La francesa más colombiana de todas
24 / 11 / 2015

La francesa más colombiana de todas


Por Señal Colombia
Señal Colombia
24 / 11 / 2015
“En mi cédula aparece que nací en París, pero yo soy más colombiana que un berraco", dice Anne Charlotte Brieke. El acento bogotano con el que pronuncia esa frase así lo confirma aunque su apariencia diga lo contrario. Es rubia, alta (1.76 centímetros) y tiene las mejillas rosadas. “Eso es porque mi papá es alemán y mi mamá francesa”, explica. El trajín y el estilo de vida parisina que llevaba la familia de Anne, rápidamente se cambió por el colombiano a los pocos meses de su nacimiento. Sus padres regresaron al lugar donde se habían conocido años atrás. “Mi mamá quería estudiar castellano en su época universitaria y en Francia le aconsejaron hacerlo en Bogotá porque ahí se hablaba el mejor español. Mi papá estaba aquí por cuestiones laborales. Se conocieron y bueno… ese es el destino. Un alemán y una francesa unidos en Colombia”. Pero para Brieke, resulta más extraño el amor que empezó a sentir por los caballos desde temprana edad. “Acompañaba a mis papás al club en Cali o en Bogotá. Ellos jugaban tenis o realizaban otras actividades, pero a mí me gustaba ver los caballos saltar y a los jinetes. No fue una herencia o una recomendación, fue un sentimiento que me nació. No puedo explicar por qué”. Eso la motivó a inscribirse en clases. Se cayó, se raspó pero aprendió que la equitación es un trabajo en equipo. Entendió que el objetivo final es conformar un binomio con el caballo. Entenderse y hacer los recorridos juntos. “Aunque suene muy cliché es ser uno solo en la pista”, afirma. Anne comenzó a participar en competencias de salto y a ganar algunas de ellas, siempre representando al club Bacatá de la capital de la república. Demostró talento para este deporte y cuando fue creada la Liga Ecuestre de Bogotá se le abrieron las puertas. Sin embargo, finalizando su bachillerato llegó una noticia que por poco acaba con su sueño. “Mis papás me dijeron que tenía que irme para Europa a estudiar cuando estaba en once. Me iban a buscar la escuela para realizar la preparatoria y me acomodaban todo allá. Obviamente les dije que no, que yo amaba a Colombia, mi país, como a nada y que quería seguir montando”, recuerda. Los papás de Anne aceptaron que se quedara en Colombia pero le pusieron una condición: escoger lo más pronto posible una universidad “Lo primero que les dije era que no iba a estudiar medicina. Pero cuando llegó la hora de tomar una decisión, ingresé a esa carrera en la Universidad de La Sabana. Me decidí porque me quedaba cerca del club para ir a entrenar”, comenta sobre la elección que hizo teniendo como prioridad la equitación. Terminó su carrera en 2007 y luego se especializó en oftalmología. Su siguiente paso fue trabajar específicamente en la retina, una de las partes del ojo. Eso sí, nunca dejó a un lado su pasión, la equitación, pues todo el tiempo la estuvo combinando junto con su profesión. Aunque no llegó a ser jinete  profesional,  pues ello requiere estar montando tiempo completo, no se arrepiente porque sigue participando en eventos de primer nivel y disfrutando cada salto. “He ido a Copas del Mundo, a Juegos Bolivarianos, a Centroamericanos y del Caribe y a los Panamericanos de Toronto 2015. Me siento muy afortunada por representar el amarillo, azul y rojo de nuestra bandera. Lo hago con todo el orgullo”, señala la jinete francesa más colombiana de todas mientras besa a Jujeña, la yegua con la que conforma uno de los binomios más destacados del país. Foto: Facebook Anne Charlotte Brieke