Por: Carolina Morales
El domingo 14 de agosto a las 9:00 p.m. se emite en Señal Colombia el documental ‘Vientre de mujer’. Hablamos con Mathilde Damoisel, documentalista francesa directora de esta pieza audiovisual.
La mujer como instrumento político y económico.
Uno de los poderes del cine y en este caso del documental es acercarnos de manera directa con historias tanto cercanas como lejanas a nuestra realidad. En este caso Mathilde Damoisel se interesó por investigar una problemática a miles de kilómetros de su país para llevarle al mundo la trágica historia de muchas mujeres andinas quechua-hablantes en Perú, quienes fueron víctimas de las esterilizaciones forzadas durante el gobierno de Alberto Fujimori. “Yo he estado interesada desde hace mucho tiempo en el tema de la politización del cuerpo de la mujer y en las estrategias conservadoras para impedir el acceso de las mujeres a la planificación familiar”, nos contó. Este caso en particular captó su atención cuando un productor mencionó un artículo publicado en ‘Le monde diplomatique’ sobre la investigación del congreso peruano alrededor de las esterilizaciones forzadas.
Como sucede con muchas problemáticas en Latinoamérica, esta también estuvo opacada por el desconocimiento y la impunidad. La investigación para la realización del documental comenzó en 2009, once años después de que se hicieran públicas las primeras denuncias de mujeres de Anta en Cusco. Damoisel sin embargo se encontró con que el tema continuaba siendo ampliamente ignorado por la opinión pública, medios de comunicación y autoridades. “Solamente algunos pocos académicos se dedicaron a hacer investigaciones y estudios, pero sin que éstos tuvieran un impacto más allá de los grupos especializados e interesados en los derechos reproductivos y en las políticas de población”. Aunque nos contó cómo algunos artículos han sido publicados después de la investigación del congreso en 2003, muchos de ellos están llenos de imprecisiones. Esta documentalista también tuvo que lidiar con la incredulidad de algunos productores de cine locales que sencillamente creyeron que se trataba de una historia falsa. “Algunas personas con las que hablé de hecho se molestaron en que yo dedicara una película a esta historia. Una feminista me acusó de servir a la causa de la iglesia y de los conservadores, quienes fueron bastante insistentes con el caso, utilizándolo como instrumento para sus luchas políticas”.
El activismo y espíritu de Giulia Tamayo como fuente de inspiración
Hablar del caso de las esterilizaciones forzadas en Perú implica hablar de Giulia Tamayo León, quien falleció el 9 de abril de 2014 a los 55 años. Esta abogada se convirtió en una de las principales activistas alrededor del caso, después de publicar en 1998 su informe ‘Nada personal’ que destapó el escándalo alrededor del plan de esterilización quirúrgica masiva durante el gobierno de Fujimori. “Estoy eternamente agradecida con Giulia Tamayo. La conocí en Madrid cuando decidimos comenzar con la película y ella me manifestó su apoyo irrestricto. Al mismo tiempo, me permitió llevar mi propia investigación sin nunca tratar de influenciarme u orientarme en ella”. La realizadora destacó también el apoyo que recibió de Tamayo para la promoción de la película. “La extraño mucho y su espíritu permanece como una gran fuente de inspiración”. Mathilde Damoisel estuvo un mes en Perú sin filmar, dedicando su tiempo exclusivamente a conocer a las personas relevantes en el caso y a crear una relación de confianza con las víctimas. “Gracias a Hilaria Supa Huaman y María Esther Mogollón pude trabajar en Anta con un grupo de mujeres quienes fueron las primeras en alzar sus voces”. Cuando de contar la realidad se trata, no existen fronteras ni limitaciones. Fue así como Damoisel pudo trabajar con una partera que hablaba quechua y español, quien le ayudó con las traducciones de sus entrevistas. Entre todas las personas con las que hizo contacto también destacó a Josefa Ramírez, “una mujer increíble, cuya organización IAMANC tiene como objetivo empoderar a las mujeres campesinas”.
Después de la investigación preliminar, Mathilde Damoisel regresó a Perú por casi dos meses acompañada de su equipo de producción. “Filmamos en Lima, Anta y Huancabamba, tratamos de filmar muchos casos para ofrecer el sentimiento de la tragedia a escala”. Aunque no es sencillo hablar del impacto que tuvo la película en torno al caso y a la reparación de las víctimas, lo que sí es claro es que su proyección ayudó a fortalecer a las mujeres y hacer que muchas de ellas levantarán su voz para pedir justicia.

Según Mathilde Damoisel y de acuerdo con algunas comunicaciones que recibió por parte de Giulia Tamayo, la película sirvió para ayudar a las mujeres y sus comunidades. “Mostró que ellas fueron víctimas, que fueron abusadas y que no pueden seguir siendo consideradas culpables”.
Muchas mujeres en Perú fueron castigadas por ostracismo, es decir que fueron excluidas de sus comunidades, solo por haber decidido denunciar a lo que fueron expuestas. “Todo cambió durante la campaña presidencial de 2011, cuando el equipo de Humala volvió a mover el caso para atacar la candidatura de Keiko Fujimori quien en ese momento estaba ganando justo antes de la segunda vuelta”.
Mathilde Damoisel se considera una documentalista interesada en explorar la forma cómo la intimidad se ve afectada por la política. Tal como ella lo explica “Cómo las esferas pública y privada interactúan”.
En estos momentos esta documentalista francesa está editando una película sobre la caída del imperio Otomano, además de estar desarrollando un proyecto alrededor de ‘La historia de la maternidad’. “Estoy interesada en la forma en que la sociedad decide quién es una buena y quién es una mala madre”.
Disfruta del documental 'Vientre de mujer' en nuestra pantalla el domingo 14 de agosto a las 9:00 p.m.