Cruzando el Amazonas
07 / 07 / 2021

Conservación, cultura, respeto, valentía y humildad


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
07 / 07 / 2021
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Cruzando el Amazonas - Camino al Tarapoto es la nueva serie documental de Señal Colombia con la que podrás conocer la Amazonía colombiana.

Esta serie nos lleva al pulmón del mundo junto a tres colombianos citadinos, quienes deben explorar la selva llevando consigo el mínimo posible de elementos para sobrevivir, además de aprender de las tradiciones de las comunidades locales e interactuar con el entorno para sobrevivir.

Pero aprender de la Amazonía va más allá de recorrer sus ríos y la espesura de su vegetación, pues los exploradores tendrán que aprender desde las tradiciones ancestrales hasta elementos de la cultura local para cumplir las metas que les proponen.

Esta travesía se basa en cinco valores fundamentales que se verán a lo largo de los cuatro capítulos, y sin los que ni el público ni los participantes pueden aprender lo que se debe aprender de la Amazonía con Cruzando el Amazonas - Camino al Tarapoto.

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Los valores de Cruzando el Amazonas

Conservación

A lo largo de la serie los exploradores descubren lo que les da la tierra para sobrevivir. Comen insectos, preparan productos selváticos y deben caminar por la selva viviendo de ella pero sin dañarla, tomando sólo lo que necesitan.

“Los seres humanos estamos acabando con todo. No cogemos conciencia, el ser humano sólo piensa en acabar”, explica Ricardo Ríos, participante de la aventura, luego de conocer la manera en la que las culturas locales subsisten con la Amazonía.

Cultura

Con Cruzando el Amazonas participantes y público conocen tradiciones ancestrales, los tipos de construcción, técnicas, lenguas, y las maneras de sobrevivir que hacen parte del acervo cultural de los locales. La perspectiva de este acercamiento es la de los mismos locales que invitan a los expedicionarios a conocer su realidad.

Un ejemplo es cuando Miguel y el abuelo Norberto salen al encuentro de hojas de coca y palo de yarumo para preparar el mambe, una preparación pulverizada que sirve como catalizador social, energizante y promotor de la palabra en el Amazonas.

En este caso el abuelo les muestra cómo es que se hace la preparación desde que se retiran las hojas de la planta, a la cual se le trata con el mismo respeto que a un ser humano.

Respeto

Los expedicionarios también aprenden sobre el respeto del territorio y la cultura de los locales. Pisar territorio sagrado donde se ubica el origen de familias ancestrales es uno de esos privilegios, y se trata con sumo respeto.

A través de este respeto los locales invitan a sentir la vibración de la naturaleza, de todo aquello que está vivo allí. El respeto no sólo a los taitas y los habitantes de la selva, sino también a la fauna y la flora amazónica, para así sentir la energía que fluye a través de la selva y comunicarse con ella, pedirle permiso para moverse y sobrevivir con lo que da.

Valentía

Las pruebas ponen en constante prueba la valentía de los expedicionarios, pues enfrentarse a la selva con escasas herramientas y superando sus miedos apela al valor de cada uno para enfrentarse a sus temores y superar las barreras.

“Uno no espera algunos obstáculos, pero llegan y no queda más que enfrentarlos con valentía. Se requiere un fortalecimiento mental, porque quizás si uno se viene a la selva con mentalidad de que no va a poder hacer algo, tal vez la mente no da porque uno mismo se crea barreras”, explica José Carvajal, uno de los participantes.

Humildad

Uno de los propósitos de los participantes en la expedición es hacer dicha exploración de rincones protegidos llenos de biodiversidad y belleza asumiendo una posición de humildad y respeto.

Para comprenderlo mejor, los locales reciben a los expedicionarios con respeto y sin posiciones de superioridad. Por el contrario, para ellos las puertas están abiertas, reciben a los citadinos y les llenan el corazón con conocimiento y ancestralidad. Los locales son sabios, hablan y hay aprendizaje y lo imparten con humildad.