En Señal Colombia Deportes te contamos cinco diferencias entre el microfútbol y el fútbol sala.
¿Has jugado alguna vez un ‘picadito’ en el barrio? ¿En tu colegio, universidad o barrio hay una cancha de microfútbol? Por muy bueno o malo que tú creas que eres, es muy probable que su respuesta sea “sí” y solo por eso tú muy seguramente tienes claras las reglas de uno de los deportes más importantes del país: el fútbol de salón o microfútbol.
La disciplina llegó en 1966 al país gracias al entonces director de deportes de la Universidad Nacional Jaime Arroyave Rendón, quien con una delegación colombiana viajó a Sao José Dos Campos (Brasil). Antes de aterrizar, Arroyave vio unos arcos en placas de cemento y preguntó qué era esto, le respondieron que eran canchas de ‘Futebol de salao’ (fútbol de salón).
Le sorprendió tanto este deporte que solicitó un reglamento del mismo. Albano Ariza, miembro de la delegación, tradujo las reglas del fútbol de salón al español y a partir de allí se empezó a impulsar su práctica en el país, con bastante éxito.
Estas son las diferencias entre el microfútbol y el fútbol sala:
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La institución que dirige la práctica del microfútbol es la Asociación Mundial de Fútsal (AMF) mientras que la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) es la encargada de regir el fútbol sala.
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En el microfútbol los partidos tienen una duración de 40 minutos (dos períodos de 20 minutos y un descanso de 10 minutos) en el fútbol sala la duración del encuentro es la misma, pero el período de descanso es de 15 minutos.
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En el microfútbol el saque lateral y de esquina se realiza con las manos, mientras que en el fútbol sala se lleva a cabo con los pies.
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En el microfútbol el arquero no puede pasar la mitad de la cancha, a diferencia del fútbol sala en donde el portero puede salir a jugar en la zona contraria.
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En el microfútbol el saque del arquero no puede superar la mitad de la cancha, en el fútbol sala sí puede pasar la línea de la mitad.