Más que familia son amigos. Daniel está en el ciclismo gracias a ‘Yeyo’, su hermano. Las ganas de salir adelante y de practicar algún deporte lo puso en un lugar privilegiado. El primero en apasionarse por este deporte fue Jeison Alirio Martínez, el hermano mayor de Daniel. Ambos comenzaron muy pequeños a practicarlo. Aunque ahora van por caminos diferentes, Jeison no se pierde ninguna carrera de su hermano. Sabe que lo que le enseñó le ha servido para destacarse en la élite del ciclismo.
Todo comenzó hace más de 15 años en Soacha, Cundinamarca. La afición era tal que Jeison salía a montar todos los días. No importaba otra cosa, estar en la bici era una motivación para él. Llegaron las competencias y se empezó a destacar sobre los demás. Mientras esto pasaba, Daniel crecía con la misma ilusión de su hermano. Quería ser deportista.
Primero fue el fútbol, pero al ver que reunía las habilidades necesarias también optó por las dos ruedas. Cuando tenían competencias Jeison le prestaba la bicicleta a Daniel. El menor de los hermanos Martínez solo tenía que bajarle la altura al sillín para poder participar en las pruebas.
Pasaron los años y las ganas se hacían más fuertes. Mientras Jeison tenía su bicicleta, Daniel aún luchaba por conseguirla. “Me acuerdo que una vez me fui sin permiso a montar y ‘Yeyo’ se molestó mucho conmigo”, recuerda Daniel, pero gracias a la complicidad de su hermano y a su bicicleta, el pedalista nacido el 25 de abril de 1996 logró el primer triunfo de su carrera en un Campeonato Departamental.
En la casa de los Martínez siempre hubo unión familiar. Daniel vendía dulces en el colegio, ahorró y armó su bici y empezó a tener reconocimiento a nivel nacional. Fue campeón en la prueba contrarreloj en el Panamericano de Ruta en el 2013 y en el 2015 fue contratado por el Team Colombia, escuadra con la que se destacó en el Tour de Utah y en la Ruta del Sur.
Cuando Daniel está en Colombia sigue entrenando con su hermano, pero Jeison queda 'rezagado' porque el corredor del EF Procycling Team ha fortalecido sus habilidades en la montaña. “Él ya anda muchísimo, y me dejaba tirado. Desde que lo vi por primera vez en una bicicleta supe que iba a ser un gran escalador. Se defiende bien en la contrarreloj y en el plano, pero su fortaleza es ir hacia arriba”, comentó orgulloso su hermano Jeison.
Gracias a él, Daniel pudo convertirse en ciclista. Sin el apoyo y el esfuerzo de su familia, el pedalista nacido el 25 de abril de 1996 no sería hoy por hoy, uno de los corredores con más proyección en nuestro país.
A la fecha, el pedalista es uno de los referente de su equipo, en 2019 se adjudicó el oro en el Campeonato de Colombia de Ciclismo Contrarreloj, así como el título de la contrarreloj individual en los Juegos Panamericanos. Este mismo año, Martínez se impuso en una de las etapas de la París-Niza y demostró su poderío en la bicicleta.
En 2020 la carrera de Martínez siguió en ascenso, con la consecución del campeonato colombiano de contrarreloj, así como un tercer lugar y medalla de bronce en el Campeonato Colombiano de Ruta. En el Tour Colombia que se disputó a principios del año se llevó una etapa, se consagró como campeón de nada menos que el Critérium del Dauphiné y su más reciente triunfo se lo dio a la país al quedarse con la etapa 13 del Tour de Francia.
Sin lugar a dudas Daniel Felipe Martínez es una realidad del ciclismo colombiano y que seguramente tendrá una actuación destacada en los Mundiales de Ruta 2020 donde será el único compatriota presente en la prueba contrarreloj que se correrá el 25 de septiembre en Imola.