PNCC (Programa Nacional de Concertación Cultural) reveló en su Informe Anual 2024 que la cultura festiva se consolida como uno de los campos estratégicos del Programa Nacional de Concertación Cultural, tras analizar cualitativa y cuantitativamente los proyectos ejecutados por entidades y organizaciones del sector artístico y cultural.

PNCC presenta su Informe Anual 2024 con hallazgos sobre el desarrollo cultural en el país
PNCC, a través del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, lanzó el Informe Anual 2024 elaborado por el equipo de gestión y transferencia del conocimiento del Grupo de Convocatorias y Estímulos. El documento recoge el análisis de proyectos ejecutados por entidades y organizaciones de todo el país, apoyándose en informes finales, bases de datos consolidadas y encuestas dirigidas a los beneficiarios del Programa Nacional de Concertación Cultural.
Uno de los hallazgos más relevantes es la identificación de la cultura festiva como un campo estratégico dentro del programa. De los 1.459 proyectos apoyados en el Eje 1 del PNCC, el 54,5 % correspondieron a festivales, carnavales, ferias, fiestas y encuentros artísticos y culturales: 795 proyectos ejecutados en diversas regiones del territorio. Estas iniciativas fortalecen la salvaguarda del patrimonio, dinamizan prácticas culturales, generan ingresos locales, vinculan artistas y sabedores, y estimulan el turismo regional.
Cultura festiva: un motor para los territorios
La amplia cobertura territorial del PNCC durante 2024 reafirma su papel como herramienta clave para la descentralización cultural. En total, el Programa apoyó 2.977 proyectos en 562 municipios de los 32 departamentos y el Distrito Capital, con una destacada presencia en la Costa Caribe y el suroccidente del país.
El informe resalta también la importancia de las personas jurídicas privadas sin ánimo de lucro, que representaron el 72 % de las iniciativas ganadoras. Fundaciones, asociaciones y corporaciones continúan siendo actores centrales de la gestión cultural comunitaria y territorial.
Otro componente esencial del análisis es la apuesta por la formación artística y cultural en zonas rurales y municipios PDET. Más de mil iniciativas de formación no formal atendieron necesidades estructurales en contextos con baja oferta institucional, articulando saberes tradicionales, pedagogías comunitarias y prácticas de oficio.
Asimismo, el informe subraya el enfoque diferencial y poblacional, reconociendo a las comunidades campesinas como sujetos de especial protección y destacando programas dirigidos a garantizar los derechos culturales de personas con discapacidad.
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Alianzas, paz y oportunidades para nuevos talentos
El fortalecimiento de alianzas territoriales fue otro de los puntos destacados. Las organizaciones beneficiadas articularon esfuerzos con alcaldías, casas de la cultura, instituciones educativas, colectivos comunitarios y entidades especializadas, lo que permitió mejorar la logística, la gestión técnica y el alcance de los procesos culturales.
La relación entre cultura y paz también se afianzó:
- 332 proyectos estuvieron directamente orientados a la construcción de paz.
- 248 iniciativas adicionales vincularon actividades de reparación simbólica, memoria y diálogo intercultural.
El PNCC también evidenció un aumento en las oportunidades para artistas locales y jóvenes, quienes encontraron en estos proyectos plataformas para visibilizar su obra, fortalecer su desarrollo profesional y ampliar sus ingresos.
Finalmente, el informe destaca la articulación entre cultura y medioambiente. Diversas iniciativas incorporaron prácticas en entornos naturales, resaltando la bioculturalidad y la necesidad de convocatorias que reflejen la diversidad, complejidad y riqueza de los procesos culturales en los territorios.


