El Café Colombiano: Historia, Variedades y Cultura Cafetera
El café colombiano es famoso en todo el mundo por los diferentes tipos de café que se dan en el territorio, y buena parte de la identidad cultural colombiana está amarrada al cultivo de este fruto.
El café colombiano y sus tipos son motivo de orgullo para Colombia, debido a que nuestro café es considerado como el mejor café suave del mundo, debido a las condiciones naturales de las plantaciones donde se cultiva como al proceso de producción y recolección.
La importancia del grano para el país es tal que el café de Colombia es una indicación geográfica protegida, reconocida en forma oficial por la Unión Europea desde 2007 y, como si fuera poco, el término “café de Colombia” también es una marca de certificación registrada en Estados Unidos desde 1981, y es reconocido como Denominación de Origen Protegida en países del mundo como Ecuador, Bolivia y Perú.
Colombia, además, es el tercer país productor de café y el mayor productor de café suave en el mundo, por lo cual el 1 de octubre, fecha en la cual se celebra el Día Internacional del Café, es una fecha especial para el país, pues este producto goza de un importante arraigo en los hogares de todas partes del país.
En este artículo, conoce la historia, variedades de café y su influencia en la identidad cultural de Colombia.

Historia del Café en Colombia
De acuerdo con la marca “Café de Colombia”, el café en Colombia tiene cerca de 300 años de historia desde que los jesuitas lo trajeron a nuestro territorio en el siglo XVIII.
Algunas bibliografías señalan que el más antiguo testimonio escrito acerca del cultivo de café en Colombia se le atribuye al sacerdote jesuita José Gumilla, quién en su libro El Orinoco Ilustrado (1730) registró la presencia del producto en la misión de Santa Teresa de Tabajé, llevada a cabo en cercanías a la desembocadura del río Meta en la Orinoquía.
Sin embargo, se sabe que la historia del café de Colombia comenzó siglos atrás en Etiopía, África, donde el café inicialmente se consumía en infusiones o masticando sus hojas. Los Árabes, por otro lado, fueron los responsables de su expansión.
En el siglo XVII entró a Europa y se expandió por el continente para finalmente llegar a América hacia el siglo XVIII.

Tal parece que la llegada del café a Latinoamérica se atribuye a los holandeses, quienes lo introdujeron por lo que hoy es Surinam y luego los franceses a principios del siglo XVIII lo llevaron a Colombia y Brasil.
De acuerdo con “Café de Colombia", fue en 1835 que Colombia empezó con la exportación de este producto. “Cuenta una leyenda que el aumento de producción de café en Colombia fue gracias al sacerdote jesuita Francisco Romero en un pueblo de Norte de Santander llamado Salazar de las Palmas”, explica la reconocida marca de cafeteros colombianos.
Según “Café de Colombia”, cuando los fieles de Romero se confesaban, el sacerdote les imponía como penitencia para redimir sus culpas sembrar café, motivo por el cual se dice que la producción de café empezó a expandirse a otros departamentos, y para 1850 había llegado a Cundinamarca, Antioquia y Caldas.
Para finales del siglo XIX la producción había pasado de 60.000 sacos a más 600.000, posicionando al café como el principal producto de exportación por el que Colombia recibía divisas.
Sin embargo, fue hasta las dos primeras décadas del siglo XX, en 1921, que la caficultura se organizó como hoy la conocemos en una asociación de productores colombianos de café. Durante el segundo congreso de esta asociación, efectuado en Medellín en 1927, se constituyó la Federación Nacional de Cafeteros, compuesta por los productores de café de las distintas regiones del país.

Variedades de café arábica en Colombia
Los tipos de cafés colombianos con los que se elabora el café de colombia son de la variedad arábica, de porte alto o bajo y de frutos rojos o amarillos.
Las variedades son las siguientes:
Típica: se caracteriza por sus hojas de forma alargada. Tiene mayor porcentaje de granos grandes que otras variedades, pero es susceptible a la roya, una enfermedad del cafeto causada por un hongo.
Borbón: de hojas redondeadas, un árbol de esta variedad produce un 30% más que uno de Típica, pero también es susceptible a la roya.
Maragogype: esta variedad, también conocida como "grano de elefante" por el gran tamaño de sus granos, es muy apreciada por los amantes del café fuera de Latinoamérica.
Tabi: de esta variedad se dice que es ideal para la obtención de cafés especiales, pues su grano se considera de excelente calidad. Además, es muy bien valorado ya que se trata de una variedad resistente a la roya.
Caturra: se trata de un árbol de tamaño pequeño cuyas hojas son más redondeadas que las de otras variedades. Es susceptible a la roya.
Colombia: se trata de una variedad muy similar a la Caturra, pero el fruto es de un color bronceado, rojizo, y además es resistente a la roya del cafeto.

