Cuando Anthony Zambrano apareció en la pista del Pascual Guerrero para disputar la clasificación y luego la final de los 400 metros en el Mundial de atletismo de menores que se disputó en 2015 en Cali, muchos no esperaban que sus largas zancadas fueran a emocionar a todo el público asistente.
Ese día, este barranquillero de corazón, que nació en 1998, comenzaba a inscribir su nombre en el campo internacional, aunque en Colombia su nombre ya era conocido.
Gracias a su habilidad para correr, el profesor Juan Carlos Cervantes se encargó de él y después de mucho trabajo y dedicación los resultados dieron frutos.
En su primer sudamericano de atletismo en los 400 metros hizo su mejor marca. Detuvo el reloj en 48:72, tiempo que le bastó para colgarse la medalla de oro.
En ese momento me di cuenta que podía dar más en los 400 metros, poco a poco he ido mejorando mis marcas y la idea es ser cada día mejor
comenta este guajiro de nacimiento.
Antes de descubrir para qué era realmente bueno, Anthony no pensaba que su futuro estaba en las pistas. Pero en unos juegos intercolegiados en Barranquilla se dio cuenta de su gran habilidad. Le dijeron que compitiera y los buenos resultados comenzaron a llegar. Miladis, su madre, lo apoyó sin pensarlo dos veces.
Al principio fue duro; los entrenamientos, las madrugadas, el colegio, entre otras cosas. Muchos sacrificios que en definitiva lo comenzaban a formar como un verdadero atleta.
A este deporte hay que meterle corazón, pero también mucha concentración. Me he preparado muy bien para competir a un nivel mayor. A veces soy desordenado, pero cuando me toca ajuiciarme, lo hago. Para un torneo como el Mundial me centro, no le contestó las llamadas a nadie, ni a mi mamá. No me gusta ser mediocre, el segundo y tercero son perdedores. Cada vez que estoy en la pista canto y pienso en mi familia
dice con una madurez que hoy en día no se ve tanto en los jóvenes de su edad.
Le prometió a su madre ganar muchos títulos para estar algún día representando al país en los Juegos Olímpicos y lo consiguió en Río 2016. El atleta tuvo la posibilidad de participar en la prueba de relevo masculino de 4 × 400 metros de las olimpiadas de Brasil.
Todo lo que hace en la vida es por Miladis. Su motivación personal es retribuirle todo lo que le ha dado. Sabe que él es su orgullo, su hijo único y el responsable de darle muchas alegrías más.
El momento más importante de su carrera llegó en 2019, cuando consiguió adjudicarse la medalla de oro en los Juegos Panamericanos tanto en la prueba de los 400m, así como en los 4x400m relevos.
Pero el buen momento no pararía ahí, el atleta posteriormente dijo presente en el Mundial de Atletismo de Doha, certamen en el que obtuvo la medalla de plata en los 400 metros masculino, con lo cual se convirtió en el primer medallista colombiano en la historia de esta competencia.