La Selección Colombia femenina no cambia sus rutinas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Por ejemplo, el día en que enfrentaron a Venezuela en las semifinales (miércoles a las 10:00), se levantaron casi en lo oscuro para desayunar a las 6:30 a.m. Salieron en bus a las 7:30 para la Unidad Deportiva Hugo Sanchez, al ritmo de lo que pusiera Tatiana Ariza en sus parlantes Bosé. La música continuó en el camerino, mientras se cambiaban: reggaetón, salsa y dos canciones en especial que no pueden faltar jamás: “Colombia, tierra querida” y el himno nacional.
Este último lo escucharon dos veces, luego se abrazaron y la lateral Carolina Arias tomó la palabra para orar. Después escucharon el 'Oh Gloria inmarcesible' una vez más y por último, como es bien sabido, consiguieron un resultado favorable. 1-0 para clasificar a la final contra México. Lo que siguió lo resume el técnico Felipe Taborda: “Una vez en el hotel, almorzamos y les llenamos las tinas de hielo para que se recuperaran. Durmieron de 1 a 5 de la tarde, tomaron su refrigerio, cenaron a las 7, nos reunimos a las 8 y nos acostamos a dormir a las 10”. Esta rutina es inmodificable.
De hecho, el seleccionador nacional espera que ni siquiera cambien los rostros en el futuro y que este jueves vuelvan felices al hotel después de haber conseguido al título centroamericano. A las 8:00 p.m., por Señal Colombia, se enfrentarán a México. Pero antes de eso, Felipe Taborda tuvo un mano a mano con nosotros en el que dio intimidades de su grupo.
¿Quién es la más alegre del grupo?
Carolina Arias. Es un payaso completo, pero también es quien habla en las oraciones grupales. Parece una monja.
¿La más tímida?
Hay varias: Natalia Gaitán, Korina Clavijo. Daniela Montoya también es callada y tranquila. Pero en la cancha, las tres son las más jodidas, las que tienen más temple y más carácter. Son unas líderes.
¿La más llorona?
Katerine Castro. Si juega mal, llora. Lo mismo Carolina Pineda. Cuando no pudimos ganarle a Brasil en la Copa América, lloraron muchas. Y cuando nos enteramos de que ya estábamos clasificados a Juegos Olímpicos, hubo lágrimas de todos, incluyéndome a mí. Pero ese llanto era de alegría.
¿La más fantástica del equipo?
Lady Andrade. Ha jugado micro y tiene mucho manejo de piernas. Esa mujer lo coge a usted en un mano a mano y lo deja en ridículo.
¿Qué le saca la piedra a usted como DT de esta selección?
Repetir lo que digo, que no cumplan los horarios, que hagan bulla en el comedor o que lleven sus celulares a las comidas grupales.
¿Por qué?
En procesos anteriores, ellas sólo podían usar el celular durante una hora al día. Conmigo, pueden tener sus aparatos y sus tablets todo el día, menos en el desayuno, el almuerzo y la cena. Son espacios muy grupales y tranquilos, en los que espero que haya respeto y silencio. No acepto ni siquiera que se sienten a comer con gorra. Ellas lo entienden.
¿Qué hacen ellas para distraerse en concentración?
En la sede de la Federación, por ejemplo, tenemos juegos para distraernos. En horas establecidas, pueden jugar billar, videojuegos, tenis de mesa y futbolín. Acá en Veracruz hemos salido mucho a conocer la ciudad. Hemos ido al centro comercial, a las artesanías, al acuario, a caminar por un malecón muy lindo, a ver cantar personas en una plaza que tenemos al frente del hotel. El objetivo es distraerlas y mantenerlas contentas.
¿Usted es de charlas técnicas largas o sintéticas?
Son sencillas. No les ponemos 100 tareas, pero en el partido les enviamos mucha información.
¿Como de qué tipo?
Contra Venezuela, por ejemplo, tenían muy referenciadas a Yoreli y a las volantes. Entonces les dijimos que rotaran más, que Yoreli se fuera a un costado para que no nos desarticularan. Las laterales casi siempre son las interlocutoras porque están más cerca de nosotros.
¿Alguna vez lo han subestimado por dirigir mujeres?
No. Ellas se han ganado un espacio a nivel internacional. Y la verdad yo soy muy agradecido con el fútbol femenino, me lo ha dado todo. Y digo que el que llegue a una selección de niñas pensando en que va a ser aburrido, no va a querer irse después.
¿Por qué?
Las mujeres son más entregadas. Trabajan más que los hombres, son más aplicadas, más inteligentes. De ellas he aprendido muchísimo.
¿Quién es Felipe Taborda?
Hincha del América, licenciado en educación física de la Universidad del Valle. Fui delantero en la Primera C con Sporting Palmira y Atlético Guadalajara. No era malo, pero tampoco el mejor. Me gustan mucho los equipos ofensivos y me encanta trabajar las jugadas elaboradas de esta selección.
¿Ansioso por la final contra México?
Estamos motivados. Vamos a muerte por Colombia.
Foto: EFE.