El club
01 / 06 / 2017

Pablo Larraín, un cineasta de altura


Por Paola Arcila Perdomo
Paola Arcila Perdomo
01 / 06 / 2017
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Pablo Larraín es un cineasta chileno que ha llegado a las altas esferas del cine mundial. Es comunicador audiovisual egresado de la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (UNIACC) y es uno de los socios fundadores de Fábula, empresa dedicada al desarrollo de cine y comerciales donde ha desempeñado diversos e interesantes proyectos.

El camino para su crecimiento ha sido largo. Comenzó con su ópera prima 'Fuga' que fue dirigida en 2005 y que retrata la vida de Eliseo Moltalbán, interpretado por Benjamín Vicuña.

Pablo Larraín

El protagonista de 'Fuga' es un personaje que, después de ser testigo del terrible crimen de su hermana sobre un piano, compone una sinfonía mortal que es la pieza clave de un filme en donde el protagonista, además de ser un personaje perturbado, es totalmente complejo.

La película es una historia siniestra que gira alrededor del tormento que vive Eliseo. Una cinta que nos va dejando un sabor agridulce entre la tragedia y la comedia, entre la creación de lo sublime y la oscuridad del dolor. Ahí comenzamos bien.

'Fuga' tomó cinco años de creación conjunta entre los hermanos de Larraín, Hernán y Juan de Dios, quienes fueron los productores, y su primo Hernán Rodríguez Matte, que ofició de coguionista.

Indudablemente, ésta cinta fue ajena a las corrientes tradicionales del cine que se veían hasta ese momento en Chile y logró diversos reconocimientos en festivales como los de Cartagena, Málaga y el de Cine Latinoamericano de Tieste.

Imagen de la película "Fuga" de Pablo Larraína

Con el éxito que cosechó la cinta se comenzaron a escuchar "pasos de animal gigante", como diría la expresión coloquial, éste chileno se las traía y bastaron pocos años para que comenzara a sacudir el mercado cinematográfico, no solo de su país, sino de Latinoamérica.

Para el año 2008 lanzó el filme 'Tony Manero' y en 2010 lo hizo con 'Post Mortem', labor que fue realizando junto a los guiones y la producción de otras cintas como 'La vida me mata' en el año 2007 y 'Grado 3' en el 2009. Trabajo arduo, pero que fue consolidando de a pocos su éxito.

Sin embargo, fue con 'No' (2012) que logró la consolidación definitiva de su carrera. Aquí Larraín tiene varios puntos a favor: además de una historia emotiva e inteligente, la película contó con uno de los mejores actores latinoamericanos, Gael García, quien interpretó a un publicista que creó y trabajó la campaña del "No" en el plebiscito de 1988 en Chile, para impedir que Augusto Pinochet continuara en el poder.

El filme que fue nominado a los Premios Oscar en 2013 a Mejor película extranjera, exploró diversos temas aparte de la política y de la situación que planteaban los de derecha o de izquierda en ese momento. Uno de ellos fue retratar los sentimientos humanos que palpitaban en la sociedad chilena.

Los colores del filme, la imagen del arcoíris, las escenas de la memoria chilena e incluso la farándula que gira en torno a 'No' nos presentan un Larraín creativo, profesional y talentoso. Pero ahí sigue sin parar el tema.

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Imagen de la película "No de Pablo Larraín

Su quinto filme 'El club', cinta que verás en nuestra pantalla y que llegó a las principales salas de cine en el año 2015, ganadora del Oso de Plata en el festival de cine de Berlín y nominada a los Premios Globo de Oro, entre otros tantos reconocimientos, verifica el gusto del director por el cine que contenga ritmos diferentes, emociones que lleven al espectador por otros caminos e incluso escenas que logren incomodidad.

Esto es 'El club', un filme que deja sobre la mesa un tema bastante polémico en donde cuatro sacerdotes son castigados por la iglesia por crímenes cometidos en su pasado y regidos por una carcelera que es monja, una mujer cargada de dolor y de misterio y que causa físico miedo.

Imagen de la película "El club" de Pablo Larraín

En fin, estos personajes viven en una pequeña casa al lado del mar, alejados de todo, incluso de sus propios pecados y pensamientos, hasta que llega un quinto personaje, sacerdote también, que se vuela los sesos delante de todos. No se preocupen, no hay spoiler aquí, es tan solo el comienzo de la historia. Imaginen no más.

El abismo que queda aquí entre lo privado y lo público, los monólogos que revuelven un poco el estómago, la rabia que hay en la mirada de cada uno de los personajes, la propuesta estética del filme, la tensión constante en cada escena, la psicología enferma y trastocada de los protagonistas, los tema tabú que se tratan a bocajarro, e incluso la provocación a debatir estas situaciones "ocultas", deja en el aire ese olor extraño que hace que no te quites de la cabeza este filme por días.

Después de 'El Club', Gael García volvió a trabajar de la mano con Larraín encarnando a Oscar Peluchonneau en el siguiente filme del director: 'Neruda', protagonizando junto a Luis Gnecco una cinta que retrata los años de persecución política y clandestinidad que tuvo que vivir el entonces senador del partido comunista y poeta Pablo Neruda.

La cinta que también recibió diversos reconocimientos en los Premios Fénix y los Globos de Oro, nos presenta de nuevo ese ángulo alejado de los convencionalismos y de la obviedad, para dejar en la memoria una cinta biográfica que desmitifica la vida del escritor, que lo pone sobre una balanza entre esa figura romántica que todos conocen y un ser hedonista y burgués que muestra su lado más humano.

En este punto ya se sabe que Larraín está contando una nueva historia del cine en Chile, aquí ya se da por sentado que se convirtió en parte de la historia de su país.

Con poco más de 40 años, este hombre, hijo de políticos de derecha, antipinochetista y sujeto sin prejuicios, nos presentó un cine distinto, creativo, descarnado y sin ataduras, que deja de lado las sutilezas.

Con esta conclusión podría decirse que el tipo ya está más allá del bien y del mal y que no es necesario esforzarse de más. Pues no. Resulta que su reciente creación 'Jackie' vuelve a dejar a la audiencia con la boca abierta. Aquí Larraín saca las garras y nos presenta un filme esplendoroso.

Esta película que muestra la vida de Jackeline Kennedy -interpretada por Natalie Portman (quien de paso fue nominada al Oscar a mejor actriz)-, después del asesinato de su esposo, el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en 1963.

La película hace ver a una Jackie que no era ni tan santa, ni tan ejemplar y, muchas veces, ni tan lista.

Y es que en este filme se muestran las múltiples facetas de la viuda de Kennedy, que se balancean entre lo mediático y lo privado. Una cinta en la que el público es testigo de uno de los asesinatos más sonados en la historia y en la que se ve inmerso en cada momento de esta escena y de su posterior evolución. De nuevo Larraín presenta algo más allá de un mito.

Natalie Portman en "Jackie"

Y para finalizar, hablando sobre las películas del sur, en una entrevista con la AFP en 2015, Larraín asegura que las cintas "necesitan tener una identidad muy fuerte, tienen que ser honestas para poder conectar con una audiencia". ¿Por qué traemos a colación esta declaración?, porque realmente es la esencia de lo que nos presenta Larraín en toda su historia cinematográfica, un tipo que siempre ha sido muy fiel a lo que piensa y que lo cuenta a todo el que quiera verlo y escucharlo.