Uno de los elementos más representativos de una nación son sus símbolos patrios, como la bandera de Colombia, pues a través de ellos un país genera identidad y una base cultural en los ciudadanos, quienes a partir de ellos se sienten parte de un gran grupo llamado país.
Algunos de ellos son además de la bandera, el escudo, o el himno, elementos que encarnan en su dimensión la patria, la identifican, y se convierten en expresión de su soberanía. Es por este motivo que en todos los colegios se les enseña a los niños cuáles son estos elementos y su importancia, de forma tal que quienes habitan el país los conozcan y los hagan parte de su identidad.
Ahora bien, a los símbolos patrios o sus componentes se les asigna un significado, con el fin de crear un discurso unificador sobre, por ejemplo, los valores que rigen la nación. Casi a todos, sin excepción, nos enseñan el significado de los colores de la bandera pero ¿qué tan cierto es lo que nos han enseñado?¿fuimos engañados por nuestros profesores?¿lo que nos enseñan es una verdad absoluta?
Descubre con nosotros la respuesta, y el verdadero significado de la bandera de Colombia.
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Algo de historia sobre la bandera de Colombia
Para entender el significado de la bandera de Colombia conviene primero saber algo de su historia. Como es de esperarse, la aparición de la bandera actual no ocurrió por casualidad espontánea, sino que fue producto de un largo proceso que atraviesa la historia desde la independencia del territorio de la colonia española hasta la actualidad.
De acuerdo con la biblioteca del Banco de la República, durante el proceso de independencia de lo que hoy es el territorio de Venezuela, en 1810, el precursor Francisco de Miranda ondeaba esta bandera, y luego de un largo proceso para conseguir apoyo de las potencias para la lucha, se incorporó al Ejército Patriota del entonces coronel Simón Bolívar.
Vale recordar que por aquella época Colombia junto a Venezuela y Ecuador, habían formado parte del Virreinato de Nueva Granada, por lo tanto, los primeros movimientos independentistas tuvieron impacto sobre estos tres Estados.
Más adelante, cuando las provincias de la Nueva Granada se constituyeron como la República de la Gran Colombia, a partir de la unión de Venezuela y Nueva Granada, se oficializó el uso de la bandera tricolor como insignia del nuevo Estado.
El territorio, por asuntos políticos, cambió de nombre y de conformación territorial durante la primera parte del siglo XIX, y dentro de esos cambios la bandera incluso llegó a ser tricolor pero con los colores alineados de forma vertical. Sin embargo, en 1861 el general Tomás Cipriano de Mosquera dispuso que la posición de las franjas de color de la bandera fuera horizontal y que la división amarilla ocupara la mitad superior de la bandera.
En 1886, cuando por fin se instauró la actual República de Colombia, se conservó la bandera anterior, y la que conocemos hoy en día.
Hasta ese momento, poco se habló de lo que los colores representaban, salvo por una famosa declaración del prócer Francisco Antonio Zea en el Congreso de Angostura en 1819 en el que dijo:
"Nuestro pabellón nacional, símbolo de las libertades públicas, de la América redimida, debe tener tres franjas de distintos colores: sea la primera amarilla, para significar a los pueblos que queremos y amamos la federación; la segunda azul, color de los mares, para demostrar a los déspotas de España, que nos separa de su yugo ominoso la inmensidad del océano, y la tercera roja, con el fin de hacerles entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han impuesto por tres siglos, queremos ahogarlos en nuestra propia sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad".
La simbología de los colores
Ahora bien, con el paso del tiempo los historiadores oficiales, y quienes se encargan de la producción de discurso y sentido de la Nación han hecho consensos sobre la interpretación de los colores de la bandera, pues en realidad no se sabe a ciencia cierta el motivo por el que Francisco de Miranda los eligió.
Sobre el origen e interpretación de los colores de la bandera se han dicho muchas cosas, según explicó Roberto Velandia Rodríguez para el Banco de la República. Una de ellas, afirma el estudioso, es que Miranda los tomó de la emperatriz Catalina de Rusia, su amiga, o de la sueca Cristina Hall; otra, que Bolívar los explicó interpretando el color del cabello, de los ojos y los labios de una española del pueblo de Clarines.
Sin embargo, aseguró el académico, “no se debe seguir fantaseando con anécdotas de alcoba en busca del origen y explicación de los colores de la bandera, pues sería una falta de respeto a la soberanía de la nación. Además de ser el amarillo, azul, y rojo colores muy comunes en la heráldica, es más serio creer que se tomaron del arco iris, de la misma bandera española o del escudo de armas de Cristóbal Colón que trajo en su segundo viaje”.
En la actualidad, no obstante, hay un consenso oficial sobre la simbología para cada color, con el fin de unificar el discurso y que todos los colombianos estemos en línea con lo que la bandera representa para nosotros más allá de lo que significó o no en el pasado:
Amarillo: representa la abundancia y la riqueza de nuestro suelo, pero también la soberanía, la armonía y la justicia.
Azul: simboliza el mar, los dos océanos sobre los que Colombia tiene costas y que nos une a otros pueblos para el intercambio de productos.
Rojo: representa la sangre, pero no la sangre que derrama el odio sino la que alimenta el corazón y le da movimiento y vida, la que significa amor, poder, fuerza y progreso.