“Si no estoy mal fue contra Chile. La serie ya estaba definida; por eso me dejaron jugar”, dice Catalina Castaño. Y efectivamente la memoria no le falla. Esa fue su primera participación en la Copa Federaciones, el certamen por países más importante en el mundo del tenis. El 26 de abril de 1996, con 17 años, la risaraldense cayó con la chilena Paula Cabezas en dos sets (6-2 y 6-4). Tres temporadas después llegó la victoria. Y no precisamente por superar a su oponente en todos los sectores de la cancha. La mexicana Melissa Torres presentó molestias físicas cuando el marcador estaba empatado 2-2 en el primer set, por lo que tuvo que retirarse. Triunfo al fin y al cabo. El primero de los 33 de sencillos (más 18 de dobles) que obtuvo en esta Copa durante más de 18 años de carrera.
Después de que un cáncer de seno sentenciara definitivamente su retiro de las canchas, el tenis la ha vuelto a llamar. Puede que nunca la haya abandonado. Esta vez, no para que empuñe la raqueta y siga acumulando victorias. El deporte le tiene otra misión, una para la cual, sin darse cuenta, se ha venido preparando desde hace mucho tiempo. “En las últimas participaciones en la Fed Cup los entrenadores ya me delegaban algunas funciones. Estaba muy pendiente de mis compañeras, les daba apoyo y uno que otro consejo”, apunta Castaño, quien cuando se enteró de su enfermedad la enfrentó como usualmente disputaba un partido: con garra y corazón.
La pereirana tiene muy clara la diferencia abismal entre ser jugadora y entrenadora. Mucho más cuando ahora comandará a las que hace algunos meses fueron sus compañeras de entrenamientos y partidos. “Creo que voy a sufrir más que cuando estaba en la pista. Hasta el momento no me ha dado nostalgia y pues espero que no me dé”, dice la primera mujer en ser capitana de un equipo de Copa Federaciones colombiano. Y quién mejor que ella, una persona dedicada al deporte, disciplinada y conocedora de los secretos para romper esa hegemonía masculina.
“Es interesante que una mujer esté en la capitanía. Bueno, es más interesante que sea yo (risas). Ahora sí se está entendiendo que el tenis femenino es muy, muy diferente al de los hombres. Es el momento preciso para tomar el ejemplo de países como Francia y Alemania que, encabezados por exjugadoras, han tenido excelentes resultados”.
Desde que la designaron en su nuevo cargo, Castaño empezó a trabajar. Es una persona organizada, fiel a la programación, y reiterativa con el orden. Así era su juego. No tenía un golpe que sobresaliera por lo que procuraba lograr una armonía y no dejar grietas. “He hablado con algunos entrenadores para mirar el calendario de las niñas (Mariana Duque, Yuliana Lizarazo y Maria Fernanda Herazo), trabajo de pretemporada y cosas así. Me encantaría poder estar con ellas por lo menos una semana antes de la próxima confrontación”, dice quien siempre tuvo como referente a la alemana Steffi Graff.
El respeto y la amistad serán las bases sobre las cuales Catalina edificará el nuevo proyecto. Como tenista fue una de las jugadoras más amables y queridas del circuito. Como entrenadora espera mantener esa línea a la cual aún le guarda fidelidad. “Llego para aportar todo lo que he vivido. A enseñarles a manejar la presión de jugar por tu país. Porque sí, tengo que reconocerlo, eso era lo que más me gustaba de la Copa Federaciones”. Esta vez no habrá turno para ingresar al campo. Sus golpes no ayudarán a salvar una serie pero su apoyo y su aliento sí.
#DatoDeportivo
La próxima confrontación del equipo nacional será del 4 al 7 de febrero de 2015 en San Luis Potosí, México cuando se dispute la eliminatoria del Grupo I americano. Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Venezuela, Colombia y el conjunto local, los equipos que participarán.
Foto: EFE