La carrera Colombia Oro y Paz atraviesa rutas marcadas por la violencia. Te contamos porqué fueron escogidas para la primera edición y repasamos los momentos en los que el ciclismo ha sido símbolo de paz.
El ciclismo de ruta tiene la gran virtud de tocar a la puerta. Pasa por el frente de tu casa, por tu cuadra, recorre las vías que todos los días caminas para ir al colegio o al mercado y no hay necesidad de pagar una entrada o de ir a un escenario. El ciclismo llega a donde tu estés.
Por eso, cada región que vive una competencia aparece como protagonista y es la oportunidad de presentarse al mundo con su mejor cara. Ahora es el turno de los 5 departamentos que tendrán la primera versión de la Carrera Colombia Oro y Paz 2.1 del 6 al 11 de febrero con transmisión de Señal Colombia en pantalla y vía streaming.
Conoce las rutas e inscritos para Colombia Oro y Paz
Para el Cauca, esta competencia dará un giro a su historia de violencia y titulares ligados a atentados, bombas, tatucos, enfrentamientos o tomas guerrilleras. Es la oportunidad para transformarse y recibir a los mejores corredores del país, más de 81 corredores internacionales, cientos de turistas y una veintena de periodistas extranjeros.
Esta zona no está en la memoria por su tradición en el ciclismo de ruta, ni por los corredores que han nacido en ella; deportivamente se conoce por ser cuna de grandes futbolistas como Walter Escobar, Cristian Zapata, Dávinson Sánchez, Adrián Ramos o Yerry Mina.
Que el Cauca aparezca en este recorrido no es una cuestión de azar. Este hecho responde a una de las apuestas de la competencia para mostrar la otra cara del país y empezar a vincular estas regiones con otros imaginarios, devolviéndole parte de la grandeza que las balas le han quitado.
“El nombre de Colombia Oro y Paz indica eso. El oro es mostrar la riqueza humana, natural y geográfica del país y la paz es el camino que estamos transitando. La paz en esta región ha sido duramente golpeada, era justo llevarles esta carrera”. - Jorge Ovidio González (Presidente de Fedeciclismo)
Este es el evento deportivo del año en Colombia y el reto es estar a la altura de las grandes competencias. Muy claro lo dijo Rigoberto Urán en la presentación de la carrera en diciembre pasado: “Tenemos un país muy bonito y tenemos la oportunidad de mostrarlo, este es un escenario muy grande y vamos a mostrar lo que tenemos”.
Dale la vuelta a Colombia en bicicleta
Otros momentos en los que el ciclismo trajo paz a Colombia
No es la primera vez que el ciclismo se asocia con la paz del país. La Vuelta a Colombia de 1970 fue denominada la Vuelta de la Paz, pues se cumplió 8 días después de las discutidas elecciones del 19 de abril.
Fue una válvula de escape a las tensiones que se suscitaron en toda Colombia, luego que los resultados de las votaciones dieran como ganador al conservador Misael Pastrana Borrero, superando al liberal Gustavo Rojas Pinilla en unos resultados donde todavía se discute si hubo fraude electoral.
Esta carrera tuvo 13 etapas, con inicio y fin en Bogotá luego de visitar Girardot, Neiva, Ibagué, Armenia, Cali, Pereira, Medellín y Manizales y La Dorada. El ganador de la prueba fue Rafael Antonio Niño con solo 20 años. Participaron 20 equipos, cinco de ellos con bandera extranjera: Aciclismo-Suiza, Alimentos Expres-España, Caracol Radio TV-Bélgica, Radio Cadena Nacional- Italia y Venezuela-Tachira.
También los ciclistas, como embajadores del país en el mundo, en medio de la emoción que les dejan sus triunfos han hecho un llamado a la paz del país. Sucedió en 1987 cuando Luís ‘Lucho’ Herrera conquistó la Vuelta a España y en sus declaraciones al mundo dijo: “Solo quiero que en Colombia haya paz. Mi mayor deseo, en este momento en que acabo de coronar como campeón de la Vuelta a España, es que en Colombia haya paz, mucha paz, entendimiento entre todos los colombianos, que el deporte y en especial una conquista como ésta sirve para unificarnos”.
Eran tiempos convulsionados por asesinatos de líderes políticos y sociales, periodistas y la penetración del narcotráfico en las instituciones. El país venía de vivir la masacre de Tacueyó en Toribío, Cauca; el asesinato del director del Espectador Guillermo Cano, así como la de los activistas Jaime Pardo Leal y Héctor Abad Gómez.
El ciclismo volvió a darle aire a Colombia y el deporte, como siempre ha sido, vistió de orgullo a una nación dolida.
En un caso más reciente, Nairo Quintana, vestido de rojo y con el trofeo de campeón la Vuelta a España 2016, presentó a Colombia como un país diferente, haciendo una clara invitación a conocerlo: "Que el mundo entero sepa que nuestro país es paz, es deporte, es amor", dijo el boyacense desde el pódium en Madrid, acompañado de Esteban Chaves, quien fue tercero.
Así, ciclismo y paz han estado unidos en Colombia como una pareja indisoluble, porque cada corredor es una muestra de resistencia, orgullo y valentía que lleva en su bicicleta el verdadero sentido de la paz.