El ciclismo de pista no puede vivir sin música / Fedeciclismo
El ciclismo de pista no puede vivir sin música / Fedeciclismo
31 / 03 / 2017

El ciclismo de pista no puede vivir sin música


Por Señal Colombia
Señal Colombia
31 / 03 / 2017
El ciclismo de pista no puede vivir sin música / Fedeciclismo
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En la Copa Mundo de pista en Cali de 2017, las canciones de los altoparlantes sólo son silenciadas segundos antes y durante la salida de los corredores. No más. Incluso durante la competencia, se escucha electrónica, house, pop y hasta reggaetón. Algunos ciclistas acuden a la introspección y otros se motivan con lo que escuchan. Y cuando se bajan de sus bicicletas se colocan sus audífonos.

 

¿Qué escuchan, por ejemplo, los integrantes de la selección Colombia? Antes de competir montan su bicicleta sobre unos rodillos para entrar en ritmo y se aíslan con sus audífonos para concentrarse y activarse. Por lo general, empiezan con electrónica, pero lo más curioso es que algunos terminan en géneros insospechados como vallenato, bachata y carranga, como el caso del fondista Sebastián Molano.

Angy Guzmán tiene una preferencia por la canción de Rocky, la motiva a pedalear más duro y a seguir al ritmo que le pide el entrenador José Julián Velásquez. El velocista Rubén Murillo arranca sus tandas con electrónica, pero una vez está sudando busca salsa choque. Milena Salcedo, por su parte, encuentra fortaleza en la letra de Titanium, de David Guetta. You shoot me down but I won't fall, escucha y acelera el paso y frunce el ceño y se motiva y coge agallas.

Hay ritmos para todos los gustos. Jonathan Restrepo prefiere tranquilidad con Jason Mraz, mientras que Jordan Parra puede pasar de una electrónica a un lamento de Diomedes Díaz; de un reggaetón a una ranchera de Vicente Fernández. Pero también hay excepciones: Sol Angy Roa se concentra con música cristiana, especialmente.

¿Y cuál es el género preferido del público en la Copa Mundo de pista en Cali? Hay uno en particular, que no suena mientras corren los ciclistas. Ni tampoco en los beats de los británicos y los franceses. Es la salsa la que pone a los espectadores al borde de sus asientos.