Deportistas que denunciaron violencia sexual
Deportistas que denunciaron violencia sexual
16 / 03 / 2018

Deportistas que denunciaron violencia sexual


Por Julián David Bernal Pulido
Julián David Bernal Pulido
16 / 03 / 2018
Deportistas que denunciaron violencia sexual
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En Señal Colombia #PodemosRomperElSilencio y por eso investigamos sobre algunos deportistas que han hablado y denunciado acoso en el ámbito deportivo. Conoce aquí algunos casos.

El acoso en el deporte es un tema del que se ha hablado poco. Salvo el escándalo de abuso sexual del exmédico de la selección de Estados Unidos Larry Nassar hace varios años, la repercusión de este tema es escaso. Se hace difícil encontrar casos en un mundo, a pesar de que abundan, principalmente por miedo a contarlos.

El 21,8% de las mujeres atletas de élite habría tenido relaciones sexuales con alguna figura de autoridad en el ámbito deportivo, según cita un estudio elaborado en Canadá, que asimismo añade como sorprende este número. Además, el informe menciona que el 8,6% de los encuestados habría denunciado haber sido violadas por los que las rodeaban en el mundo deportivo.

Como dato adicional, en Estados Unidos, hay más de 100 entrenadores que han sido suspendidos de forma vitalicia por implicación en casos de abuso sexual.

En 2016, el escándalo de abusos sexual que tuvo como víctimas, entre otras, a la múltiple campeona en gimnasia Simone Biles y las Final Five, nombre con que se le denominó a las gimnastas ganadoras de oro olímpico en Londres 2012: Alexandra Raisman, McKayla Maroney y Gabby Douglas. En total, se cree que Larry Nassar, el médico que abusó de las gimnastas, violentó sexualmente a cerca de 265 deportistas en un caso en el que el Comité Olímpico de Estados Unidos y US Gymnastics participaron encubriendo las denuncias.

Biles señaló, en su cuenta de Twitter, que no tiene miedo de contar su historia y que afirmó que “este comportamiento es completamente inaceptable, repugnante y abusivo, especialmente por parte de alguien en quien se me dijo que confiara”.

La exnadadora olímpica Katherine Starr también se atrevió a hablar del acoso sexual que sufrió a manos de su entrenador cuando tenía 14. Al ser entrenador se dio cuenta que no había cambiado nada y decidió crear la fundación Safe4Athletes, que se dedica a brindar apoyo a deportistas que han sufrido este flagelo y a dar soporte contra esto a organizaciones.

Starr señaló en charla con Broadly que "las mujeres están perdiendo su voz y su fortaleza" y que la mayoría de deportistas aceptan el abuso como un desafío más rumbo al alto rendimiento. La exnadadora indicó también que “la relación con el entrenador supone la primera relación que estableces con un adulto más allá de tus padres” y esto genera lazos más profundos.

Antonio Peñalver Asensio es un decatleta español, ganador de la medalla de plata en los Olímpicos de Barcelona 1992, que también denunció el abuso sexual. Este español de 90 kilogramos y 1.93 metros de altura fue abusado por su entrenador, Miguel Ángel Millán.

Peñalver denunció en charla con El País a su ‘segundo padre’ y afirmó que siente que debió haberlo hecho antes, aunque ahora no puede quedarse quieto para que lo que le pasó no le suceda a nadie más. “No podemos permitir ya más. Nunca más. Ni una sola persona más”, apuntó el subcampeón olímpico.

El ciclismo tampoco ha sido ajeno al abuso sexual y Petra de Bruin, campeona del mundo en ruta en 1979 en Valkenburg, rompió el silencio. La holandesa, con 54 años, reconoció que la abusaron varias personas a lo largo de su carrera y afirmó: “Cuando me retiré dejé de lado todo y traté de seguir adelante con mi vida. Me llevó años y años decir lo que estoy diciendo ahora. Duele mucho”.

Marijn de Vries, también holandesa, admitió haber sido abusada sexualmente por un mecánico que la arrinconaba contra la pared y le gritaba. “Yo no dije nada porque no quería ningún alboroto, ¡y eso que tenía 30 años!”, apuntó.

En España, Gloria Viseras, exgimnasta olímpica, denunció a su entrenador por abusar de ella entre los 12 y los 15 años. Viseras explicó que no dijo nada antes porque su entrenador era para ella "un dios" y recuerda que "preparó el terreno perfectamente, aislándome, haciéndome sentir especial".

