LGBT
11 / 05 / 2021

Día contra la homofobia, transfobia y bifobia


Por David Jáuregui Sarmiento
David Jáuregui Sarmiento
11 / 05 / 2021
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Cada 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, con el fin de conmemorar el día de la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que tuvo lugar en 1990.

Su objetivo principal es el de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación hacia personas homosexuales, bisexuales y transgénero, así como para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.

Se celebró por primera vez en 2005,​ con actividades en muchos países del mundo. Esta celebración es coordinada mundialmente por el Comité Idaho, con sede en París, fundado por el académico Louis-Georges Tin.

Sin embargo, esta fecha no está oficialmente reconocida por la ONU a pesar de que organismos como el Comité de Derechos Humanos han condenado repetidamente la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.

¿Por qué existe esta fecha?

"Cuando hablamos de discriminación o violencia basada en la identidad de género, hablamos de una violencia heteronormativa, y por cuestiones culturales eso hace pensar que esas violencias son naturales. Por eso sucede que las personas la sienten pero no saben qué es ese sentimiento: parecen dados naturales por antiguas disposiciones jurídicas, o religiosas, que han hecho que ser gay, marica, travesti, lesbiana parezca un error o un pecado, pero en realidad no es así", explicó Ana Lú Laferal, académica y activista de la comunidad LGBTIQ.

Para Ana Lú, este día sirve para recordar a los miembros de la comunidad que sus identidades no son pecados ni crímenes ni enfermedades, y que ese pensamiento es producto de violencias y normatividades hegemónicas que a su vez también son productos culturales, no naturales, fundamentados por creencias alrededor del cuerpo, el deseo y la identidad.

La homofobia es parte de la cotidianidad y por eso también a cada quien le corresponde transformar ese odio en respeto por la diferencia

Juan Tarquino, actor, director de teatro y drag queen

De acuerdo con Ana Lú, este día sirve para recordarles a todos que ser gay o tener identidades sexuales diversas no está mal y no debería haber culpa en ello pues la heteronormatividad también es una creación cultural, no de la naturaleza.

"La doble moral es una costumbre más normalizada en el país. La moral social nos deja una culpa que nos autoendilgamos, pero no nos dicen que no debe ser así y que simplemente tenemos otra forma de vivir, o que la diferencia enriquece", agregó Tarquino.

Sin embargo, Ana Lú recordó que no solo se trata de reconocerla, sino también de tomar acciones para manifestarse en contra de la discriminación.

"Obligatoriamente habitamos sociedades y grupos sociales, y por eso hay que comprender que hay violencias atadas al tema de la identidad de género, y que al no señalarlas o no hacer estrategia para reducirlas es egoísta, pero también es una forma de complicidad porque al no generar acción frente a la violencia perpetúa este sistema de pensamientos y creencias alrededor del cuerpo que intentan expulsar a quienes habitan el mundo en esas márgenes", añadió la académica.

De la misma forma, Ana Lú y Tarquino recordaron que con este día también es importante reconocer que esas violencias siguen muy vigentes, pues apenas en los en Colombia se despenalizó la homosexualidad hace no más de tres décadas, y que las trans hasta hace muy pocos años salieron del manual de diagnóstico psiquiátrico, pues se señalaba su conducta como una enfermedad.

Es a través de esos cambios que queda manifiesto que no somos ni enfermas, ni delincuentes ni pecadoras de acuerdo a los términos médicos y jurídicos. Comprenderlo es clave para así seguir comprendiendo que la diferencia no está sólo en otra persona, sino que es una distancia entre la percepción de dos personas distintas, y que ninguna es una otredad asumida desde la normalidad. Eso libera de mandatos que se ejercen sobre la forma de habitar de alguien sin su consentimiento

Ana Lú Laferal