Cultura Cafetera y Tradiciones
Aunque no de manera oficial, el café hace parte de los símbolos de Colombia con los cuales el país denota el buen nombre de sus gentes y su identidad nacional.
De esta manera, la cultura cafetera colombiana excede a las plantaciones de café, y se ha ido convirtiendo con el paso de las décadas en un significativo espacio de encuentro social en el país.
Las cafeterías y las tertulias alrededor de una taza de café hacen parte de la cotidianidad de los colombianos, e incluso es tradicional ofrecer a los invitados en un hogar o en una ubicación una taza de café, pues denota sentido de comunidad y hospitalidad.
De ahí, por ejemplo, que durante el proceso de paz con las extintas FARC los negociadores eran invitados a compartir una taza de café mientras discutían temas de la más alta relevancia para el futuro de Colombia.
Pero además, las regiones cafeteras se han asentado como parte indispensable de la cultura colombiana, convirtiéndose incluso como destinos atractivos para los amantes del café y los viajeros en busca de experiencias relacionadas con la cultura local y la vida rural de las regiones donde el café es el principal cultivo.

Poster desarrollado por el ilustrador brasileño Cristiano Siqueira, contratado por el grupo de medios deportivos ESPN para ambientar el Mundial de Brasil 2014 donde la Selección Colombia llegó a cuartos de final.
De esta manera, el café no solo influyó en la economía de Colombia, marcando varios puntos del PIB del país, sino que además ha desempeñado un papel importante en la construcción de la identidad nacional: las fincas cafeteras se convirtieron en centros de vida social y cultural en las regiones cafeteras.
Así, la historia de la cultura cafetera en Colombia se entrelaza con la historia del país, desde sus orígenes en las fincas de Antioquia hasta su impacto en la economía y la identidad colombiana, caracterizada por su amplitud multicultural y diversa donde el café está presente en muchas de las regiones del país.
Tanto así que Juan Valdez, símbolo e imagen del logotipo del Café de Colombia es un representante internacional que identifica las montañas colombianas y sus gentes entregadas a este cultivo, muchas veces asociadas al trabajo duro de los productores colombianos de café y sus valores tradicionales.
De hecho, una de las noticias más tristes de 2024 fue el fallecimiento de Carlos Castañeda, quien dejó este mundo el 26 de abril, luego de personificar por 20 años a Juan Valdez, el icónico símbolo del Café de Colombia ante el mundo. "Con su empeño para demostrar que el hombre caficultor de bigote, sombrero, carriel, poncho, y una mula, fueron la mejor representación para demostrar la calidad del café colombiano" publicó Señal Colombia en su momento.
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Diversos elementos de estas regiones como la arquitectura, la gastronomía y su gente hacen parte del crisol de diversidad cultural del país, y que siempre es fácil de encontrar al interior de las calles y campos de los pueblos cafeteros de Colombia.
No es de extrañarse, entonces, que a la selección masculina de fútbol profesional colombiano se les ha conocido internacionalmente como “el Conjunto cafetero”; que Jim Carrey en la película Todopoderoso (2003) haya invocado con sus poderes divinos al mismísimo Juan Valdez para tomar la mejor taza de café; o que año a año en el departamento del Quindío se celebre la Fiesta Nacional del Café, donde se resaltan las riquezas típicas de las regiones cafeteras.
En este evento se destaca el Reinado Nacional del Café, el concurso de Jeeps Willys (vehículos todo terreno utilizados tradicionalmente para movilizar los granos) y todo esto acompañado de muestras de las diferentes variedades de cafés especiales que se presentan dentro de esta fiesta nacional.

Imagen: Pinterest