La vida de Emma Reyes, pintora y escritora colombiana nacida en Bogotá el 9 de julio de 1919 es el tema principal de la serie de ficción histórica Emma Reyes, una producción que trae a la pantalla su desarrollo desde la infancia hasta convertirse en la destacada artista internacional que fue.
De acuerdo con La red cultural del Banco de la República, la obra artística de Emma Reyes se caracteriza por moverse en el arte naif (ingenuo y espontáneo), el muralismo mexicano (con profundos tintes políticos), el primitivismo, el indigenismo y el expresionismo.
"Su trabajo artístico cambió a lo largo de su vida, pero a pesar de ello siempre se hace evidente su insistencia en lo gráfico, el manejo consciente de la línea, el color y el uso del espacio. Se sabe también que incluso incursionó en el paisajismo", agregó Adriana García Galán, docente del Programa de Artes de la Facultad de Creación de la Universidad del Rosario.
Por eso, te contamos algunos detalles de su vida, obra e influencias, para que no se te quiten las ganas de ver esta gran producción audiovisual.
Emma Reyes, una artista que se hizo desde la adversidad
Mucho de lo que se sabe de los primeros años de la vida de Emma Reyes se debe a su obra autobiográfica titulada Memoria por correspondencia,la cual describe su juventud atravesada por la pobreza, la ausencia del apoyo familiar, la vida en el internado femenino, la incertidumbre frente a la existencia y una constante búsqueda de sí misma.
En sus Memorias cuenta que nunca llegó a conocer a sus padres ni a ningún otro familiar cercano salvo por su hermana mayor Helena, quien la acompañó en esta época caracterizada por las penurias económicas, los maltratos recibidos por parte de la señora María, su cuidadora, y por los duros viajes emprendidos hacia Guateque y Zipaquirá, los cuales marcarían su vida.
Abandonada por su cuidadora en la estación de trenes de Zipaquirá, Emma Reyes fue internada en el convento de María Auxiliadora junto con su hermana, donde permaneció por quince años hasta que escapó para emprender un largo viaje por América Latina.
Llegó a Buenos Aires en 1945 después de haber vivido un tiempo en Paraguay y fue allí donde comenzó su vida formal como artista.
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"Salió de colombia muy joven y viajó por sudamérica, logró muchos hitos a lo largo de su camino. Aprendió de forma autodidacta a pintar. Vio la obra del pintor argentino Raúl Soldi, también trabajaba en escenografía, y fue de gran influencia para su desarrollo artístico", explicó García Galán.
Pronto, en 1947, Emma participó en el concurso internacional de la Fundación Roncoroni de Buenos Aires, y ganó una beca para estudiar en París en la academia del artista André Lhote, hecho que le abriría definitivamente las puertas de una prolífica carrera artística a nivel internacional.
"Hay un mito que dice que fue André Lhote quien la ubicó en la pintura costumbrista y primitivista como comienzo de su carrera artística", destacó la experta de la Universidad del Rosario.
Hacia 1949 ya había presentado su primera exposición individual en la Galería Kléber en la misma ciudad y, al año siguiente, invitada por el Departamento Cultural de la Unesco en Washington, realizó las ilustraciones de la "Biblioteca Popular de América Latina".
Vivió dos años en la capital estadounidense y de allí viajó a México, donde trabajó como auxiliar del reconocido artista mexicano Diego Rivera, lo que le permitió acercarse y conocer la obra de los principales muralistas y la exposición retrospectiva de Frida Kahlo en 1953.
"Dicho trabajo en Washington la condujo a México y trabajó con los muralistas mexicanos de la época, como Rufino Tamayo y Diego Rivera, y también con Frida Kahlo. Allí participó en exposiciones colectivas con ese círculo de artistas", afirmó Adriana García Galán.
En 1962 regresa a Francia, se casa con el médico francés Jean Perromat, y se radica definitivamente allí hasta su muerte el 12 de julio de 2003.
De acuerdo con los biógrafos del Banco de la República de Colombia, fue en este momento donde más se reconocieron sus obras, sobresaliendo los seis paneles murales que decoran la Escuela Normal y la biblioteca de Périgueux, y donde estuvo estrechamente ligada con el mundo intelectual francés.
Allí conoció a Alberto Moravia, Jean-Paul Sartre, Pier Paolo Pasolini, Enrico Prampolini y Elsa Morante. De igual manera, entre la década del sesenta hasta finales del siglo, se presentaron varias de sus obras, tanto en exposiciones individuales como colectivas, en varias galerías y museos de Bélgica, Alemania, España, Estados Unidos, Venezuela, México y Colombia.
Como pintora reconocida internacionalmente, Emma Reyes ayudó a varios artistas colombianos a despegar su carrera; entre ellos sobresalieron Fernando Botero, Antonio Barrera, Luis Caballero, Alberto Cogollo, Darío Morales y Alberto Sojo.
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