27 años y estaba a punto de fichar por el AC Milan de Italia

Humberto Muñoz Castro fue llevado a la cárcel Modelo de Bogotá y sentenciado a 43 años de prisión. Sin embargo, según medios locales, sólo estuvo preso once años y quedó en libertad en 2005. Al momento de su detención, el lavaperros de los hermanos Gallón Henao insistió en que no sabía que la víctima de sus disparos había sido Andrés Escobar, lo cual alimenta las versiones de que el asesinato fue más allá del autogol. Sobre la muerte del Caballero del fútbol, Pacho Maturana se limitó a decir que «estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado».

Treinta años después del fracaso en el Mundial de 1994, Colombia no ha cambiado demasiado. El país sigue siendo un narcoestado, los triunfos en el fútbol todavía son escasos y la violencia continúa caracterizando a una sociedad que parece condenada a protagonizar la misma película de terror, aunque con algunas risas en el medio. Ya lo dijo cineasta caleño Carlos Mayolo hace medio siglo: «El país se derrumba y nosotros de rumba».