Román Mosquera, taekwondista colombiano / Coldeportes
Román Mosquera, taekwondista colombiano / Coldeportes
24 / 11 / 2015

Román Mosquera cambió el salto alto por el taekwondo


Por Señal Colombia
Señal Colombia
24 / 11 / 2015
Román Mosquera, taekwondista colombiano / Coldeportes
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Cuando terminó la final de los 58 kilogramos en el taekwondo de los Juegos Nacionales, Román Mosquera no sabía si llorar, saltar o abrazar a su entrenador. Acaba de derrotar a Óscar Muñoz, medallista olímpico en Londres 2012, y obtenía uno de los triunfos importantes de su carrera, no solo por la envergadura del rival sino por la manera en que lo hizo.

“Llegamos al tercer asalto empatados a dos puntos y eso nos obligó a disputar un asalto extra. El ambiente era increíble en el coliseo de la Universidad Tecnológica de Chocó. Todo parecía estar bajo control para Muñoz, quien marcó dos unidades rápidamente. Ya estaba manejando el combate.

Sin embargo, no me resigné, sabía que tenía con qué ganarle e hice un punto sobre su rostro. No lo podía creer cuando dijeron que el oro era mío”, le contó Mosquera a Señal Colombia Deportes desde Quibdó luego de lograr esta espectacular victoria.

Cuando terminó el combate, Óscar se me acercó y me felicitó, me dijo que no fue nada fácil, que había sido muy duro”, añadió el medallista de oro, reconociendo que cualquiera de los dos hubiera podido llevarse el triunfo.

Sobre su emotiva celebración, Román dice que en primer lugar fue para Dios y también para su familia, que le ha brindado un apoyo incondicional durante su carrera.

“Mis papás y mis tres hermanas son muy importantes, siempre hemos sido muy unidos y los tuve en mi mente y en mi corazón todo el tiempo”, asegura este atleta nacido en Quibdó el 3 de agosto de 1989, pero que vive en Medellín desde los once años. Profesional en deporte, y docente en el semillero de formación deportiva de taekwondo del Tecnológico de Antioquia, Román se inició en el Taekwondo porque un amigo lo llevó a una exhibición en el 2003. Desde que vio el primer combate quedó cautivado con esta disciplina que le generó gran curiosidad.

Lo que no sabía es que esa curiosidad se iba a transformar en una pasión para toda la vida. Si bien se había iniciado en el salto alto, por herencia paterna, este arte marcial tenía algo mágico que logró enamorarlo a diferencia del atletismo, deporte que no le generaba pasión.

Por ahora, Román Mosquera debe enfocarse lo antes posible en su siguiente competencia y ello implica largas jornadas de entrenamiento. “Si te duermes en el taekwondo, pierdes terreno y te pueden vencer fácilmente”, puntualiza el chocoano.