Pueblo de cenizas (2021) es una película colombiana de suspenso dirigida por el vallecaucano Jhon Salazar, se desarrolla en un pueblo en el que conviven con brujas, espantos y demonios, allí vive Antonio, quien está casado con Evelia, una mujer estéril que en su afán de quedar embarazada visita a la bruja del pueblo, Alicia, para hacer hasta lo imposible y poder concebir. Entre tanto llega Miriam, la sobrina huérfana de Evelia y única sobreviviente de una tragedia que vivió su familia, Antonio desea adoptarla, pero desde su llegada se desencadenan una serie de sucesos sobrenaturales.
La historia es perfecta para los amantes de las películas de terror, se desarrolla a mediados del siglo XX en la zona cafetera de Colombia, donde Ramón es el dueño de una hacienda que le quiere heredar a su hijo Antonio, y espera que su futuro nieto siga el legado de la familia, por esta razón es que Evelia siente la presión de quedar embarazada a toda costa.
La cotidianidad de la familia se ve afectada con la llegada de Miriam, quien se vio obligada a ir con su tía luego de ser la única sobreviviente a una inundación que hubo en su pueblo. Las sombras acechan a la familia y Miriam comienza a ser atacada por El Duende, un ser sobrenatural que ha convivido durante años con la familia, que cuida la hacienda y su cosecha, aunque parece inofensivo, es capaz de matar para conservar su territorio.
Es en ese momento en que se desatan una serie de sucesos con graves consecuencias para la familia, Ramón cree que Miriam les trajo el mal, Antonio hace hasta lo imposible para salvarla, mientras que Alicia intenta protegerla.
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Si bien la cinta es un thriller, el objetivo del director no era asustar con una de esas típicas películas de terror, sino regalarle a la audiencia un filme lleno de realismo mágico, además de rescatar las leyendas y mitos con los que hemos crecido, aquellos que se gestaron principalmente en el territorio rural. Por esta razón y para que el filme tuviera más coherencia, se desarrolla en un pueblo con una familia rural de los años 50.
Pueblo de cenizas fue grabada en el municipio de Ginebra y el corregimiento de Santa Helena, ubicados en el norte del departamento del Valle del Cauca, y la ambientación de esta región montañosa está inspirada en la zona cafetera del siglo XX.
La religión y los demonios
Las creencias religiosas son indispensables para los habitantes de este pueblo, quienes parecen aplicar aquel dicho de “el que peca y reza empata”, aunque la bruja del pueblo es despreciada por la comunidad, acuden a ella para encontrar soluciones efectivas.
Mientras tanto, la iglesia culpa a los habitantes de los desastres que ocurren en el pueblo, ya que, según el cura, esta es una forma en la que Dios los castiga por sus pecados. De esta forma el director le pone nombre y rostro a los miedos y conflictos emocionales de las personas que habitan este lugar.
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Sobre el director
Jhon Salazar es un director y guionista vallecaucano, estudió Literatura e Idiomas de la Universidad Santiago de Cali. Realizó una especialización en Prácticas Audiovisuales de la Universidad del Valle y un diplomado en Guión y Dirección de cine en el Núcleo de Investigación Cinematográfica - NIC, en Madrid, España.
Ha dirigido los cortometrajes Mi culo es mío (2008); El zulo (2014) y La utopía de Lucía; su ópera prima es Pueblo de Cenizas, cinta que hizo parte de la selección oficial de Screamfest, el Festival de Cine de Terror en Los Ángeles (California) y en el Chicago Latino Films Festival, también hizo parte de Insólito, el Festival de Cine Fantástico de Perú.