Sophia

1472, la segunda mitad del siglo XV. El jefe del ducado de Moscú, Iván III, acepta una oferta de embajadores en Roma para casarse con la princesa Zoe de la antigua familia bizantina de Palaiologos. Él envía al voivoda Khromoy y al maestro monetario Ivan Fryazin a Roma, quien lleva a Zoe a Moscú, donde toma un nuevo nombre después del rebautismo: Sophia para casarse con el Zar Ivan III. Ella sueña con establecer un nuevo Bizancio. La hostilidad del tribunal, traiciones, y acusaciones falsas la esperan en el camino. Empoderada por el amor y la fe, Sophia derrota a sus enemigos para hacerse la primera mujer influyente en la historia rusa.  Ella no cumple con las expectativas del Papa de expandir la influencia de la Iglesia Católica en Rusia. Los intentos de enviar emisarios con el objetivo de instar a Sophia a seguir la línea de Roma y matar aún más su final en el fracaso. Se muestran los momentos más notables del gobierno de Iván III, que incluyen: la guerra con la República de Novgorod, el desacuerdo y luego la paz con los hermanos de Iván (Boris y Andrey Bolshoy), la victoria sobre la Horda de Oro y también la oposición de Sophia a Elena, la esposa del hijo mayor de Ivan.