La mexicana Laura Sánchez también fue víctima de abuso sexual. La clavadista, cuando era menor de edad, fue obligada a tener relaciones con la esposa de su entrenador Francisco Rueda. A los 18 años, fue la madre de Laura quien denunció el caso y el técnico fue expulsado de la Federación Mexicana de Nación.

En el fútbol, el exentrenador inglés Barry Bennell fue imputado por 36 cargos de abusos sexuales a niños de edades comprendidas entre los 8 y los 15 años, en la década de 1980. El extécnico ya había sido sentenciado dos veces: la primera hace 20 años por 23 cargos de abusos a niños de entre 9 y 15 años; y la segunda en 2015 por abusar de un niño de 12 años en un campamento de fútbol en Macclesfield, Inglaterra.

Este caso le abrió la puerta a varias denuncias en el fútbol inglés. Se estima que hay 83 sospechosos potenciales de haber abusado a niños en 98 clubes del Reino Unido.

La futbolista norteamericana Hope Solo, en su momento, decidió denunciar que en 2013, el entonces presidente de la Fifa, Joseph Blatter la había abusado sexualmente cuando le tocó los glúteos antes de subir al escenario en la ceremonia de entrega del Balón de Oro.

Además, en el fútbol americano, el entrenador Jerry Sandusky fue acusado y condenado por 45 abusos sexuales.

La corredora sueca Moa Hjelmer escribió en Instagram que fue violada por un compañero de selección luego de celebrar y tomar algo de alcohol. La atleta compartió su historia con la etiqueta #MeToo, creada para incentivar a mujeres a sacar a la luz los abusos sufridos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Aline Silva, subcampeona mundial brasileña de lucha olímpica, también denunció que a los 11 años sufrió abusos sexuales:

"Mi entrenador tenía un poder muy grande sobre mí. Entonces, silencié por muchos y muchos años. Yo era un niña, con cuerpo de niña y mentalidad de niña. Sabía que era algo mal. Era algo que me lastimaba, pero como en mi casa la sexualidad era un tabú, ese diálogo no existía", recordó en charla con Globo Esporte la luchadora.

A Silva se sumaron Bárbara Seixas, que denunció que en una entrevista le hicieron preguntas íntimas mientras la grababan, como si fuera una vitrina. Ingrid Oliveira, clavadista, recibió propuestas para entrar al mundo de la prostitución luego de publicar una foto en vestido de baño: "Trabajo de vestido de baño, no soy una chica así solo porque entreno en traje de baño. Es mi trabajo".

La nadadora brasileña Joanna Maranhão reveló que su entrenador había abusado sexualmente de ella cuando tenía 9 años. A raíz de este caso, nació la ley Joanna Maranhão, que hace que el tiempo de prescripción del crimen no inicie sino hasta que la víctima cumpla 18 años.

La también brasileña Rebeca Gusmão afirmó que en el fútbol femenino vio a técnicos, directivos y miembros del cuerpo de preparadores acoso a cambio de llegar a la selección o equipos.

En Colombia, el tema detonó en 2019 a cuenta de la selección Colombia sub 17. La exfisioterapeuta, Carolina Rozo, y varias jugadoras de la selección femenina de fútbol, entre ellas una menor de edad de la categoría sub 17 denunciaron que el entrenador Didier Luna y el preparador físico Sigifredo Alonso las acosaron laboralmente y sexualmente.

A propósito, Rozo declaró en La W Radio que Luna "tenía una afectuosidad con las niñas que no era normal" y que "intentaba besarlas, coger la cara y hasta la cola".

 

 

Así, como en casos anteriores, el entrenador se refugiaba en ser una figura paterna.

Otro de los testimonios fue el del padre de una de las jugadoras, Jhon Cano. Él afirmó que durante una concentración el preparador físico Sigifredo Alonso intentó a entrar a la habitación de su hija "y abusar sexualmente de ella".

El abuso sexual es un tema recurrente en el deporte, pero que por pena o vergüenza no ha sido denunciado. Además, varios de estos episodios inician con niños, que no saben cómo comunicar lo que están viviendo.

El primer paso para atacar este problema es hablar, como pasó con Simone Biles y las Final Five cuando una de las víctimas decidió contar su experiencia y desencadenó el juicio que terminó con una sentencia de 175 años de cárcel para Larry Nassar.