La comida brasileña es un peligro. Si ustedes creen que en Colombia hay variedad de fritos y que el colesterol de nuestra gente, sumado entre todos, algún día alcanzará la dimensión de un tsunami de aceite, vengan a Brasil, porque les espera una gran sorpresa.
No es una queja, es más una prevención para quienes están por llegar y para quienes ya llegaron. De paso, es una guía, para que sepan qué ‘salgado’ pedir. Un salgado es un frito, o un amasijo, cualquier cosa que se fría y luego se exhiba en una vitrina que lo mantenga caliente. Acá tienen ‘pasteis’ (pasteles), ‘empadas’ (empanadas) y ‘saltinhas’ (otro tipo de empanadas), aparte del muy famoso ‘Pao de queijo’ (pan de queso).
A eso súmenle croissants, rollos y panes de otros tipos, hagan el cálculo y piensen seriamente en hacer una dieta cuando vuelvan de Brasil. Yo lo estoy pensando. O hagan una dieta y luego vengan a desquitarse, ese también parece ser un buen plan.
Aquí les dejo una lista ilustrada para que los reconozcan por la calle, o se antojen a venir. No tiene que haber mundial para hacerlo, porque Brasil está excelente.
Texto: Santiago Rivas, enviado especial Sao Paulo, Brasil.